El Grosse Scheidegg es un impresionante paso de montaña situado en los alpes berneses suizos, que conecta las localidades de Grindelwald y Meiringen. Particularmente, el puerto en su fase final solo está abierto a peatones, autobuses y bicicletas.
El puerto junto con el alto de Männlichen tienen un atractivo especial ya que se encuentran en un balcón natural a los pies de las cimas del Schwarzhorn, Mittelhorn y Schreckhorn y el Eiger, el Mönch y el Jungfrau hacia el oeste. También cabe destacar la gran dureza de sus kms. finales, con porcentajes realmente exigentes.
El paso de montaña desde la localidad de Interlaken tiene una longitud de 30 kms. con una media del 4,6%, siendo destacable, como hemos comentado anteriormente, sus 18 últimos kms. El desnivel a superar es de 1415 m.
Fuente: cyclingcols |
Partimos de la ciudad citada por la grenchenstrasse con una orientación hacia el sur, desde los Prealpes hacia las grandes cimas de los Alpes berneses.
Este primer sector de la subida, hasta Lütschental, es un largo falso llano siempre ascendente pero sin apenas dureza.
Los porcentajes se sitúan entre el 1 y el 3% remontando el valle por una vía ancha, en perfecto estado pero muy transitada, ya que Grindelwald y su entorno alpino es uno de los lugares más turísticos de Suiza.
Pasamos por diferentes núcleos de población, destacando las localidades Wilderswil y Gündlischwand, esta segunda poco después de realizar el desvío hacia Grindelwald (girando a la izquierda) pasar a la Hauptstrasse.
Superada la localidad citada se nos abre el valle. Realizamos un km. alrededor del 3% pero, rápidamente se transforma en un cómodo llano.
Remontamos el valle del Lauterbrunnen famoso por las 72 cascadas que se encuentran en la zona, siendo la más importante la de Staubbach.
Los próximos 2 kms. tienen mucha más dificultad. Es un tramo que empieza entre el 6-7% y acaba en rampas medias del 9% y máximas del 12% (km. 12).
La rampa desaparece en torno a la localidad de Burglauenen con dos nuevos km. casi llanos transitando paralelos a la vía del tren.
Del km. 17 hasta llegar a la localidad de Grindelwald la pendiente asciende progresivamente, oscilando entre el 4-5%.
En un primer momento, vemos las tres grandes cimas de los Alpes berneses como es Eiger, el Mönch y el Jungfrau (donde en un balcón natural se encuentra el alto de Männlichen) pero para ir al Grosse Scheidegg los dejamos a nuestra espalda, ya que nos dirigimos hacia el noreste.
En cambio, como hemos comentado, nos acercamos a las cimas del Schwarzhorn, Mittelhorn y Schreckhorn, sin tanta nieve que las anteriores, pero en cualquier caso impresionantes.
Pasado Grindelwald pasaremos por una carretera que recorre diferentes núcleos de población, con mucho tránsito y con cierta dureza: zona de unos 3,5 kms. de una media del 7% alternando rampas que van del 5 al 9%.
Pero el gran golpe de efecto del puerto es al llegar a unos 7 kms. para coronar, donde se estrecha radicalmente la calzada y está prohibida la circulación a vehículos a motor excepto el servicio de autobuses.
La denominada Scheideggstrasse tiene una media entre el 10-11%. Pista asfaltada en perfecto estado pero todo un reto dada la gran pendiente del trazado.
En la exigente ascensión tenemos que convivir con autobuses de subida y bajada que apenas caben por la pista. Los conductores avisan a ciclistas y transeúntes mediante la bocina y es muy recomendable echarse a un lado cuando oigan el estruendo.
La dureza no priva para que encontremos gran número de cicloturistas, la mayoría con bicicletas eléctricas.
Aunque la dureza es extrema, sí que los porcentajes de ascensión no tienen ninguna rampa imposible por encima del 12-13%.
Cercanos al macizo rocoso, la pista transcurre por prado alpino con alguna que otra clapa de árboles. Lugar idílico, de los más destacables que hayamos visto en Suiza.
Cerca de la cima, a unos 3 kms. aproximadamente para coronar dejamos a la derecha el desvío a la Glecksteinhütte, refugio que se encuentra a los pies del Wetterhorn (3692 m.).
Hasta estar muy cerca de la cima no vemos claro el recorrido que nos queda, incluso si vamos despistados podemos seguir alguna pista que conduce a alguna de las fincas agrícolas que se encuentran por el camino.
Disfrutamos de la impresionante cara norte del Eiger, que nos queda de espaldas, pero que después de pasar las diferentes horquillas volvemos a contemplar.
El final se hace realmente agónico, donde se enlazan curvas de herradura mucho más cerradas después de la friolera de 30 kms. de subida. Los últimos metros son una rampa al 13%.
Finalmente, coronamos el Grosse Scheidegg a una altura de 1962 m. En la cima se encuentran diferentes pistas para realizar a pie junto que un gran restaurante y antenas de comunicación.
Su vertiente no es tan contundente, pero también tiene un grado de exigencia alto, desde Meiringen son unos 20 kms. con una media del 7%.