El Col de la Forclaz es un puerto de montaña ubicado en el suroeste de Suiza, en el cantón del Valais, cerca de la frontera con Francia. Este paso conecta el valle del Ródano, a través de la ciudad de Martigny, con el valle de Trient y la ciudad francesa de Chamonix. Situado a una altitud de 1527 metros, el trazado ofrece impresionantes vistas de los Alpes y sirve como un importante cruce en la región, tanto para el turismo como para el transporte local.
El paso tiene una larga historia como ruta de comunicación entre Suiza y Francia. En la antigüedad, ya era utilizado como vía de transporte para el comercio y la movilidad entre los valles alpinos. Durante siglos, sirvió como paso esencial en el transporte de bienes como la sal y el vino. Además, fue un punto estratégico en diversas contiendas militares debido a su posición en la frontera franco-suiza. Con el tiempo, el camino fue mejorado y pavimentado, convirtiéndose en una ruta popular tanto para el tránsito de vehículos como para actividades turísticas.
El ascenso es especialmente conocido en el mundo del ciclismo, ya que ha sido escenario de varias competiciones importantes, incluido el Tour de Francia. Con una longitud de 13 km y una pendiente media de alrededor del 7%, este puerto es un desafío considerable para los ciclistas. A lo largo de los años, se ha convertido en un destino clásico para los aficionados al ciclismo de montaña, que buscan emular a los grandes del ciclismo que lo han atravesado en competiciones internacionales. Además de su inclusión en el Tour, el Col de la Forclaz es un destino frecuente en rutas cicloturistas, lo que lo hace un lugar de referencia para quienes buscan experimentar la emoción de ascender un puerto alpino emblemático. En este sentido, destaca especialmente su vertiente por Martigny.
Fuente: cyclingcols |
Partimos de la localidad fronteriza suiza de Le Châtelard con una orientación hacia noreste, remontando el valle de Trient, donde tendremos que superar una longitud de 8,3 kms con una media del 5% y un desnivel total de 440 metros.
El primer km, en la población de Châtelard-Le Frontiere tenemos un ligero descenso hasta llegar al desvío a la localidad de Finhaud.
Nos adentramos en zona boscosa en una vía ancha e importante, donde el tráfico fronterizo es alto. Los porcentajes se elevan con un km al 7%.En este sector, uno de los más duros de esta vertiente, dejamos a la izquierda el desvío al ascenso al lago artificial de Émosson, dura escalada de la que ya dimos cuenta en su momento.
Pasamos por debajo de un túnel perfectamente iluminado y la pendiente disminuye durante unos 3 kms al 4-5%.Aunque es la zona más suave de esta vertiente, sin contar el descenso inicial, sí que es un sector algo irregular, con pequeñas rampas cerca del 9%.
Al aproximarnos a la bonita población de Trient, los porcentajes vuelven a aumentar y el recorrido es bastante más sinuoso.
La fase final del puerto consta de una horquilla compuesta por dos largas rectas que nos conducen hasta el último km del ascenso.De nuevo entramos parcialmente en una zona boscosa con porcentajes entre el 7 y el 8%. Es una zona bastante húmeda.
Conforme nos acercamos al último km, la pendiente aumenta y se estabiliza hasta coronar en el 8%, donde tan solo nos quedará por superar la curva de herradura final.
Cabe tener presente que su vertiente opuesta, por Martigny, es mucho más exigente y con cierta peligrosidad por la densidad de tráfico y estrechez.
Finalmente, coronamos el paso a una altura de 1527 metros, para adentrarnos en el impresionante valle del Ródano, donde quizá se encuentren gran parte de los ascensos más espectaculares de los Alpes.