CRUZ DE HILDA/ MIRADOR DE MASCA (por Buenavista del Norte)

El macizo de Teno nos proporciona impresionantes parajes entre los profundos acantilados de Masca y Los Carrizales hasta los espectaculares e icónicos acantilados de Los Gigantes y El Fraile. El paisaje, entre históricas coladas de lava, nos propone recorridos que se inician en el mar para coronar en los conos volcánicos de Teno Alto, en el occidente de la isla de Tenerife. 
La segunda propuesta que planteamos en el suroeste de la isla, después de analizar la escalada al mirador de Masca, es, partiendo de Buenavista del Norte, el enlace entre la ascensión al mirador de la Cruz de Hilda para enlazar a partir de Masca hasta el mirador Degollado del Cherfe. El excelso recorrido, con una vía caprichosa, angosta y ondulada, nos permite contemplar la arquitectura natural de las islas Canarias, dentro del Parque Rural de Teno.
En la ascensión se entremezclan una primera parte con muchos núcleos de población y carretera más ancha. Sin embargo, su segunda parte es mucho más estrecha, dura y vertiginosa, con el paso por la pequeña población que forma el caserío de Masca. El puerto tiene una longitud considerable de 20,7 kms. con una media del 4,5%, mediatizada por los dos descensos que se pueden observar en la altimetría.
Fuente: altimetrias.net
La primera parte del puerto, hasta el km. 12, donde se encuentra el mirador de Baracán, es el trayecto más regular de todo el paso. Iniciamos el recorrido en Buenavista del Norte, con una orientación descarada hacia el sur mediante la vía TF-463 que se dirige a Santiago de Teide.
Los primeros 9 kms. tienen una media que oscila entre el 5 y el 7%, con una vía en muy buen estado en un paisaje de cultivo, monte bajo y roca.
Después de una amplia curva de herradura en el km. 1,5, es a partir del km. 2 realizaremos un total de 12 horquillas hasta aproximarnos a la localidad de El Palmar. 
El km. 2-3 y 4-5, una vez pasado El Palmar, son los más exigentes de este inicio y llegan a una media superior al 7%. Aunque pocas, hay varios tramos cortos que llegan al 10-11%.
El empalme entre El Palmar y las Lagunetas son algo más de 2 kms. donde desciende algo la pendiente, que se sitúa en este sector entre 5-6%.
La última curva de herradura de esta primera fase del puerto está situada en el pequeño núcleo de población de las Portelas, donde tenemos la primera complicación destacable con un km. al 8% y una rampa máxima que llega al 13% (kms. 8-9).
En las inmediaciones del parque Rural de Tena, la vía remonta el macizo en un recorrido -del km. 9 al 12- con una pendiente mucho más suave.
La espectacular vía nos proporciona un balcón natural del valle de El Palmar, como también los vertiginosos acantilados de la geografía suroeste de la isla.
Desaparece, en parte, la vegetación, y gana enteros los macizos rocosos fruto de las históricas coladas. De un 3 pasamos a un 5% alrededor del km. 10, para llegar al mirador de Baracán mediante un falso llano.
Una vez pasado el mirador, tenemos un desenfrenado descenso por encima del 11%, que contrasta con la dura rampa -que llega incluso al 16%- que nos conduce a las antenas del fondo de la imagen, a algo menos de 1 km. del Mirador Cruz de Hilda.
Pasada la rampa que conduce a las antenas, la pendiente se suaviza radicalmente para convertirse en un ligero falso llano, con una media entre el 0-1%.
Salvo la curva caprichosa de la imagen, el resto del trayecto hasta el mirador de la Cruz de Hilda es rectilíneo, con un final que oscila entre el 3-5% (km. 14,7 aproximadamente).
Desde el mirador, vemos la vertiente donde iniciaremos el descenso hasta el caserío de Masca, con alrededor de 2 kms. de descenso.
Impresiona el desnivel que se aprecia y la estrechez de la pista asfaltada, entre infinidad de barrancos y montañas verticales.
Una vez hemos llegado a la diminuta localidad, al fondo de la imagen, nos quedarán por transitar por los últimos 4,2 kms., todo un reto, ya que tiene rampas realmente agresivas.

Destaca del trazado el monte bajo, sin demasiada vegetación, junto con el tono ennegrecido típico de la isla volcánica. Los grandes precipicios del alto desnivel quedan protegidos por infinidad de bloques de hormigón de color crema.
Hacia la cima del paso, tenemos una buena visión del trazado, mientras que a nuestras espaldas dejamos los acantilados de la impresionante costa al acercarse al océano. Al fondo, inmóvil, la isla de la Gomera.
El km. 17 es el más duro de esta vertiente, con una media de nada menos que el 12%. Este km. comprende una segunda curva de herradura con una rampa cercana al 20%, para pocos metros después pasar por un enlazado de dos horquillas con rampas máximas entre el 16-17%. 
Una vez remontado el espectacular macizo, pasamos a la ladera opuesta. El km. 18 sigue la dinámica del anterior en cuanto a media, que es del 11,1%, pero no tiene las cotas tan extremas del anterior (entre el 15 y el 16%), y un bonito enlazado de 4 horquillas.
Hasta pasado el km. 19 la media sigue por encima del 11% -el km. 3 tiene una media del 11,5%-, y las máximas vuelven a ser muy agresivas, entre el 18-19% de cotas máximas, cerca de la preciosa curva de la imagen donde está el mirador de Masca.
El último km. contiene las tres últimas curvas de herradura, mucho más abiertas que las del km. anterior, con la dureza comentada, especialmente la primera.
Todo el trazado es majestuoso, sin embargo, en su parte final, desde el mirador de Cherfe, donde suele haber un pequeño kiosco furgoneta para reponer fuerzas, tenemos destacables vistas como las de la imagen superior.
Última curva del que quizá sea el puerto más bonito de Tenerife, coronando a una altura de 1060 metros con una última rampa sobre el 15%. Si van a la isla, es un lugar imprescindible.

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