ASCENSO AL LAGO DE POURSOLLET (por Séchilienne)

El Lago de Poursollet es un pequeño y encantador lago de montaña ubicado en la región de Isère, en los Alpes franceses, específicamente en la comuna de Livet-et-Gavet, a una altitud de 1649 metros. Se encuentra al sureste de la ciudad de Grenoble y es uno de los destinos más pintorescos para los amantes de la naturaleza, el senderismo y el ciclismo de montaña en esta región.
El ascenso en bicicleta al lago de Poursollet se inicia desde la localidad de Séchilienne, situada en el valle del río Romanche, a una altitud aproximada de 310 metros. El angosto camino sigue una ruta de montaña que serpentea a través de densos bosques alpinos, pasando por encantadores paisajes rurales. La carretera, aunque estrecha y con curvas cerradas, está bien asfaltada, lo que permite un ascenso seguro, aunque exigente. El ciclismo de montaña es una actividad muy practicada en los Alpes franceses, y la ruta al lago de Poursollet es ideal para ciclistas que buscan un reto fuera de los ascensos más famosos como Alpe d’Huez o el Col du Galibier, entre otros. La dureza del trayecto y el aislamiento del lago hacen de esta ruta una excelente opción para ciclistas de nivel intermedio o avanzado que deseen entrenar en un entorno natural y tranquilo.
Al no ser una ruta frecuentemente transitada por ciclistas profesionales, el ascenso al lago de Poursollet ofrece una experiencia íntima y cercana a la naturaleza. Además, la belleza del entorno compensa el esfuerzo físico que implica la escalada. El trayecto se recomienda principalmente en verano y principios de otoño, cuando las condiciones climáticas son más favorables y el paisaje está en su esplendor.
Fuente: cyclingcols
El recorrido tiene una longitud aproximada de 23 kms desde con un desnivel acumulado de más de 1.300 metros, lo que lo convierte en un reto considerable para ciclistas. La pendiente media ronda el 6%, pero algunos tramos pueden superar el 10%. A medida que se asciende, se disfrutan vistas impresionantes de los picos circundantes, los bosques y el valle. Al llegar al lago, se abre una postal alpina idílica: un lago cristalino rodeado de prados verdes y montañas imponentes.
Partimos de la localidad de Séchilienne con una orientación hacia el sureste. Hacia el norte dejamos ascenso a Chamrousse por el duro col de Lutiel. Pedaleamos por la conocida ruta de la Morte, ya que parte del recorrido forma parte del col de la Morte.
Pasado el puente sobre La Romanche, seguimos por la D114 con porcentajes muy estables sobre el 7%. pedaleamos por zona boscosa y por una vía ancha y en buen estado.
Una vez dejada atrás la población de Saint-Barthélemy-de-Séchilienne, dejamos a la derecha el desvío a Laffrey. Una interesante pista asfaltada ideal para ir en bicicleta y evitar la congestionada Route Napoleon (N85).
El trazado sigue paralelo, de forma bastante rectilínea, al río Le Grand Rif hasta pasar un puente y cambiar de ladera, donde entramos en una zona de largas horquillas.
Nos adentramos en un frondoso bosque con un aumento progresivo de la pendiente al 8%, con alguna rampa máxima sobre el 9%.
Aunque mayoritariamente la pendiente tiene un 8%, hay algún tramo que disminuye hasta el 6-7%, pero en general es un recorrido muy homogéneo.
En total pasaremos por siete hermosas curvas de herradura, con un final antes de llegar al desvío del lago de Poursollet donde desciende algo la pendiente.
En las latitudes por encima de los 1200 metros, tenemos alguna zona donde nos permite disfrutar del impresionante paisaje del valle de La Romanche.
Con un sector al 7%, llegamos a algo más de 9 kms para coronar a la pequeña localidad de Alpe de Grand Serre. Dejamos a la derecha el último km antes de coronar el col de la Morte para girar a la izquierda, siguiendo las indicaciones, hacia el lago de Poursollet.
Nada más realizar el giro, aumenta drásticamente la dureza de la escalada, con un km exigente al 9% y máximas que llegan al 11%.
La pista asfaltada, denominada D114E, es muy estrecha, con tramos donde apenas cabe un coche, nada que ver con el ascenso anterior.
Superados los primeros metros de la rampa, mirando atrás, tenemos una impresionante vista del altiplano donde se aposenta el final del col de la Morte.
En cambio, en nuestro caso, la orientación es hacia el norte, donde tendremos que superar varias cerradas y agresivas curvas de herradura.
Los porcentajes se estabilizan bastante y no son tan duros, con porcentajes entre el 6-8%, pero con un asfalto más rugoso y en general en algo peor estado que el anterior.
La pista asfaltada va remontando la ladera derecha paralelos a la carena de montañas donde destaca El Petit Taillefer, con una altura cercana a los 3000 metros.
A 3,5 kms para coronar, después de un km al 8%, tenemos un tramo de descenso que nos aproximará al lago de algo más de 1,5 kms.
El km y medio final, finalizado el descenso, tiene una rampa corta y muy dura que llega al 13%, pero que progresivamente se diluye con un final sube-baja irregular.
Finalmente, pasado el pequeño aparcamiento, tendremos que andar por la pista sin asfaltar de la imagen unos 100 metros hasta llegar al bonito lago de Poursollet.

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