COL DE LESCHAUX-CRÊT DE CHÂTILLON -SEMNOZ- (por Saint-Jorioz)

La Crêt de Châtillon, también conocida como Semnoz, es una montaña en la región de Alta Saboya en los Alpes franceses, situada al suroeste de la ciudad de Annecy. El ascenso en bicicleta desde la localidad de Saint-Jorioz ofrece una de las rutas más desafiantes y pintorescas para los ciclistas de montaña en esta región.
Saint-Jorioz es una pequeña localidad ubicada a orillas del Lago de Annecy, a una altitud de unos 450 metros. Desde aquí comienza un impresionante ascenso hacia la cima del Semnoz. La ruta toma al ciclista a través de los pequeños pueblos de Saint-Eustache y Chapelle Saint-Maurice, mientras se rodean los macizos montañosos de los Alpes. Después de superar el Col de Leschaux a una altitud de 897 metros, la ruta continúa en dirección ascendente hasta alcanzar la Crêt de Châtillon, cuya cumbre se sitúa a 1.699 metros sobre el nivel del mar. El recorrido ofrece vistas espectaculares de los Alpes, el Mont Blanc, el Lago de Annecy y el entorno natural circundante. La carretera serpentea por bosques densos, prados alpinos y aldeas típicas de montaña, lo que hace que el viaje sea tan atractivo como desafiante.
El ascenso al Semnoz ha ganado gran renombre en el mundo del ciclismo, especialmente por su inclusión en el Tour de Francia. La montaña se hizo particularmente famosa en la etapa 20 del Tour de Francia 2013, cuando el ciclista colombiano Nairo Quintana logró una espectacular victoria, consolidando su reputación como uno de los mejores escaladores del mundo. El puerto es conocido por sus pendientes pronunciadas y la variabilidad del terreno, lo que lo convierte en un reto técnico para los ciclistas, que deben enfrentarse a un desnivel positivo acumulado de más de 1.250 metros. Las rampas más exigentes se encuentran en los últimos kilómetros antes de alcanzar la cima del Semnoz, con inclinaciones que pueden superar el 10%, haciendo que el ascenso requiera una resistencia física considerable.
El trayecto desde Saint-Jorioz hasta la cima sigue un recorrido de unos 25 km con una media del 5% y un desnivel alrededor de los 1200 m. A lo largo de esta distancia, los ciclistas se enfrentan a secciones de moderada pendiente en los primeros kilómetros hasta Saint-Eustache, con algo de descanso antes del Col de Leschaux. Se puede ascender por la D10 o la D10b, algo más sinuosa y pintoresca. Una vez en la cima de la Crêt de Châtillon, la vista recompensa el esfuerzo con una panorámica de 360 grados de los Alpes franceses y el Lago de Annecy.
De las diferentes vertientes, destaca por su dureza su vertiente norte, partiendo desde Annecy. En nuestro caso, partimos de unos cuantos kms más al sur, por el camino de Saint-Jorioz (D10), de forma casi paralela a la vertiente de Sévrier (D41).
Los primeros 4 kms, bastante rectilíneos, tienen medias bastante cómodas entre el 3-5%. Transitamos por una zona de residencias sin demasiado tráfico, al ser una vía secundaria. En nuestro viaje encontramos a mucho ciclista.
La vía es en toda esta primera fase estrecha y cada vez más sinuosa. Dejamos atrás unas bonitas vistas del impresionante lago de Annecy.
También alternamos con zonas agrícolas, con una tendencia a ir aumentando la pendiente progresivamente, aunque de forma irregular.
Esta tendencia se puede observar perfectamente en la altimetría, donde tenemos rampas cercanas al 9% junto con tramos de falso llano e incluso algún ligero descenso.
A nuestra derecha, vemos el macizo que forma la Crêt de Châtillon. La vía la bordea hasta llegar a la población de Leschaux.
Después de algo más de 5 kms, la vía es algo más ancha. La vía pierde fuelle y varios kms finales hasta coronar el col de Leschaux no tienen demasiada dificultad.
En esta fase final pasamos por las pintorescas localidades de Saint-Eustache, La Chapelle-Saint-Maurice y finalmente Leschaux, donde termina el paso.
A poco de coronar tenemos un tramo de descenso. En frente tenemos referencia visual de las primeras curvas de herradura del ascenso a Semnoz.
En este sentido, la sensación es algo extraña, ya que coronamos en descenso. Pasado el cartel, unos pocos metros más adelante, se une la vertiente de Sévrier (D912).
Seguimos por la D110 donde iniciamos los 13 kms finales con características más complejas que el trazado hecho hasta ahora.
Después de cinco marcadas curvas de herradura, la vía es un trayecto prácticamente recto, remontando la ladera izquierda de la Crêt de Châtillon.
Rodamos por un terreno de espeso bosque muy tupido y bonito, con algún que otro espacio abierto donde podemos observar el bonito valle y, al fondo, el lago de Annecy.
Los porcentajes a partir del cruce, son muy consistentes, con medias entre el 5-7%, pero que a unos 6 kms de coronar van decayendo.
En estos kms casi falso llano podemos rodar muy rápido, sumando a la poca dificultad, un asfalto en perfecto estado.
Esta dinámica nos acompañará hasta aproximadamente dos kms para coronar, donde aumentaran, de nuevo, los porcentajes hasta el 8-9%.
En este aumento de la pendiente, también cambia el paisaje, dejando la zona boscosa y entrando en un final de prado que nos recordaba mucho al ascenso Prealpino del Col de la Grand-Colombière.
El tramo más exigente es hasta llegar al edificio del fondo de la imagen, el “Chalet Nordique du Plateau”, con un continuo 9-10% superando una generosa curva.
El último km es bastante más suave, con unos porcentajes en torno al 4-5%, para finalmente coronar a una altura de 1670 metros, con espectaculares vistas en días despejados.

COL DE LA MORTE (por Séchilienne)

El Col de la Morte (1368 metros) es un puerto de montaña ubicado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, en el sureste de Francia, en pleno corazón de los Alpes franceses. Su nombre, que puede parecer sombrío, tiene orígenes históricos relacionados con las dificultades y peligros que representaba cruzar este paso en tiempos antiguos, cuando los caminos eran más rudimentarios y las condiciones climáticas severas podían resultar letales. El paso es un punto clave de acceso a la estación de esquí de Alpe du Grand Serre. En su ascenso por Séchilienne, coincide en gran medida con el ascenso al bonito lago de Poursollet.
Aunque el Col de la Morte no es tan famoso como otros colosos alpinos cercanos, pero ha sido incluido en varias ediciones del Tour de Francia (1979 y 2015), como el Critérium du Dauphiné. Este puerto es conocido por ser exigente debido a su inclinación constante y la longitud de su ascenso. El ciclismo en esta zona de los Alpes es una actividad profundamente arraigada, y el Col de la Morte es un destino atractivo para ciclistas de todo el mundo que buscan experimentar la dureza y la belleza de los puertos alpinos franceses. Los ciclistas que conquistan este puerto suelen ser recompensados con paisajes alpinos magníficos y un sentido de logro por superar una subida que, a pesar de no ser de las más extremas en los Alpes, requiere un considerable esfuerzo físico y mental.
Desde la localidad de Séchilienne, que está situada a unos 321 metros de altitud, el ascenso cubre una distancia aproximada de 15,1 kilómetros, con una pendiente media del 6,7%, lo que lo convierte en un desafío significativo para ciclistas. El desnivel total a remontar es de 1007 metros. La carretera atraviesa paisajes montañosos espectaculares, con curvas cerradas y vistas panorámicas de los Alpes. Durante la subida, el terreno alterna entre secciones arboladas y áreas más abiertas que permiten disfrutar de las impresionantes vistas.
Fuente: cyclingcols
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. 
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey, una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final suave en el altiplano donde se asienta la cima del paso y la estación de esquí.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 1 km para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el desvío al lago de Poursollet.
Adentrados en el bonito prado en el entorno del altiplano, seguimos por la D114 con una media hasta coronar de tan solo el 2-3%.
Pasamos una larga recta donde en invierno, con nieve, forma parte del complejo de esquí de Grand Serre, por encima de los 1300 metros.
Finalmente, acabamos coronando a una altura de 1370 metros, dejando en la otra vertiente el valle de la Roizonne.

ASCENSO AL LAGO DE POURSOLLET (por Séchilienne)

El Lago de Poursollet es un pequeño y encantador lago de montaña ubicado en la región de Isère, en los Alpes franceses, específicamente en la comuna de Livet-et-Gavet, a una altitud de 1649 metros. Se encuentra al sureste de la ciudad de Grenoble y es uno de los destinos más pintorescos para los amantes de la naturaleza, el senderismo y el ciclismo de montaña en esta región.
El ascenso en bicicleta al lago de Poursollet se inicia desde la localidad de Séchilienne, situada en el valle del río Romanche, a una altitud aproximada de 310 metros. El angosto camino sigue una ruta de montaña que serpentea a través de densos bosques alpinos, pasando por encantadores paisajes rurales. La carretera, aunque estrecha y con curvas cerradas, está bien asfaltada, lo que permite un ascenso seguro, aunque exigente. El ciclismo de montaña es una actividad muy practicada en los Alpes franceses, y la ruta al lago de Poursollet es ideal para ciclistas que buscan un reto fuera de los ascensos más famosos como Alpe d’Huez o el Col du Galibier, entre otros. La dureza del trayecto y el aislamiento del lago hacen de esta ruta una excelente opción para ciclistas de nivel intermedio o avanzado que deseen entrenar en un entorno natural y tranquilo.
Al no ser una ruta frecuentemente transitada por ciclistas profesionales, el ascenso al lago de Poursollet ofrece una experiencia íntima y cercana a la naturaleza. Además, la belleza del entorno compensa el esfuerzo físico que implica la escalada. El trayecto se recomienda principalmente en verano y principios de otoño, cuando las condiciones climáticas son más favorables y el paisaje está en su esplendor.
Fuente: cyclingcols
El recorrido tiene una longitud aproximada de 23 kms desde con un desnivel acumulado de más de 1.300 metros, lo que lo convierte en un reto considerable para ciclistas. La pendiente media ronda el 6%, pero algunos tramos pueden superar el 10%. A medida que se asciende, se disfrutan vistas impresionantes de los picos circundantes, los bosques y el valle. Al llegar al lago, se abre una postal alpina idílica: un lago cristalino rodeado de prados verdes y montañas imponentes.
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. Pedaleamos por la conocida ruta de la Morte, ya que parte del recorrido forma parte del col de la Morte.
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey. Una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final antes de llegar al desvío del lago de Poursollet donde desciende algo la pendiente.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 9 kms para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el último km antes de coronar el col de la Morte para girar a la izquierda, siguiendo las indicaciones, hacia el lago de Poursollet.
Nada más realizar el giro, aumenta drásticamente la dureza de la escalada, con un km exigente al 9% y máximas que llegan al 11%.
La pista asfaltada, denominada D114E, es muy estrecha, con tramos donde apenas cabe un coche, nada que ver con el ascenso anterior.
Superados los primeros metros de la rampa, mirando atrás, tenemos una impresionante vista del altiplano donde se aposenta el final del col de la Morte.
En cambio, en nuestro caso, la orientación es hacia el norte, donde tendremos que superar varias cerradas y agresivas curvas de herradura.
Los porcentajes se estabilizan bastante y no son tan duros, con porcentajes entre el 6-8%, pero con un asfalto más rugoso y en general en algo peor estado que el anterior.
La pista asfaltada va remontando la ladera derecha paralelos a la carena de montañas donde destaca El Petit Taillefer, con una altura cercana a los 3000 metros.
A 3,5 kms para coronar, después de un km al 8%, tenemos un tramo de descenso que nos aproximará al lago de algo más de 1,5 kms.
El km y medio final, finalizado el descenso, tiene una rampa corta y muy dura que llega al 13%, pero que progresivamente se diluye con un final sube-baja irregular.
Finalmente, pasado el pequeño aparcamiento, tendremos que andar por la pista sin asfaltar de la imagen unos 100 metros hasta llegar al bonito lago de Poursollet.