El Colle del Gran San Bernardo, conocido también como el Gran San Bernardo, es un paso de montaña que se encuentra en los Alpes Peninos, situando su cima a 2.473 metros sobre el nivel del mar. Este paso conecta el Valle de Aosta, en Italia, con el Cantón del Valais, en Suiza. Es unos de los pasos de montaña asfaltados más altos de Europa.
El puerto tiene una rica historia que se remonta a tiempos antiguos. Originalmente utilizado por los celtas y luego por los romanos, este paso fue una ruta comercial crucial que conectaba el norte y el sur de Europa. En el año 1050, San Bernardo de Menthon fundó un hospicio en la cima del paso para ofrecer refugio a los viajeros y peregrinos que cruzaban los Alpes. Este hospicio, gestionado por monjes agustinos, es famoso por los perros San Bernardo, entrenados para rescatar a los viajeros perdidos en la nieve. Asimismo, el paso también tiene importancia histórica militar. Fue utilizado por Napoleón Bonaparte en mayo de 1800 durante su campaña italiana, lo que añade una dimensión épica a su legado.
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En el Giro de Italia, el ascenso al Gran San Bernardo ha sido un hito significativo. La primera vez que el Giro cruzó el paso fue en 1963, y desde entonces ha sido incluido en múltiples ediciones. El ascenso desde Aosta es particularmente desafiante debido a su longitud y pendiente, que ofrece a los escaladores una oportunidad de destacar y, a menudo, resulta decisivo en la clasificación general. Respecto al Tour de Francia, el Colle del Gran San Bernardo también ha sido protagonista. Fue incluido por primera vez en 1949, cuando Fausto Coppi, una leyenda del ciclismo, dejó su huella en la historia de la carrera al cruzar este paso. El Tour ha vuelto al Gran San Bernardo en varias ediciones, consolidándolo como uno de los desafíos más icónicos para los ciclistas.
Fuente: altimetrias.net |
El ascenso desde Aosta al Colle del Gran San Bernardo es un testamento de resistencia y habilidad. La ruta se caracteriza por una pendiente media del 5,4% con tramos que alcanzan el 8%, con un desnivel total a superar de casi 1800 metros. Desde Aosta, la carretera se eleva a través de varios pueblos pintorescos y paisajes alpinos impresionantes, ofreciendo vistas espectaculares a medida que se gana altitud. La carretera serpentea con numerosas curvas cerradas, conocidas como tornanti, que son un símbolo del desafío alpino. A medida que se acerca a la cima, la vegetación se hace más escasa y el paisaje se transforma en un entorno rocoso y nevado, incluso en verano. La combinación de historia, belleza natural y desafío físico convierte al Colle del Gran San Bernardo en un ascenso emblemático, apreciado tanto por ciclistas profesionales como aficionados. Su inclusión en las grandes vueltas ciclistas subraya su importancia en el mundo del ciclismo y su legado perdurable en la historia deportiva. Años atrás, ya pudimos escalar su vertiente suiza, desde la localidad de Martigny.
Partimos de la masificada ciudad de Aosta con un recorrido hacia el norte transitando por la SS67 con una orientación hacia el noroeste.
Las características iniciales del trazado son las de carretera ancha con vehículos a alta velocidad. Los porcentajes en estos primeros compases tienen una media tendida entre el 4-5%.
Pasada la localidad de Signayes (sobre el km 2), dejamos a la derecha el desvío al ascenso al lago de Place Moulin, el cual, tiene varios accesos en el recorrido.
Entre el km 4 y 7, pasamos por varias curvas de herradura muy abiertas. Los porcentajes incluso disminuyen ligeramente, en un recorrido en todo momento expuesto.
Antes de llegar a la localidad de Gignod, pasaremos por un corto túnel iluminado y sin ningún tipo de dificultad.
Entre el km 8 y 11 aumenta ligeramente la dificultad, esta vez con porcentajes entre el 5-6%. A nuestra derecha vemos el valle de Valpelline, que conduce a Bionaz y al lago mencionado anteriormente.A partir del km 11, vuelve a disminuir la pendiente con porcentajes de falso llano mucho más asequibles, entre el 2-3%.
Hasta la población de Étroubles pasaremos una larga recta bastante monótona, pero a partir de la localidad mencionada cambia bastante, con unos 18,5 kms para coronar con medias más regulares e intensas.
En Étroubles aumentan los porcentajes con una rampa corta entre el 7-8% donde se encuentran enlazados dos cerradas curvas de herradura.
La media total se estabiliza en el 5-7% los próximos kms. Pasamos poco después por la pequeña población de Saint-Oyen.
Sin embargo, en el km 20 aproximadamente, en las inmediaciones de St-Rhémy, a algo más de 14 kms para coronar, hay un gran cambio en el trazado. A la izquierda dejamos la vía del túnel de pago y nosotros continuamos por la derecha por la SS27.
La vía, aunque en buen estado, es mucho más estrecha y especialmente se agradece la disminución del tráfico. Al fondo, el viaducto prohibido para ciclistas.
Por encima de los 1500 metros de altitud, pasamos por varias curvas de herradura, en una zona bastante boscosa y mucho más relajada.Los porcentajes tienen algo más de intensidad, y se mantienen regulares entre el 5-7%, incluyendo varias rampas alrededor del 10%.
Paulatinamente, desaparece el gran bosque alpino para llegar a la fase final del paso, con grandes prados alpinos y una gran cicatriz en la montaña que nos enseña cuál es el camino a seguir.
Superada una larga recta, con porcentajes entre el 6-7%, pasamos junto al pequeño núcleo de Praz d'Arc e iniciamos la escalada a las dos grandes horquillas de la imagen.Aunque los porcentajes no sean realmente agresivos, esta fase final por ser muy expuesta al viento y por la fatiga acumulada se hace bastante dura.
Asimismo, a partir del km 28 se estabiliza la pendiente cerca del 8% y con varios tramos exigentes superiores ligeramente al 10%.
Alrededor del km 30-31, pasadas las dos extensas curvas de herradura, superamos la colina por su ladera izquierda. A nuestra derecha dejamos el pequeño núcleo de Le Cantine, quizá en el sector más duro de toda esta vertiente, con máximas al 11%.
La vía supera la pendiente con una amplia curva, superando un gran cisco rocoso hasta acabar en una espectacular galería y con vistas realmente increíbles.
A partir del km 33, a poco menos de 2 kms para coronar, progresivamente disminuye la pendiente y se asienta en una 6%.
Finalmente, en un entorno realmente emocionante, coronamos este gran puerto alpino, fronterizo con Suiza, a una altura de 2473 metros, siendo uno de los pasos más altos y espectaculares de Europa.