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PUERTO DE SAHÚN (por Chía)

El Puerto de Sahún (2025 m) es una de las joyas ocultas de los Pirineos de Huesca. A pesar de su altitud, su continuidad y la belleza de su entorno, no figura entre los grandes nombres del ciclismo, en parte porque la mayor parte del recorrido está sin asfaltar, aunque ya está proyectado el asfaltado para 2026. Asimismo, quienes lo afrontan desde Plan, en el valle de Gistaín, descubren una de las ascensiones más duras, regulares y solitarias de toda la cordillera.
El puerto une el valle de Gistaín con el valle de Benasque, atravesando un paso de alta montaña con un trazado que conserva todavía el espíritu de antaño: carretera estrecha, asfalto rugoso y ausencia total de tráfico, lo que lo convierte en una subida muy auténtica. Su vertiente benasquesa, mucho menos practicable al transformarse en pista, limita su proyección ciclista, pero realza todavía más la belleza de la vertiente de Plan, donde la altimetría muestra toda su crudeza: 11,7 km al 8% de media y con rampas que superan el 10% en varias ocasiones.
Desde los primeros metros, el puerto muestra su carácter. No hay apenas falsos llanos ni descansos, y la pendiente se mantiene casi constante por encima del 8%, lo que obliga a una gestión de esfuerzo muy precisa. La carretera gana altura rápidamente, encajonada en el valle, y poco a poco va abriendo panorámicas espectaculares hacia el macizo del Posets, la Sierra de Chía y el siempre imponente Cotiella. El entorno es otro de sus grandes atractivos: bosques de pinos y prados de montaña acompañan la subida hasta que, en la parte final, el paisaje se abre y muestra un escenario de alta montaña pura, con el Refugio de Marradetas como punto culminante. Llegar a sus más de 2.000 metros supone una experiencia ciclista de primer nivel, tanto por el reto físico como por la recompensa visual que ofrece.

📊 Características de la altimetría

  • Distancia: 16,6 km

  • Desnivel: 1149 m

  • Pendiente media: 6,8 %

  • Altitud final: 2.025 m

  • Orientación: Ascenso hacia el norte, dejando atrás el fondo del valle de Chistau y ganando altura en dirección a la divisoria de los valles de Benasque y Gistaín.

  • Características del trazado: Carretera estrecha, de firme irregular, que serpentea entre bosques y prados de alta montaña. La subida destaca por su regularidad en torno al 8 %, aunque con tramos muy duros en su parte inicial. Pasamos de la N-260 a la HU-V-6412.

Fuente: puyatasmaestras.com
El ascenso tiene su inicio en las inmediaciones de Castejón de Sos (898 m), epicentro ciclista del valle de Benasque, y rápidamente se pone seria: los dos primeros kilómetros ofrecen rampas sostenidas del 9,5%, lo que marca un inicio muy selectivo.
Tras este arranque y después de superar un par de curvas de herradura, la pendiente se mantiene dura con porcentajes del 7-8%, atravesando un entorno boscoso que ofrece algo de sombra. A estas alturas, el puerto ya ha dejado claro que no dará tregua.
Al llegar a Chía (3,4 km), el paisaje se abre y permite disfrutar de vistas del macizo del Posets y la Sierra de Chía. El paso por el pueblo aporta un respiro visual, aunque la pendiente sigue siendo exigente.
Atravesamos la pequeña población y seguimos las indicaciones para continuar por una rampa exigente, alrededor del 10%, pero ya sin asfalto. La pista es perfectamente ciclable para bicicleta de gravel.
Entre los kilómetros 4 y 6 aparece un tramo algo más suave, con rampas al 2-4%, que permiten recuperar fuerzas. Sin embargo, es un espejismo antes de la parte más regular y sostenida de la ascensión.
El trazado cuenta con varios sectores, cortos, cimentados. La mayoría son lugares con bastante pendiente, zonas sombrías o curvas de vaguada.
A partir del km 7 comienza el verdadero “muro constante” de Sahún: más de 8 kilómetros seguidos por encima del 7%, sin apenas descansos, lo que exige un esfuerzo continuo y muy medido.
El entorno natural es espléndido: bosques de pino, praderas y panorámicas crecientes sobre el valle de Benasque acompañan al ciclista. El puerto se siente cada vez más solitario y auténtico.
Entre los kilómetros 9 y 12, la carretera alterna rampas largas al 8-9% con pequeños descansos al 6-7%. Aquí es donde se consolida la dureza del puerto, con un trazado serpenteante y vistas espectaculares.
En el km 13 encontramos un ligero alivio, con rampas al 6-7%. No obstante, las piernas ya acumulan mucho desgaste, y la altitud empieza a notarse, sobre todo en jornadas calurosas.
El ascenso final hacia los 2.000 m recupera la intensidad, con porcentajes del 7-8% en los últimos kilómetros. La regularidad es tal que recuerda a los grandes puertos franceses del Pirineo.
Antes de coronar, un desvío a la derecha lleva a la cascada d’es Praus, un rincón natural muy atractivo que enriquece aún más la experiencia cicloturista de la zona.
En el km 15,9 aparece el Mirador de Sahún, un punto panorámico privilegiado que regala una de las mejores vistas del valle de Benasque y del macizo del Aneto-Maladeta.
La cima se alcanza a 2.025 m, en un collado amplio y despejado que marca la frontera entre los valles de Benasque y Gistaín. Es un lugar de alta montaña puro, con un ambiente muy especial.
En conjunto, el Puerto de Sahún por Castejón de Sos es un coloso pirenaico en toda regla: largo, constante, con porcentajes muy serios y un entorno natural inmejorable. Su dureza y belleza lo convierten en uno de los grandes puertos ocultos de los Pirineos y aún más cuando sea un paso todo asfaltado.

ASCENSO AL MONCAYO (por Tarazona)

El Moncayo, con más de 2300 m de altitud, es la cumbre más elevada de todo el Sistema Ibérico y un símbolo tanto natural como cultural de Aragón. Su silueta domina el horizonte y está rodeada de un rico entorno de bosques de hayas, pinares y pastizales de alta montaña, lo que lo convierte en un lugar de gran atractivo para montañeros, excursionistas y cicloturistas. A nivel paisajístico, representa una transición entre la meseta castellana y el valle del Ebro, con panorámicas amplias y espectaculares.
Para los ciclistas, se trata de una subida larga y constante, donde la verdadera dureza reside en la acumulación de kilómetros. El ascenso por la vertiente de Tarazona ofrece más de 24 km de recorrido con un desnivel total de 1085 m. Aunque la pendiente media es moderada, en torno al 4,5%, la falta de descansos obliga a un esfuerzo continuo. El tramo final, además, presenta una pista de tierra transitable, lo que añade un punto de singularidad al recorrido.

📊 Características de la altimetría

  • Distancia: 24,4 km

  • Desnivel: 1.085 m

  • Pendiente media: 4,5 %

  • Altitud final: 1.565 m

  • Máxima rampa: 9 %

  • Orientación: El trazado asciende en dirección sur hacia el macizo, con orientación variable, alternando tramos expuestos al sol y otros más protegidos en zonas de bosque.

  • Características del trazado: Subida larga, tendida y regular, con ausencia de descansos significativos; últimos 5 km en pista de tierra compacta, transitable en bici de carretera si el firme está seco.

Fuente: altimetrias.net
El inicio en Tarazona (480 m) presenta rampas suaves al 2-3%, que permiten entrar en calor sin agobios y disfrutar del arranque, con una orientación hacia el sur transitando por la CV-610.
En los primeros kms, el trazado es abierto y sin sombra, especialmente estivales, lo que en días soleados endurece la sensación de esfuerzo.
Santa Cruz del Moncayo marca el primer hito (km 3), con tramos de hasta el 5,5% que elevan el tono del inicio.
El paso junto a Los Fayos y la presa del Val combina paisajes atractivos con pendientes que rondan el 4-5%. Los podemos observar mirando hacia el este.
Después de varias rotondas cogemos el desvío al Moncayo desviándonos hacia el norte por la ZP-5404/ SO-382.
Entre el km 5 y 9 la carretera se mantiene estable en torno al 3-4%, ideal para encontrar cadencia, con un paisaje seco del intenso verano de la zona.
A partir de Vera de Moncayo (km 10), el macizo aparece más próximo, y las rampas recuperan fuerza hasta el 5%.
La llegada a San Martín (km 12-13) incrementa el esfuerzo con pendientes que superan puntualmente el 6%.
Tras este tramo exigente, el bosque empieza a envolver la carretera, regalando sombra y frescor al ciclista. Dejamos a la derecha la SO-382 que se adentra en Castilla-León (Soria).
Agramonte (km 15) es un punto clave: un lugar de descanso y también referencia simbólica en el ascenso. Disminuye la anchura del trazado pero el asfalto se encuentra en perfecto estado.
Desde aquí, el trazado mantiene una pendiente constante del 4-5%, sin respiros, lo que refuerza la sensación de dureza. De repente se convierte en una zona húmeda y tupida por el denso bosque.
En el km 18 la continuidad de la pendiente empieza a pasar factura, acumulando desgaste muscular. Superamos diferentes y generosas curvas de herradura, siempre con una dureza ponderada y estable bajo el manto de un gran hayedo.
Cada 2/3 kms hay en el trazado diferentes aparcamientos acondicionados con fuentes donde parten varios senderos hacia la cima.
Alrededor del km 20-21, a partir del área de descanso de la Fuente de los Frailes, marca un cambio radical: desaparece el asfalto y la pista de tierra compacta exige más atención al pedalear. Es un trazado ciclable con bicicleta de carretera, salvo el final, que es factible, pero hay que ir con cuidado.
Este tramo de pista, aunque transitable, obliga a ajustar el ritmo y controlar la trazada, sobre todo en rampas. Los porcentajes siguen siendo estables, tan solo perjudica el rodar por un terreno más inestable.
Después de 2 kms sobre el 4%, los últimos 2 kms son algo más exigentes, con rampas que llegan al 5-6%. 
Una vez pasado el último aparcamiento antes del tramo final, el de Haya Seca, a 500 metros del santuario, el ancho de la pista se reduce y aumenta la cantidad de piedras.
Superamos una pequeña colina incrustada en el macizo rocoso donde se asienta el santuario, pero no tenemos ninguna referencia visual.
Finalmente, llegamos a la cima, a 1565 m, que nos premia con amplias vistas del valle del Ebro y del Moncayo, la mejor recompensa tras 24 km de esfuerzo continuo.

PUERTO DE VILLAROSARIO (por Noguera de Albarracín)

El Puerto de Villarosario, también conocido como La Mata, se sitúa en plena Sierra de Albarracín (Teruel), uno de los enclaves más montañosos y bellos del Sistema Ibérico. A pesar de su relativa corta longitud, apenas 6,2 km, se trata de una subida intensa que encadena rampas duras y tramos exigentes, con un paisaje espectacular dominado por pinares y la soledad típica de esta zona. Su ascensión está marcada por su irregularidad, alternando descansos con fuertes repechos que alcanzan hasta el 12% de pendiente máxima, lo que le da un carácter explosivo y muy atractivo para el cicloturista.
La carretera es estrecha y tranquila, poco transitada, lo que añade un plus de autenticidad al ascenso. No se trata de un gran puerto de paso, sino de una subida secundaria que sorprende por su dureza concentrada y su capacidad de hacer daño en rutas encadenadas de la Sierra de Albarracín.

📊 Altimetría 

  • Longitud: 6,2 km

  • Desnivel: 373 m

  • Pendiente media: 6,0%

  • Pendiente máxima: 12%

  • Altitud: 1.700 m

  • Características: Subida corta, pero bastante exigente, con tramos irregulares y rampas que obligan a cambios de ritmo continuos. El ascenso se realiza en dirección este-oeste, protegido en gran parte por bosques y con un entorno natural solitario. Rodamos por la A-2709.

Fuente: altimetrías.net
El ascenso arranca en las inmediaciones de Noguera de Albarracín, con un inicio ya en torno al 3-4%,
que marca el tono inicial del ascenso, con porcentajes moderados.
Tras el arranque, aparece un kilómetro al 5%, con una rampa puntual del 10 % que obliga a ponerse en serio desde muy temprano.
El entorno es muy atractivo: una carretera estrecha rodeada de bosques, con un trazado serpenteante que hace que el puerto gane encanto cicloturista.
A partir del km 2, la pendiente se consolida alrededor del 6-6,5%, ofreciendo continuidad y sensación de esfuerzo sostenido.
El tercer km es uno de los más exigentes, con una media superior al 6,5 %, y apenas margen para recuperar.
La irregularidad se mantiene con pequeños cambios de pendiente, lo que obliga a gestionar bien los desarrollos para no gastar demasiado pronto.
Entre los km 3 y 4 se alcanza el tramo más duro: la carretera se empina con un pico del 12%, el verdadero muro del puerto.
Tras ese muro, no hay descanso: los porcentajes se mantienen en torno al 6-7 %, encadenando dureza sin apenas falsos llanos.
En el km 5, la pendiente alcanza de nuevo valores altos, con rampas cercanas al 7,5%, lo que consolida un final muy exigente.
La cima se alcanza a 1.700 m de altitud, en un entorno de gran belleza natural. El ciclista se lleva la satisfacción de haber superado un puerto corto pero explosivo, ideal para romper el ritmo en rutas de media montaña.

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