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PASSO DI RESIA/ RESCHENPASS (por Sluderno/ Schluderns)

El Passo di Resia (Reschenpass, 1504 m) es uno de los puertos más transitados y emblemáticos del Tirol del Sur, famoso por su vertiente que asciende desde el valle de Venosta. Más allá de ser un paso alpino fronterizo entre Italia y Austria, estratégico y muy transitado, tiene un fuerte componente histórico y cultural, pues ha sido vía de comunicación entre el norte y el sur de Europa desde la época romana. Hoy en día es un puerto ancho, con un tráfico importante, pero también con rincones de gran belleza natural, como el Lago di Resia, con su icónico campanario sumergido.
Desde el punto de vista cicloturista, no es un puerto extremo, sus más de 25 km de longitud y tramos mantenidos por encima del 5% en su primera mitad le dan carácter y dureza acumulada, especialmente en rutas largas. Su vertiente desde Sluderno (Schluderns) es la más utilizada en ciclismo, ofreciendo un ascenso progresivo hasta la frontera austriaca, en un entorno abierto y panorámico. El paso ha tenido presencia en el Giro de Italia, generalmente como puerto de paso en etapas de gran kilometraje alpino, siendo un punto de enlace hacia los grandes colosos de la región como Stelvio, Umbrail o incluso Ofenpass.

📈 Altimetría

  • Longitud: 25,3 km

  • Desnivel: 632 m

  • Altitud máxima: 1.504 m

  • Pendiente media: 2,3%

  • Pendiente máxima: 7-8% 

  • Características: puerto muy tendido, con una primera parte más exigente hasta superar Burgusio, y luego un largo falso llano hasta la cima. Rodamos por la SS40 con mucho tráfico o es posible también por carril bici.

Fuente: cyclingcols
El inicio en Sluderno (Schluderns, a 915 m) ya plantea pendientes en torno al 5-6%, marcando un arranque sostenido en carretera ancha y con bastante tránsito.
Los primeros 3-4 km son los más regulares del inicio, con rampas al 5% que permiten entrar en ritmo sin grandes cambios de pendiente.
La carretera va ganando altitud sobre el valle del Adigio, ofreciendo buenas vistas a los viñedos y campos que tapizan la ladera.
Hacia Malles (Mals), las rampas siguen siendo serias, manteniendo medias del 4-5%, lo que da cierta sensación de estar en un puerto clásico alpino.
Cabe tener en cuenta que la vía SS20, bastante peligrosa, con mucho tráfico pesado y sin arcén, de manera que hay un carril bici con un recorrido por las poblaciones interesante.
Tras superar la zona urbana, la carretera se endurece puntualmente, con alguna rampa que roza el 7-8%, lo más exigente del puerto, con enormes curvas que remontan el valle.
A la altura de Burgusio (Burgeis), el puerto entra en su tramo más interesante, con curvas amplias y pendiente estable alrededor del 5%.
La zona de Slingia y Monteplair ya presenta falsos llanos, con pendientes del 2-3%, que permiten rodar con más facilidad.
Una vez llegamos a la población de Casa dei Percatori, donde se encuentra un primer lago, el lago della Muta. Los porcentajes disminuyen completamente.
A partir de aquí, la sensación cambia: más que un puerto de montaña, parece un largo repecho alpino, con largas rectas y muy poca dureza.
Visualmente, vemos la diga del embalse de Resia y en breve podremos observar el gran lago, con la vía en el margen derecho.
A partir de aquí, la sensación cambia: más que un puerto de montaña, parece un largo repecho alpino, con largas rectas y muy poca dureza.
El entorno es amplio y despejado, siguiendo el curso del valle, con paisajes de gran amplitud típicos del Tirol del Sur. La vía pasa por varios cortos túneles.
La llegada al Lago di Resia es el gran aliciente: un entorno espectacular con el famoso campanario emergiendo de sus aguas.
En el sector del campanario sumergido en el lago, hay un tramo prohibido para las bicicletas, de manera que tenemos que seguir el carril bici y salir hacia el norte por el aparcamiento de nuevo a la SS20.
En el último tercio del ascenso, entre San Valentino alla Muta y el lago, la pendiente se vuelve casi inexistente, oscilando entre 0% y 2%.
La cima del Passo di Resia (1504 m) se alcanza tras un falso llano que apenas parece un puerto, pero con el atractivo de ser una gran vía de comunicación alpina y un punto cargado de historia.

COLLE DEL SOMMELIER (por Bardonecchia)

El Colle del Sommeiller (2993 m) es uno de los puertos ciclables más altos de Europa y un verdadero mito para los amantes del ciclismo de aventura y del cicloturismo extremo. Se sitúa en el Valle de Susa, en el Piamonte, y asciende desde Bardonecchia hasta rozar los 3.000 metros de altitud, en un entorno de alta montaña absolutamente espectacular. Su fama no radica solo en su altitud, sino en el tipo de ascensión: un recorrido largo, exigente y con una parte final sobre pista no asfaltada, que convierte la experiencia en un desafío tanto físico como técnico.
El paso, solo accesible por Italia y ha sido en varias ocasiones escenario de marchas cicloturistas de prestigio, como la mítica Assietta Legend o retos personales de quienes buscan alcanzar una de las cimas más altas a las que puede llegar una bicicleta de btt o gravel. 
La dureza de su pendiente, unida a la falta de oxígeno en altitud y a las condiciones variables del terreno, lo convierten en una ascensión que va más allá del esfuerzo deportivo: es un viaje al corazón de los Alpes, donde se mezclan paisajes glaciares, cascadas, refugios de montaña y un silencio imponente. Llegar a su cima es alcanzar un lugar donde pocas carreteras llegan, un verdadero símbolo del ciclismo épico y de aventura.

Altimetría

  • Longitud: 24,7 km

  • Desnivel total: 1.688 m

  • Pendiente media: 6,8 %

  • Pendiente máxima: 13 % (en rampas sueltas)

  • Cota máxima: 2.995 m

  • Orientación: Sur – Norte

  • Características: Subida larga y de gran fondo, con primera parte asfaltada y un tramo final de pista dura y exigente. Paisajes alpinos que se transforman desde bosques hasta un ambiente glaciar.

Fuente: vadegravel.com
El inicio en Bardonecchia, a unos 1312 m, ya arranca con dureza, con rampas sostenidas al 7-8%, con una orientación hacia el norte y perfectamente asfaltada.
La salida de la localidad marca el paso de un entorno urbano al valle alpino, donde la carretera se estrecha muchísimo y pasamos por angostas y cerradas curvas de herradura.
En estos kms iniciales vertiginosos, pasamos por el pequeño núcleo de Issard, con porcentajes algo más suaves, en torno al 5-6%.
Asimismo, en los primeros 5 km, la pendiente media se sitúa en torno al 7%, sin apenas descansos, un anticipo de lo que será la ascensión. Pasamos durante varios kms por una densa zona boscosa.
El tramo hacia Rochemolles mantiene la exigencia, con rampas al 8-9 % y un paisaje que ya empieza a ofrecer vistas más abiertas.
El cruce de Rochemolles es un punto simbólico: a partir de aquí la carretera deja de ser asfaltada y comienza la pista de montaña. Poco más tarde nos topamos con el peaje para vehículos a motor.
Tras el pueblo, la pendiente no afloja, con kilómetros enteros al 8-9 %, combinando firme irregular y mayor dificultad técnica. Este tramo se adapta perfectamente a una bicicleta de gravel.
De nuevo enlazamos varias curvas de herradura, con dos kms realmente duros, del 6 al 8, con porcentajes muy estables alrededor del 9-10% y máximas que llegan al 12%.
Superadas las horquillas, el recorrido es algo más rectilíneo y desciende por un momento la dura pendiente al acercarnos a la zona del lago.
El paso junto al Lago di Rochemolles (1979 m) ofrece un entorno espectacular, con un breve tramo más suave que permite recuperar algo de fuerzas, con porcentajes de falso llano.
La carretera bordea el embalse con vistas inolvidables, antes de volver a empinarse con dureza hacia los refugios de altura.
Las pendientes en este tramo (km 12-14) se sitúa entre el 6-7%, dejando atrás las últimas zonas boscosas y adentrándonos, ya por encima de los 2000 metros, en zona de prado alpino.
El recorrido, aunque no se vea reflejado demasiado en las imágenes, está lleno de caminantes y vehículos a motor. Es un lugar muy popular en este sentido, especialmente los fines de semana.
Pasado el Rifugio Scarfiotti (2165 m), entramos en el tramo más duro del ascenso, donde se presentan rampas que vuelven a superar el 9%, un sector clave donde la fatiga empieza a acumularse.
Desde el refugio, el puerto se adentra en un entorno de alta montaña, con paisajes cada vez más áridos y de aspecto glaciar. 
Superaremos en varios kms 16 espectaculares curvas de herradura, con porcentajes máximos que llegan al 12-13%, en una pista aún perfectamente ciclable con bicicleta de gravel, pero cada vez con más piedras.
Pasadas las impresionantes curvas, con un piso árido y polvoriento, desciende algo la pendiente sobre el km y se estabiliza durante casi dos kms al 5%.
Al pasar por el pequeño altiplano de Plan dei Frati, afrontamos la fase final del paso, aproximadamente a 6 kms para coronar.
La falta de oxígeno comienza a notarse por encima de los 2500 m, donde cada metro ganado exige un esfuerzo descomunal. 
También disminuye la calidad del trazado, con unos kms finales más aptos para btt que para bicicleta de gravel.
La pendiente media del tramo final se sitúa en el 8%, con largas rectas donde la dureza psicológica se suma al desgaste físico.
Los últimos 3 km son los más espectaculares: paisaje alpino desnudo, cascadas, neveros en verano y un silencio absoluto solo roto por los motores de los vehículos al alcanzarnos.
La pista se estrecha y la pendiente alcanza de nuevo cifras cercanas al 10%, haciendo del desenlace un muro de resistencia.
El último km, con curvas de herradura y firme suelto, obliga a una pedalada constante y técnica, especialmente en bici de gravel.
Las diversas curvas acaban en una recta donde intuimos el final del paso entre dos rocosas colinas, cercanos a los 3000 metros.
La cima del Colle del Sommeiller (2993 m) recompensa todo el esfuerzo: un balcón único sobre los Alpes, considerado por muchos como la “cima de las cimas” del cicloturismo europeo.
En la cima hay un refugio junto al lago de Sommelier, a pocos metros de la frontera francesa. Entre macizos rocosos se encuentra lo que queda del glaciar, muy perjudicado en meses estivales. 
En definitiva, estamos ante uno de los grandes pasos alpinos, que estarán en el recuerdo para siempre en cuanto a dureza y belleza.

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