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PASSO DI MONTE GIOVO/ JAUFENPASS (por Gasteig/ Casateia)

El Passo di Giovo (2094 m) es una de las grandes ascensiones del Tirol del Sur, uniendo el valle de Isarco con el valle de Passiria. Su carretera panorámica, estrecha y serpenteante, atraviesa bosques, praderas alpinas y zonas de alta montaña, ofreciendo al ciclista un escenario de enorme belleza natural. Aunque no alcanza la altitud de otros gigantes alpinos, el paso destaca por su regularidad, la exigencia de su pendiente y su papel estratégico en los enlaces entre los grandes puertos del Tirol.
En la historia del Giro de Italia, el Jaufenpass ocupa un lugar interesante desde su primera inclusión en 1961, cuando Jacques Anquetil y Charly Gaul luchaban por la maglia rosa en aquellas etapas alpinas memorables. Desde entonces, el puerto se ha convertido en un paso recurrente, utilizado en numerosas ediciones como puerto de enlace antes de colosos como el Passo Pennes o el Passo Rombo. A lo largo de los años, corredores de la talla de Franco Chioccioli, Claudio Chiappucci o Gilberto Simoni han pasado en cabeza por sus rampas, dándole al puerto un aura épica en la alta montaña.
Su posición estratégica en la geografía alpina lo ha convertido en un clásico tanto para la competición como para el cicloturismo. Hoy en día, es uno de los grandes destinos para los amantes de la bicicleta, con ambas vertientes (Vipiteno y San Leonardo) ofreciendo esfuerzos prolongados, pendientes constantes y un entorno alpino de gran belleza. Para el cicloturista, afrontar el Jaufenpass supone entrar en el corazón de los Alpes del Tirol del Sur, en rutas que suelen combinarse con otros puertos míticos como el Passo Pennes o el Passo Rombo.

Fuente: cyclingcols
📊Altimetría por Gasteig/ Casateia

  • Longitud: 15,5 km

  • Pendiente media: 7,1 %

  • Desnivel total: 1.107 m

  • Orientación: Sureste

Se trata de una ascensión larga y exigente, muy constante en su trazado, con pocos descansos y varias rampas duras que superan el 10%. Es un puerto de ritmo, donde la gestión del esfuerzo resulta fundamental para coronar en buenas condiciones. Asimismo, la vertiente desde San Leonardo in Passiria es la más larga y algo más dura. Se trata de una subida muy constante, con largas secciones en torno al 7-8%, sin apenas descansos. 
Con una orientación hacia el sureste, partimos desde Vipiteno/Sterzing, pasando de la SS12 a la SS44, por una vía ancha, en perfecto estado y con bastante tráfico.
El inicio dirección Gasteig/Casateia es engañoso, con rampas suaves en los primeros metros que permiten calentar, pero pronto la carretera se empina y marca el carácter exigente del puerto.
Entre el km 1 y 3, la pendiente se estabiliza en torno al 7-8%, sin apenas respiros. Desde este tramo ya se percibe la regularidad del Jaufenpass, sin tregua para recuperar.
A la altura de Burgumhof, la carretera se estrecha ligeramente y comienza una sucesión de curvas de herradura que acompañará gran parte del ascenso, ofreciendo un ritmo muy constante.
Del km 4 al 6, la pendiente sigue firme en el 7-8%, rodeada de densos bosques alpinos. El paisaje se va cerrando y la sensación es de estar adentrándose en plena montaña.
Pasado el km 6, el puerto muestra algunas rampas más duras que rozan el 9%, aunque siempre dentro de una regularidad que lo hace escalable, ideal para mantener un paso constante.
En la zona de Calice/Kalch, alrededor del km 7-8, aparecen los primeros claros en el bosque, con vistas al valle de Isarco y a las cumbres circundantes, lo que da un respiro visual al esfuerzo.
La segunda mitad de la ascensión mantiene la tónica: pendientes sólidas en torno al 7-8%, sin falsos llanos. La dificultad está en la continuidad, pues casi nunca baja del 6%.
Alrededor del km 9, la carretera describe nuevas curvas cerradas que ayudan a gestionar la dureza del puerto. Estas lazadas, entre denso bosque de abetos, se convierten en tramos icónicos del Jaufenpass.
Hacia el km 10-11, se alcanzan los sectores más exigentes con puntas del 8-9%, donde el cansancio empieza a acumularse y obliga a una gestión inteligente del desarrollo.
Cerca del desvío al núcleo de Kalcheralm, aproximadamente en el km 12, se atraviesan zonas más abiertas, con praderas alpinas y vistas que anuncian la cercanía de la alta montaña. La pendiente no concede tregua.
El tramo final, del km 13 al 15, se endurece con varias rampas en torno al 8-9 %, donde la altitud y el esfuerzo prolongado hacen mella en las piernas del ciclista.
En este sector, la carretera serpentea con curvas de herradura espectaculares, ofreciendo una panorámica de gran belleza sobre el valle de Vipiteno y las montañas del Tirol del Sur.
El puerto no presenta grandes descansos, lo que lo convierte en un ascenso de pura resistencia, muy diferente a otros pasos alpinos que alternan rampas con falsos llanos.
A medida que se aproxima la cima, la vegetación se va despejando y la montaña se muestra en toda su magnitud, creando un ambiente de alta montaña que incrementa la épica del ascenso.
Coronamos el Passo di Giovo a una altura de 2094 m, en una zona amplia y panorámica, con vistas privilegiadas hacia ambas vertientes. El ciclista alcanza aquí uno de los grandes balcones alpinos del Tirol, coronando tras un esfuerzo largo, constante y exigente.

PASSO DI PENNES/ PENSERJONCH (por Vipiteno/ Sterzing)

El Passo di Pennes/ Penserjonch (2211 m) se sitúa en pleno corazón del Tirol del Sur, enlazando el valle de Isarco con el Sarntal. Es un puerto muy alpino, rodeado de praderas altas y con panorámicas abiertas desde media ascensión, lo que le da un aire de gran montaña. Aunque menos mediático que otros pasos cercanos, su dureza y belleza lo convierten en un tesoro para el cicloturismo.
En el Giro de Italia ha tenido presencia en varias ediciones, siendo protagonista en 2019 (aunque sin clasificación de puerto), y antes en 2009, cuando formó parte de una durísima jornada de alta montaña. A lo largo de los años, el Pennes ha sido paso de transición en etapas que buscaban desgaste antes de los grandes colosos, aunque para los cicloturistas es mucho más que eso: una carretera solitaria, paisajística y con una exigencia constante que lo convierte en un desafío inolvidable.

📊 Altimetría general – Vipiteno (vertiente norte)

  • Longitud: 15,8 km

  • Pendiente media: 8%

  • Desnivel total: 1271 m

  • Orientación: Sur

Ascensión de gran regularidad, con una primera parte algo más suave y un tramo central y final muy exigente, con largas secciones al 8-10%. El puerto no ofrece descansos, lo que incrementa la sensación de dureza. Asimismo, la vertiente sur desde Bolzano y el valle de Sarentino es más larga y tendida que la del norte, aunque acumula mucho desnivel. La ascensión alterna falsos llanos y tramos suaves con sectores más exigentes al 7-8%, lo que la hace muy irregular y propicia para ataques sorpresa.
Fuente: cyclingcols
La salida desde Vipiteno por la SS508 (945 m) arranca en un ambiente urbano, con pendientes muy suaves que permiten calentar sin gastar demasiadas fuerzas.
Tras el primer km, la carretera se estrecha y gana inclinación, situándose ya en el 5-6%, preludio de lo que será el tono general de la subida. El ambiente es boscoso, con vistas al valle del Isarco.
Entre el km 3 y 5 aparecen rampas más duras, llegando al 10-11% en algún punto, obligando a entrar en ritmo de ascenso serio. Son algo más de 2 kms duros y regulares, sin tregua.
La carretera mantiene un trazado bastante rectilíneo, con pocas curvas de herradura, lo que acentúa la sensación de monotonía y esfuerzo continuo. La pendiente se estabiliza en el 8-9%.
El tránsito por Egg/Dosso supone un ligero respiro visual, con vistas al valle, pero la pendiente no baja del 7%.
La vía gira a partir del desvío a esta pequeña localidad hacia el suroeste, transitando por zona de bosque bastante espesa.
A medida que se asciende, los bosques empiezan a clarear, abriéndose a paisajes más amplios y panorámicas espectaculares sobre el valle del Isarco.
Los kms intermedios se convierten en un terreno psicológico: no hay descansos y la pendiente rara vez baja del 8%.
El trazado carece de grandes curvas cerradas, y en su lugar ofrece rampas directas que ponen a prueba la capacidad de mantener un pedaleo constante. Las cuatro únicas, casi enlazadas, se encuentra a unos 5 kms para coronar, punto de inflexión para endurecer los kms finales.
A partir del km 11, el puerto se endurece aún más con rampas que alcanzan el 10%, coincidiendo con una carretera más solitaria.
El tramo que conduce hacia el desvío de Berglalm es uno de los más exigentes, con largas rectas y una pendiente que no da tregua.
En los dos últimos kms se mantienen rampas del 9-10%, en un ambiente de alta montaña, ya por encima de los 2000 m de altitud.
La vegetación desaparece casi por completo, dejando paso a praderas alpinas y un entorno abierto donde el viento puede influir. Es un final intenso y que se hace largo, con referencia visual del albergue Alpenrosenhof en la cima.
La cima del Passo di Pennes (2211 m) se alcanza en un collado abierto y panorámico, donde la sensación de aislamiento y grandeza alpina recompensa todo el esfuerzo previo. En nuestro caso, desgraciadamente, se presentó una fuerte tormenta.

PASSO STALLER/ STALLER SATTER (por Niederrasen/Rasun di Sotto)

El Passo Staller o Staller Sattel en alemán es un puerto de alta montaña que conecta el valle de Anterselva, en Italia, con el valle de Defreggen, en Austria. Su vertiente italiana destaca por un arranque muy suave en un entorno de praderas y pequeños núcleos alpinos, para luego transformarse en un ascenso mucho más exigente en la parte final, cuando la carretera se adentra en el bosque y afronta rampas de dos dígitos. La subida combina largas zonas de pedaleo fácil con tramos duros y encadenados. Su cima, a 2052 metros, ofrece vistas espectaculares del lago Obersee y de las montañas del Parque Natural Vedrette di Ries-Aurina.
En la historia del ciclismo, el Passo Staller quedó grabado en el Giro de Italia de 1994, cuando Claudio Chiappucci coronó en primer lugar esta ascensión, liderando un grupo reducido tras una exigente jornada alpina que puso a prueba tanto la resistencia como la táctica de los favoritos. Aquella etapa mostró el potencial de este puerto para decidir carreras gracias a su encadenado con otras cimas cercanas y a su tramo final explosivo. Hoy, más allá de la competición profesional, el Staller se ha convertido en un objetivo muy apreciado por los cicloturistas. Su vertiente italiana ofrece un recorrido progresivo, perfecto para disfrutar del paisaje y, a la vez, afrontar un reto físico notable.
 

Altimetría

  • Longitud: 23,0 km

  • Pendiente media: 4,5%

  • Desnivel total a superar: 1304 m

  • Orientación predominante: Noroeste.

El perfil presenta una primera mitad muy suave, con varios kilómetros por debajo del 4%, seguida de un tramo central exigente y un final muy duro con varias rampas al 10% y 11%, lo que hace que la dureza real esté muy concentrada en la segunda parte.
Fuente: cyclingcols
Salida en los alrededores de Rasun di Sotto, pasando de la caótica SS49 para desviarnos hacia el norte por la SP44, con una carretera ancha y muy tendida, rodeada de prados alpinos y casas típicas de madera, ideal para empezar a calentar sin gastar energías.
El tramo inicial hasta Niederrasen es prácticamente llano, con pendientes del 2%, lo que permite disfrutar del paisaje y rodar con facilidad. La cosa cambia si cogemos la variante que pasa al oeste de estas dos localidades, con una rampa que llega al 7-8%, como fue en nuestro caso.
Entre Niederrasen y Obertassen, la carretera se mantiene dócil, con largas rectas que invitan a rodar a ritmo constante.
La llegada a Anterselva di Sotto marca el comienzo de un leve incremento en la pendiente, que ya empieza a estabilizarse en torno al 4-5 %.
Desde aquí, el valle se va cerrando poco a poco, con paredes boscosas a ambos lados y un trazado que alterna rectas con curvas amplias.
En Anterselva di Mezzo, el puerto empieza a mostrar su carácter alpino, y la pendiente se mantiene firme alrededor del 5-6 %, sin rampas duras aún.
El cruce hacia Antholz Mittertal ofrece un tramo protegido por el bosque, ideal para refugiarse del viento, con pendientes suaves que permiten regular bien el esfuerzo.
Al llegar a Antholz Obertal, el trazado cambia radicalmente: las rampas se sitúan en el 7-9%, la carretera se estrecha y el ambiente se vuelve más de alta montaña. Destaca una primera rampa dura de casi un km entre el 10-11%.
Entre el km 9 y el 8, se afronta el primer sector exigente, con un kilómetro entero rondando el 10%, que obliga a emplear desarrollos cortos.
Tras ese esfuerzo, un breve falso llano permite tomar aire antes de encarar otro largo tramo constante al 8 %, muy exigente si se rueda fuerte.
La zona del Biathlon Center añade un punto pintoresco: se pasa junto a las instalaciones deportivas con un fondo de picos ya sin nieve, bordeando el bonito lago de Anterselva (Antholzersee).
Las características de la vía cambian por completo. Se estrecha muchísimo la vía, se endurece muchísimo superado el lago y hay un semáforo de subida y bajada de vehículos. 
Entramos en una espesa zona boscosa de abetos que, de tanto en tanto, nos ofrece impresionantes panorámicas del valle. La calidad de la vía, aunque estrecha, es buena.
A aproximadamente 4,5 kms para coronar, situados en el pequeño núcleo del refugio Genziana, tenemos varios km con una media constante entre el 9 y el 11% con máxima al 12-13% en tramos cortos.
En este tramo comprometido, atravesando el espeso manto boscoso, hay un túnel no muy largo, pero sin ningún tipo de iluminación en curva.
Una vez pasado el túnel, a unos 3,5 kms para coronar, desacelera algo la dureza y se estabiliza entre el 8-9%. 
Este recorrido final, angosto y caprichoso, es espectacular, con un total de 8 curvas de herradura cada vez más curtas y cerradas.
Entrados ya en los últimos 2 kms, pasamos por una segunda rampa a destacar intensa con porcentajes que llegan al 11-12%.
La cima se alcanza en un entorno idílico, junto a un pequeño lago alpino que marca la frontera con Austria, un lugar perfecto para detenerse y admirar el paisaje.
Progresivamente, va desacelerando la pendiente, estabilizándose en el 7-8% para acabar coronando este impresionante paso a una altura de 2052 metros.

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