COL DE LA MORTE (por Séchilienne)

El Col de la Morte (1368 metros) es un puerto de montaña ubicado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, en el sureste de Francia, en pleno corazón de los Alpes franceses. Su nombre, que puede parecer sombrío, tiene orígenes históricos relacionados con las dificultades y peligros que representaba cruzar este paso en tiempos antiguos, cuando los caminos eran más rudimentarios y las condiciones climáticas severas podían resultar letales. El paso es un punto clave de acceso a la estación de esquí de Alpe du Grand Serre. En su ascenso por Séchilienne, coincide en gran medida con el ascenso al bonito lago de Poursollet.
Aunque el Col de la Morte no es tan famoso como otros colosos alpinos cercanos, pero ha sido incluido en varias ediciones del Tour de Francia (1979 y 2015), como el Critérium du Dauphiné. Este puerto es conocido por ser exigente debido a su inclinación constante y la longitud de su ascenso. El ciclismo en esta zona de los Alpes es una actividad profundamente arraigada, y el Col de la Morte es un destino atractivo para ciclistas de todo el mundo que buscan experimentar la dureza y la belleza de los puertos alpinos franceses. Los ciclistas que conquistan este puerto suelen ser recompensados con paisajes alpinos magníficos y un sentido de logro por superar una subida que, a pesar de no ser de las más extremas en los Alpes, requiere un considerable esfuerzo físico y mental.
Desde la localidad de Séchilienne, que está situada a unos 321 metros de altitud, el ascenso cubre una distancia aproximada de 15,1 kilómetros, con una pendiente media del 6,7%, lo que lo convierte en un desafío significativo para ciclistas. El desnivel total a remontar es de 1007 metros. La carretera atraviesa paisajes montañosos espectaculares, con curvas cerradas y vistas panorámicas de los Alpes. Durante la subida, el terreno alterna entre secciones arboladas y áreas más abiertas que permiten disfrutar de las impresionantes vistas.
Fuente: cyclingcols
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. 
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey, una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final suave en el altiplano donde se asienta la cima del paso y la estación de esquí.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 1 km para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el desvío al lago de Poursollet.
Adentrados en el bonito prado en el entorno del altiplano, seguimos por la D114 con una media hasta coronar de tan solo el 2-3%.
Pasamos una larga recta donde en invierno, con nieve, forma parte del complejo de esquí de Grand Serre, por encima de los 1300 metros.
Finalmente, acabamos coronando a una altura de 1370 metros, dejando en la otra vertiente el valle de la Roizonne.

ASCENSO AL LAGO DE POURSOLLET (por Séchilienne)

El Lago de Poursollet es un pequeño y encantador lago de montaña ubicado en la región de Isère, en los Alpes franceses, específicamente en la comuna de Livet-et-Gavet, a una altitud de 1649 metros. Se encuentra al sureste de la ciudad de Grenoble y es uno de los destinos más pintorescos para los amantes de la naturaleza, el senderismo y el ciclismo de montaña en esta región.
El ascenso en bicicleta al lago de Poursollet se inicia desde la localidad de Séchilienne, situada en el valle del río Romanche, a una altitud aproximada de 310 metros. El angosto camino sigue una ruta de montaña que serpentea a través de densos bosques alpinos, pasando por encantadores paisajes rurales. La carretera, aunque estrecha y con curvas cerradas, está bien asfaltada, lo que permite un ascenso seguro, aunque exigente. El ciclismo de montaña es una actividad muy practicada en los Alpes franceses, y la ruta al lago de Poursollet es ideal para ciclistas que buscan un reto fuera de los ascensos más famosos como Alpe d’Huez o el Col du Galibier, entre otros. La dureza del trayecto y el aislamiento del lago hacen de esta ruta una excelente opción para ciclistas de nivel intermedio o avanzado que deseen entrenar en un entorno natural y tranquilo.
Al no ser una ruta frecuentemente transitada por ciclistas profesionales, el ascenso al lago de Poursollet ofrece una experiencia íntima y cercana a la naturaleza. Además, la belleza del entorno compensa el esfuerzo físico que implica la escalada. El trayecto se recomienda principalmente en verano y principios de otoño, cuando las condiciones climáticas son más favorables y el paisaje está en su esplendor.
Fuente: cyclingcols
El recorrido tiene una longitud aproximada de 23 kms desde con un desnivel acumulado de más de 1.300 metros, lo que lo convierte en un reto considerable para ciclistas. La pendiente media ronda el 6%, pero algunos tramos pueden superar el 10%. A medida que se asciende, se disfrutan vistas impresionantes de los picos circundantes, los bosques y el valle. Al llegar al lago, se abre una postal alpina idílica: un lago cristalino rodeado de prados verdes y montañas imponentes.
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. Pedaleamos por la conocida ruta de la Morte, ya que parte del recorrido forma parte del col de la Morte.
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey. Una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final antes de llegar al desvío del lago de Poursollet donde desciende algo la pendiente.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 9 kms para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el último km antes de coronar el col de la Morte para girar a la izquierda, siguiendo las indicaciones, hacia el lago de Poursollet.
Nada más realizar el giro, aumenta drásticamente la dureza de la escalada, con un km exigente al 9% y máximas que llegan al 11%.
La pista asfaltada, denominada D114E, es muy estrecha, con tramos donde apenas cabe un coche, nada que ver con el ascenso anterior.
Superados los primeros metros de la rampa, mirando atrás, tenemos una impresionante vista del altiplano donde se aposenta el final del col de la Morte.
En cambio, en nuestro caso, la orientación es hacia el norte, donde tendremos que superar varias cerradas y agresivas curvas de herradura.
Los porcentajes se estabilizan bastante y no son tan duros, con porcentajes entre el 6-8%, pero con un asfalto más rugoso y en general en algo peor estado que el anterior.
La pista asfaltada va remontando la ladera derecha paralelos a la carena de montañas donde destaca El Petit Taillefer, con una altura cercana a los 3000 metros.
A 3,5 kms para coronar, después de un km al 8%, tenemos un tramo de descenso que nos aproximará al lago de algo más de 1,5 kms.
El km y medio final, finalizado el descenso, tiene una rampa corta y muy dura que llega al 13%, pero que progresivamente se diluye con un final sube-baja irregular.
Finalmente, pasado el pequeño aparcamiento, tendremos que andar por la pista sin asfaltar de la imagen unos 100 metros hasta llegar al bonito lago de Poursollet.

ASCENSO A CHAMROUSSE (por el col de Lutiel)

Al sur de su vertiente más conocida, desde la localidad de Séchilienne y a través del col de Luitel, tenemos un temible ascenso a Chamrousse. La destacada ruta está situada en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, cerca de la ciudad de Grenoble, en el departamento de Isère, Francia. Este recorrido combina historia, naturaleza y cierta relevancia deportiva, especialmente en el mundo del ciclismo.
Séchilienne, donde se inicia el ascenso, es una pequeña comuna ubicada al sur de Grenoble, en el valle del río Romanche. El ascenso a Chamrousse comienza en esta población y se adentra en los Alpes franceses, atravesando el duro col de Luitel, un puerto de montaña que alcanza los 1264 metros de altitud. La carretera serpentea a través de bosques densos y paisajes alpinos, ofreciendo vistas espectaculares de los valles circundantes y las altas cumbres de los Alpes.
El col de Luitel y la subida a Chamrousse tienen un lugar especial en la historia del ciclismo, especialmente en el contexto del Tour de Francia. Aunque no es tan conocido como otros puertos alpinos, el col de Luitel ha sido escenario de etapas épicas en varias ediciones de la famosa carrera a partir de los años 60. En particular, la subida se caracteriza por ser exigente debido a sus pendientes pronunciadas, que pueden alcanzar el 13% de inclinación en algunos tramos, y por sus curvas cerradas. Uno de los momentos más recordados de esta ruta en el ciclismo ocurrió en la etapa del Tour de Francia de 1970, cuando el col de Luitel fue parte de la etapa -junto con Lautaret, Porte, Cucheron y Granier- que terminó en Chamrousse. También han coronado primeros en la cima corredores como Lance Amstrong o Vincenzo Nibali. Este ascenso es conocido por su dureza, comparado con otros puertos alpinos, y pone a prueba la resistencia de los ciclistas debido a su combinación de longitud y pendiente. A lo largo de los años, ha mantenido su reputación como uno de los ascensos más desafiantes de la región. Asimismo, al sur de la localidad de inicio, dejamos un espectacular ascenso, bastante inhóspito pero muy recomendable, la escalada al lago de Poursollet.
Fuente: cyclingcols
El ascenso desde la localidad comentada hasta la estación de esquí es de 17,1 kms con una dura media de 8%, destacando los primeros 8 kms de ascenso. El desnivel total a superar es de 1360 metros, algo superior a todo un Tourmalet, para contextualizar la dura escalada.
Dentro de la población de Séchilienne pasamos el puente por el río La Romanche para poco después pasar de la D1901 a la estrecha, angosta y salvaje C1, con una orientación hacia el norte.
En los primeros compases del trazado pasamos por diferentes viviendas del entorno de la localidad, pero rápidamente desaparecen para seguir por un recorrido boscoso y muy poco transitado.
Nada más desviarnos en la C1, los porcentajes son muy estables y muy exigentes, con medias constantes entre el 9-10%.
En la escalada, pasaremos por algún que otro pequeño núcleo de población junto a zonas ganaderas y agrícolas. Asimismo, teniendo en cuenta la estrechez de la vía, esta se encuentra en bastante buen estado.
A partir del km 4 se intensifica la pendiente con una media entre el 10-11% en su mayoría, con pendientes máximas que llegan al 13-14%.
El recorrido, envuelto en gran manto verde, le da un aspecto bastante monótono al ascenso, sin apenas visión del entorno, aunque mejora algo conforme vamos ganando metros de desnivel.
A algo menos de 2,5 kms para coronar, tenemos el tramo más duro del col de Lutiel con una rampa entre el 11-12%.
Dentro de la reserva natural de Lutiel, coronamos este histórico paso a una altura de 1262 metros. Pocos metros después, pasado un pequeño lago, enlazamos con su vertiente más conocida, por la localidad de Uriage-les-Bains (D111). 
A 7 kms para coronar aproximadamente, las características del trazado cambian radicalmente. Pasamos de una vía estrecha, sinuosa y salvaje a una vía rápida para el tráfico, el acceso lógico para los vehículos que van a Chamrousse.
Superamos varias curvas de herradura con porcentajes muy estables entre el 6-7%, sin apenas modificación hasta coronar.
Aunque transitamos por un bosque alpino, por encima de los 1300 metros, la anchura de la vía provoca un ascenso luminoso. Incluso la carretera cuenta con un pequeño arcén y altimetría km a km.
Como suele pasar en este tipo de ascenso alpino, conforme vamos ascendiendo, cada vez más se alterna extensiones de prado alpino, muchas de ellas pistas de esquí en invierno.
Después de pasar el hito que nos marca los 4 kms hasta coronar, dejamos a la derecha la pista de esquí nórdico del complejo de Chamrousse, bastante masificada en pleno verano.
Un km más tarde, con porcentajes al 7%, llegamos al núcleo de población de Chamrousse. Con algo de dificultad, seguimos las señales que nos conducen a la cima.
Una vez hemos llegado a la entrada de la población, superaremos un par de curvas de herradura que nos conducen a su cota más alta, al pie de los remontadores de varias pistas de esquí.
El trazado, en forma de paso de montaña, tiene una vía de ascenso y una de descenso, una vez coronamos, a una altura de 1795 metros.