PASSO SAN BOLDO (por Tovena)

El passo de San Boldo es un impresionante paso de montaña que conecta el valle de Trevigiana con el de Valbelluna, atravesando los prealpes centrales entre Belluno y Treviso, en Italia. El puerto, caracterizado por notables pendientes, especialmente en el lado de Treviso, ha sido frecuentado desde la antigüedad. 
Asimismo, la historia del San Boldo cuenta que el deseo de generaciones de convertir el antiguo camino escarpado en una vía abierta y más tarde una carretera se hizo realidad durante la Primera Guerra Mundial. Entre febrero y junio de 1918 el ejército austro-húngaro consiguió construir la carretera en menos de tres meses y de ahí que sea conocida como “la ruta de los 100 días”. Unas 1.400 personas, en buena parte prisioneros de guerra y mujeres, niños y ancianos de la región, trabajaron día y noche para abrir esta vía considerada estratégica para el avituallamiento de los ejércitos en la batalla del Piave. Hoy en día es conocida por sus impresionantes 18 curvas de un solo sentido conectadas entre sí por puentes, con sendos túneles entre ellas. Un espectacular trazado de ingeniería militar, con rampas que llegan al 12%.
En la centenaria historia del Giro de Italia, el paso ha sido utilizado dos veces. La primera en la edición fue en 1966 y la reciente, en 2019, fue escalada igualmente por Tovena, la pendiente que analizamos en este reportaje, pasando en primera ocasión Esteban Chaves. Es paso es muy popular entre cicloturistas.
Fuente: cyclingcols
El ascenso, desde el cruce entre la SP635 y la SP4, tiene una longitud de 6,6 kms. con una media del 7,1%. el desnivel total a remontar es cercano a los 500 metros. Como vemos en la altimetría, se trata de un puerto con pendiente progresiva y con un final exigente, entre el 9-10%.
Al pasar a la SP635 o vía Boldo, la orientación es muy clara hacia el norte, remontando la montaña por el paso abrupto que se intuye en el fondo de la imagen.
Del cruce hasta la localidad de Tovena hay, aproximadamente, un km., donde pasaremos por un falso llano alrededor del 3%.
Por un error de traducción, el paso, erróneamente, también es conocido como passo san Ubaldo. Los porcentajes al salir de Tovena, transitando por una larga recta, aumentan y se estabilizan durante un km. y medio sobre el 5-6%.
Poco después de pasar el km. 4, con un aumento de la pendiente al 7%, pasamos por la primera de las 18 curvas de herradura hasta coronar.
En este caso, se trata de dos curvas enlazadas que se caracterizan por pasar junto a diversas pequeñas capillas en el margen de la vía. Pasamos por dos nuevas curvas de herradura muy similares a las anteriores.
El paso transita mayoritariamente por zona boscosa, aunque la vía es muy ancha y está en perfectas condiciones, de manera que no da la sensación de un paso muy cerrado. En ese sentido, quizá ese sentimiento lo ofrezca ingeniería humana, con túneles y curvas casi imposibles.
Mediante una gran curva abierta pasamos a la ladera opuesta, pasando el torrente Gravon. Es en este sector donde se consolida la dureza hasta coronar.
Los porcentajes, en el km. 3,5 aproximadamente, a unos 3 kms. para coronar, se estabilizan en el 8%, con tendencia a aumentar progresivamente.
Como vemos en la imagen, tenemos referencia visual de las curvas enlazadas. Estamos en la zona más dura del puerto con medias del 9% y un pequeño tramo al 11-12%.
Después de la pequeña recta anterior, nos encontramos con el primero de varios túneles, todos ellos iluminados pero bastante estrechos. Cabe recordar que la escalada solo tiene un sentido, está monitorizada por semáforos.
Pasamos por la tornante (curva) 5 y 6, las dos enlazadas de este final apoteósico. Si levantamos la vista vemos la gran masa de cemento armado que hay encima nuestro.
Los porcentajes de este final son muy estables y se mantienen hasta pocos metros de coronar en el 9%. En meses estivales suele haber un reguero de cicloturistas en este puerto tan conocido.
En apenas medio km., sorteamos las cinco últimas curvas con sus respectivos túneles. En la entrada de algunas de ellas hay un semáforo que nos da el paso.
Pasado la última curva junto a su túnel, salimos a un camino estrecho entre dos muros de piedras, donde la pendiente disminuye y finalmente, desaparece.
Pocos metros después, a una altura de 706 metros, coronamos el paso. Su vertiente norte, por Trichiana, tiene características totalmente diferentes. En nuestro caso volvimos al valle de Vallbelluna a través de la escalada a Praderalego.

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