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COL DE ROMME (por Cluses)

El ascenso a Romme, desde la localidad de Cluses, en la región de Alta Saboya, Francia, es una subida desafiante y pintoresca situada en el corazón de los Alpes franceses. Este puerto de montaña, aunque menos conocido que otros colosos de la región, se ha ganado un lugar especial entre los aficionados al ciclismo, especialmente por su conexión con el Col de la Colombière y su inclusión en etapas del Tour de Francia.
Romme no es uno de los puertos con más historia en el Tour de Francia, pero su inclusión en ediciones recientes lo ha consolidado como un escenario clave para las etapas alpinas. Fue presentado por primera vez en la edición del 2009, durante una etapa que partió de Bourg-Saint-Maurice y terminó en Le Grand-Bornand. En esta ocasión, el ascenso a Romme, seguido de inmediato por el Col de la Colombière, desempeñó un papel crucial en los movimientos tácticos de los favoritos, destacando su dureza y carácter decisivo.
Asimismo, se encuentra en la comuna de Nancy-sur-Cluses, a poca distancia de Cluses, un pequeño pueblo enclavado en el valle del Arve, que sirve como punto de partida del ascenso. Desde Cluses, la carretera hacia Romme se extiende por unos 8,8 kilómetros con una pendiente media del 8,9%, lo que lo convierte en un reto considerable para los ciclistas. El puerto alcanza una altitud de 1.297 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo impresionantes vistas de los valles alpinos y las montañas circundantes. Su vertiente sur, por Scionzier, es bastante más llevadera.
Fuente: cyclingcols
Partimos del enclave muy transitado, con una orientación hacia el sur, pasando de la D4, por encima de la N40 a la D119, pasando el viaducto por encima del río Arve.

Los primeros en el valle son llanos, pero de repente nos topamos con una durísima rampa por una vía ancha y en perfecto estado.
Después de pasar por una generosa curva de herradura, los porcentajes tienen una media del 11%, por una carretera con apenas circulación de vehículos.
Una vez finalizado el tramo entre el 11-12%, desciende ligeramente y se estabiliza durante varios kms en el 10%.
El recorrido inicial es sinuoso, pasando por varias horquillas que forman un balcón natural, dejando atrás la ciudad de Cluses y el abierto valle del Arve.
Pasamos por la pequeña localidad de Les Cruz, para poco después, ya con una orientación hacia el norte, dejar atrás el núcleo de Nancy-sur-Cluses.
Y es justo el espacio entre estas dos localidades, aproximadamente unos 2-3 kms, donde desciende la pendiente y se sitúa entre el 7-8%.
Asimismo, a 4 kms de coronar, vuelve a endurecerse el trayecto, con medias casi hasta coronar, al borde de 10% casi hasta coronar.
La dinámica en esta segunda fase del paso es similar a la inicial, sin ser tan agresiva. Con media del 10% pasamos por una zona boscosa para hasta tener unos kms finales con varias curvas de herradura muy abiertas en zona de prado alpino.
Como hemos comentado anteriormente, los porcentajes del km final tienen una media del 7% hasta adentrarnos en la localidad alpina que da nombre al ascenso.
Una vez llegamos a la localidad, tan solo nos quedará por realizar un suave falso llano hasta iniciar el descenso hasta Le Reposoir.
Alrededor del los 1300 metros encontramos el cartel indicador del alto. Aparte de la dureza del paso, destaca porque a partir de Romme tenemos varios kms en tendencia al descenso hasta llegar a Le Reposoir, y mediante la D4 podemos enlazar con el col de la Colombière.

COL DE LA MORTE (por Séchilienne)

El Col de la Morte (1368 metros) es un puerto de montaña ubicado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, en el sureste de Francia, en pleno corazón de los Alpes franceses. Su nombre, que puede parecer sombrío, tiene orígenes históricos relacionados con las dificultades y peligros que representaba cruzar este paso en tiempos antiguos, cuando los caminos eran más rudimentarios y las condiciones climáticas severas podían resultar letales. El paso es un punto clave de acceso a la estación de esquí de Alpe du Grand Serre. En su ascenso por Séchilienne, coincide en gran medida con el ascenso al bonito lago de Poursollet.
Aunque el Col de la Morte no es tan famoso como otros colosos alpinos cercanos, pero ha sido incluido en varias ediciones del Tour de Francia (1979 y 2015), como el Critérium du Dauphiné. Este puerto es conocido por ser exigente debido a su inclinación constante y la longitud de su ascenso. El ciclismo en esta zona de los Alpes es una actividad profundamente arraigada, y el Col de la Morte es un destino atractivo para ciclistas de todo el mundo que buscan experimentar la dureza y la belleza de los puertos alpinos franceses. Los ciclistas que conquistan este puerto suelen ser recompensados con paisajes alpinos magníficos y un sentido de logro por superar una subida que, a pesar de no ser de las más extremas en los Alpes, requiere un considerable esfuerzo físico y mental.
Desde la localidad de Séchilienne, que está situada a unos 321 metros de altitud, el ascenso cubre una distancia aproximada de 15,1 kilómetros, con una pendiente media del 6,7%, lo que lo convierte en un desafío significativo para ciclistas. El desnivel total a remontar es de 1007 metros. La carretera atraviesa paisajes montañosos espectaculares, con curvas cerradas y vistas panorámicas de los Alpes. Durante la subida, el terreno alterna entre secciones arboladas y áreas más abiertas que permiten disfrutar de las impresionantes vistas.
Fuente: cyclingcols
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. 
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey, una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final suave en el altiplano donde se asienta la cima del paso y la estación de esquí.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 1 km para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el desvío al lago de Poursollet.
Adentrados en el bonito prado en el entorno del altiplano, seguimos por la D114 con una media hasta coronar de tan solo el 2-3%.
Pasamos una larga recta donde en invierno, con nieve, forma parte del complejo de esquí de Grand Serre, por encima de los 1300 metros.
Finalmente, acabamos coronando a una altura de 1370 metros, dejando en la otra vertiente el valle de la Roizonne.

ASCENSO AL LAGO DE POURSOLLET (por Séchilienne)

El Lago de Poursollet es un pequeño y encantador lago de montaña ubicado en la región de Isère, en los Alpes franceses, específicamente en la comuna de Livet-et-Gavet, a una altitud de 1649 metros. Se encuentra al sureste de la ciudad de Grenoble y es uno de los destinos más pintorescos para los amantes de la naturaleza, el senderismo y el ciclismo de montaña en esta región.
El ascenso en bicicleta al lago de Poursollet se inicia desde la localidad de Séchilienne, situada en el valle del río Romanche, a una altitud aproximada de 310 metros. El angosto camino sigue una ruta de montaña que serpentea a través de densos bosques alpinos, pasando por encantadores paisajes rurales. La carretera, aunque estrecha y con curvas cerradas, está bien asfaltada, lo que permite un ascenso seguro, aunque exigente. El ciclismo de montaña es una actividad muy practicada en los Alpes franceses, y la ruta al lago de Poursollet es ideal para ciclistas que buscan un reto fuera de los ascensos más famosos como Alpe d’Huez o el Col du Galibier, entre otros. La dureza del trayecto y el aislamiento del lago hacen de esta ruta una excelente opción para ciclistas de nivel intermedio o avanzado que deseen entrenar en un entorno natural y tranquilo.
Al no ser una ruta frecuentemente transitada por ciclistas profesionales, el ascenso al lago de Poursollet ofrece una experiencia íntima y cercana a la naturaleza. Además, la belleza del entorno compensa el esfuerzo físico que implica la escalada. El trayecto se recomienda principalmente en verano y principios de otoño, cuando las condiciones climáticas son más favorables y el paisaje está en su esplendor.
Fuente: cyclingcols
El recorrido tiene una longitud aproximada de 23 kms desde con un desnivel acumulado de más de 1.300 metros, lo que lo convierte en un reto considerable para ciclistas. La pendiente media ronda el 6%, pero algunos tramos pueden superar el 10%. A medida que se asciende, se disfrutan vistas impresionantes de los picos circundantes, los bosques y el valle. Al llegar al lago, se abre una postal alpina idílica: un lago cristalino rodeado de prados verdes y montañas imponentes.
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. Pedaleamos por la conocida ruta de la Morte, ya que parte del recorrido forma parte del col de la Morte.
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey. Una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final antes de llegar al desvío del lago de Poursollet donde desciende algo la pendiente.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 9 kms para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el último km antes de coronar el col de la Morte para girar a la izquierda, siguiendo las indicaciones, hacia el lago de Poursollet.
Nada más realizar el giro, aumenta drásticamente la dureza de la escalada, con un km exigente al 9% y máximas que llegan al 11%.
La pista asfaltada, denominada D114E, es muy estrecha, con tramos donde apenas cabe un coche, nada que ver con el ascenso anterior.
Superados los primeros metros de la rampa, mirando atrás, tenemos una impresionante vista del altiplano donde se aposenta el final del col de la Morte.
En cambio, en nuestro caso, la orientación es hacia el norte, donde tendremos que superar varias cerradas y agresivas curvas de herradura.
Los porcentajes se estabilizan bastante y no son tan duros, con porcentajes entre el 6-8%, pero con un asfalto más rugoso y en general en algo peor estado que el anterior.
La pista asfaltada va remontando la ladera derecha paralelos a la carena de montañas donde destaca El Petit Taillefer, con una altura cercana a los 3000 metros.
A 3,5 kms para coronar, después de un km al 8%, tenemos un tramo de descenso que nos aproximará al lago de algo más de 1,5 kms.
El km y medio final, finalizado el descenso, tiene una rampa corta y muy dura que llega al 13%, pero que progresivamente se diluye con un final sube-baja irregular.
Finalmente, pasado el pequeño aparcamiento, tendremos que andar por la pista sin asfaltar de la imagen unos 100 metros hasta llegar al bonito lago de Poursollet.