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PASSO DEL MORTIROLO/ PASSO DELLA FOPPA (por Edolo)

El Passo del Mortirolo, uno de los puertos más legendarios del ciclismo de carretera en Italia, se ubica en los Alpes de Lombardía, al norte del país, y conecta el valle de Valtellina con el Val Camonica a través de la provincia de Sondrio. Aunque su fama internacional se debe sobre todo a las vertientes más duras, como las de Mazzo di Valtellina, Grosio o Tovo Sant’Agata, el ascenso por Monno representa una alternativa mucho más accesible, aunque no exenta de mérito, ideal para quienes buscan conquistar este coloso sin afrontar las temidas rampas de dos dígitos desde el primer km.
El Giro de Italia ha convertido el Mortirolo en mito desde su primera inclusión en 1990. Fue en 1994 cuando Marco Pantani lo elevó a leyenda con su exhibición en la etapa que unía Merano y Aprica, cimentando su imagen como escalador épico. Desde entonces, ha sido escenario de grandes gestas y derrotas, y se ha consolidado como un puerto temido y venerado por ciclistas profesionales y aficionados por igual.
Elegir la subida por Monno no es renunciar al Mortirolo, sino abordarlo desde otra perspectiva. Es una opción ideal para quienes desean vivir la experiencia de coronar este mítico paso sin sufrir los rigores extremos de sus vertientes más temidas. La cima, situada a 1852 metros sobre el nivel del mar, es la misma para todos: un lugar cargado de historia ciclista, silencio alpino y la recompensa del esfuerzo cumplido.
Desde Edolo, el Mortirolo se asciende por su vertiente sur. La carretera, ancha y bien asfaltada, serpentea de forma regular en una subida de casi 12 kms, con una pendiente media cercana al 7%. Se trata de una subida continua, sin grandes sobresaltos, que permite mantener un ritmo constante y disfrutar del entorno alpino. A diferencia de las otras caras del Mortirolo, este lado presenta un perfil más amable, sin las rampas brutales ni las curvas asfixiantes características de las otras vertientes. La vegetación alpina, los prados de alta montaña y el aire limpio de los bosques acompañan al ciclista en una ascensión progresiva, con vistas abiertas en varios tramos del recorrido. También es conocida esta vertiente por la denominada recta Contador, una variante salvaje al trazado tradicional con porcentajes por encima del 15%.
Dejamos atrás la SS82 para continuar por la SP81, siguiendo las indicaciones, dirección Monno, con una orientación hacia el noroeste.
Nada más iniciar el paso, en algunos sectores la carretera es estrecha, aunque, en general, está en buen estado de conservación.
Con medias entre el 7 y 8%, superamos las primeras y generosas curvas de herradura, para acabar llegando al municipio de Monno.
Disminuye sensiblemente la pendiente durante pocos metros sobre el 6%. Seguimos los carteles en la localidad, perfectamente indicados.
Una vez hemos salido de la población, vuelve a aumentar la pendiente con una larga recta que va en aumento, hasta rampas del 14-15% y que puede tener continuidad infernal si seguimos por la denominada recta Contador.
Esta recta es una variante al trazado original, con rampas del 25% y se hizo en 2014 como homenaje a Alberto Contador, renombrando un tramo de la ruta. Esta variante se incluyó en el Giro de Italia 2025, específicamente en la etapa 17. 
Como podemos observar en las imágenes, se trata de una pista asfaltada de aproximadamente 3 kms que vuelve a conectar con el trazado original a algo menos de 3 kms para coronar.
Seguimos por el trazado original con 2 kms muy exigentes entre el 9-10%, ahora rodando por una zona más boscosa y tupida.
En este tramo superamos una gran horquilla, para nuevamente enfilar hacia el oeste la senda hasta la finalización de paso.
A unos 5 kms para coronar, disminuye bastante la pendiente y se consolida varios kms entre el 6-7%. También disminuye la masa boscosa y aumenta el prado alpino.
En el km 9 tenemos el tramo más cómodo de todo el ascenso, antesala de un final realmente duro y espectacular, con un encadenado impresionante de curvas.
Llagados a la pequeña comunidad de Ponte Palú (km 10) y especialmente al atravesar la pequeña población de San Giacomo, tenemos un duro km al 11%, con pendientes máximas que llegan al 14%.
Dejamos atrás el desvío a la Caserna del Mortirolo, destacamento militar en la zona. Disminuye la pendiente al acercarnos al albergue restaurante Passo Mortirolo, con unas rampas a poco menos de un km y medio para coronar del 8%.
Último km donde pierde fuelle las duras rampas anteriores y donde conectan otras vertientes interesantes como la de Valico de Trivigno (Monte Padrio) o el lago Mortirolo.
Coronamos esta más humana vertiente, pero igualmente exigente a una altura de 1852 metros, dando pie a conectar Val Camonica con Valtellina por Mazzo, Grosio o Tovo Santa Agata.

ASCENSO A BORMIO 2000 (por Bormio)

El ascenso en bicicleta a Bormio 2000 es una ruta poco conocida fuera del ámbito local y ofrece una experiencia singular en el corazón de los Alpes italianos. Situada en la región de Lombardía, en la provincia de Sondrio, Bormio es un punto neurálgico para el ciclismo de montaña, conocido sobre todo por ser base habitual de ascensos míticos como el Passo dello Stelvio, el Gavia o el Mortirolo. Sin embargo, la escalada representa una alternativa menos transitada e igualmente interesante, sobre todo para quienes buscan una subida corta, pero intensa, ideal como complemento a una jornada alpina.
La carretera hacia Bormio 2000 parte desde el mismo centro de la localidad de Bormio, situada a unos 1.225 metros de altitud, y se adentra en dirección sur por una ruta bien asfaltada y de tráfico escaso, en su mayoría vinculada al funcionamiento del centro de esquí. El ascenso debutó como final de etapa en 2004 en el Giro de Italia con victoria para el italiano Damiano Cunego. Su cercanía al Stelvio y a otros gigantes alpinos lo convierten en un excelente banco de pruebas para esfuerzos intensos en altitud media.

El paisaje durante el ascenso es predominantemente forestal, con tramos de bosque alpino que se abren de forma intermitente para ofrecer vistas espectaculares del valle del Adda y del propio núcleo urbano de Bormio, que va quedando cada vez más abajo. A medida que se asciende, el entorno se transforma: los árboles se vuelven más dispersos, la vegetación se aclimata a la altitud y, al acercarse a la estación de Bormio 2000, se abre el panorama hacia las laderas de esquí y las cumbres del Parque Nacional del Stelvio. El final de la subida se sitúa junto a las instalaciones de la estación invernal, a unos 1.950 metros sobre el nivel del mar, donde es posible reponer fuerzas o simplemente disfrutar del silencio de la montaña.
Fuente: cyclingcols
El recorrido tiene una longitud aproximada de 10 kms, con un desnivel cercano a los 750 metros, lo que se traduce en una pendiente media superior al 7% y un desnivel a remontar de 742 m. La carretera es constante en su trazado, sin grandes descansos, y mantiene una dureza sostenida desde sus primeros compases. Algunos tramos llegan a superar el 9%, especialmente en la parte intermedia, lo que exige una buena gestión del esfuerzo.
Partimos con una orientación hacia el sur, pasando de la SP29 a la vía que nos conduce a las instalaciones de Bormio 2000, todo ello bien indicado.
Salvo un inicio en la ciudad de falso llano, el alto es muy regular y consistente, con medias exigentes y estabilizadas, como se ha comentado anteriormente.
Pasado el primer km, las medias se sitúan entre el 8-10% continuas, donde superamos largas curvas de herradura, todas ellas numeradas, hasta coronar.
Desciende sutilmente la pendiente hasta llegar a la pequeña localidad de San Pietro, donde superaremos una dura rampa cercana al 10% que tiene continuidad hasta el desvío de Ciuk.
En época estival, el alto tiene un tráfico bajo y es muy frecuentado por ciclistas de la zona. Antes de la población de San Pietro y al pasarla, pasamos por bonitas zonas boscosas alpinas.
A aproximadamente 5 kms para coronar, desciende ligeramente la pendiente y se asienta durante un km y medio alrededor del 8%.
Superada, de nuevo, una zona boscosa de abetos perpendicular a la pista de esquí, entramos en la que quizá sea la zona más cómoda, con porcentajes entre el 6-7%, hasta llegar al chalet Caribona.
Los porcentajes a 2 kms para coronar, vuelven a estabilizarse en el 8% y, de nuevo, se vuelve a tupir el entorno.
Última curva de herradura, la tornanti número 1, y tan solo nos quedará por superar la larga recta donde entramos en el aparcamiento e instalaciones del complejo de ocio y deportes de invierno de Bormio 2000.
El último km tiene una media del 7%, pero la rampa final tiene un exigente 9%, en una larga y ancha recta, como se puede observar en la imagen. Coronamos a una altura aproximada de 1940 metros.

COLMA DI SORMANO (por el Muro de Sormano)

La Colma de Sormano es un paso de montaña situado en el Triángulo Lariano, en los Prealpes lombardos, muy cerca del lago de Como. Desde Canzo, último pueblo del Alta Brianza, el paso limita con el valle de Valassina. El puerto está muy cerca de Madonna de Ghisallo, lugar de peregrinaje junto al Muro de Sormano para cualquier amante del ciclismo.
La Colma di Sormano se hizo famosa en los años 1960 por algunas carreras ciclistas como el Giro de Lombardía, que afrontaban la empinada subida del legendario “muro de Sormano”. Coronaban La Colma para descender hacia Pian del Tivano, uno de los lugares más populares del Triángulo Lariano, punto privilegiado de observación panorámica. El perfil en el horizonte varía desde los bastiones rocosos de los Prealpes hasta las verdes y más suaves cumbres de Cornizzolo, Palanzone y San Primo hasta el fondo del valle, en el entorno del imponente lago de Como.
El Muro de Sormano destaca por tener una pendiente muy agresiva, que posteriormente fue cerrada al tráfico motorizado y a las bicicletas de descenso debido a su peligrosidad. Hoy el Muro de Sormano es una auténtica leyenda para los ciclistas tras el redescubrimiento y el paso de los profesionales durante el Giro de Italia y Lombardía, carreras de talla mundial. Subiendo hacia el pico de Sormano se pueden encontrar indicaciones sobre la dureza de esta subida, metros recorridos, récords de ascensión y el pensamiento de algunos ciclistas ilustres como Gino Bartali, que expresa una dureza total por esta dura y exigente subida, contando cuál fue la última: “Las curvas cerradas son iguales después de 200 km”. El muro está cerrado al tráfico por una barrera.
Desde Canzo, el paso tiene una longitud de 7,6 kms. con una media exigente del 7%, con un desnivel total a remontar de 745 metros. Los últimos 2 kms., como se puede observar en la altimetría, es el trazado del Muro de Sormano, con un último km. cerca del 17% y máximas por encima del 20%.
Partimos de la población comentada con una orientación hacia el norte, desviándonos de la SP40 para continuar por la SP41.
Saliendo del núcleo urbano de Canzo, el trazado es bastante boscoso, por una carretera ancha, pero muy transitada.
Después de un inicio de falso llano, sobre el 1%, al acercarnos a la localidad de Asso, la pendiente aumenta al 4% para progresivamente estabilizarse en el 6%.
Desciende de nuevo la pendiente a porcentajes muy cómodos, de falso llano hasta el km. 3,5 aproximadamente. Dejamos a la derecha el desvío a Madonna de Ghisallo y nosotros continuamos a la izquierda dirección Sormano (SP44).
A partir del cruce, los porcentajes irán en ascenso progresivo hasta el muro y los porcentajes no disminuirán del 6%.
También cambia el trazado, ya que tendremos que pasar por numerosas y cerradas curvas de herradura hasta llegar a Sormano.
Antes de llegar a Sormano, pasamos por las poblaciones de Mudronno y Brazzova, con medias muy estabilizadas en el 6-7%.
En la entrada a la población de Sormano tenemos una rampa al 8% por una vía que por momentos se estrecha.
Pasamos por diversas curvas dentro de la población con un km. algo irregular. La media se sigue situando entre el 6-7, pero pasamos por algunas rampas que llegan al 10%.
A unos 2 kms. de coronar, en las afueras de Sormano, dejamos a la derecha la SP44, que también conduce a la Colma de Sormano. Un gran cartel nos avisa que hemos llegado al infierno.
El Muro de Sormano se inicia después de un ligero descenso. La subida tiene una longitud de 2.400 metros sobre un desnivel de casi 300 metros (831 m de altitud inicial y final de 1.124 m), con una pendiente media de 12% y picos de hasta 24%.
El camino, muy estrecho, se eleva en el medio del bosque; hay cuatro curvas. A lo largo de la subida de una serie de pintadas en el asfalto que indican, metro a metro, la elevación, por lo que el ciclista puede saber siempre donde está y lo que le resta para el final de la subida.
El hecho de que las indicaciones sean más o menos cercanas, es indicativa de la mayor o menor pendiente. Los indicadores muestran a los visitantes las diferentes especies de árboles presentes. Entre la tercera y cuarta curva, se señalan algunos sitios de interés: Los Cornos di Canzo, el Cornizzolo,...
El final del Muro, de nuevo, está unido a la SP44. Una gran barrera prohíbe el paso de vehículos a motor por el muro.
Enlazamos con la vía ancha dejando a la derecha un restaurante y a la izquierda, ya en la cima, un observatorio astronómico, con porcentajes finales mucho más asequibles.
A pocos metros se encuentra la cima de Colma di Sormano, coronando a una altura de 1124 m. En su otra vertiente, después del descenso, está Pian del Tivano y Zelbio, para finalmente acabar el descenso en el ala oeste del lago de Como.

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