El Col du Glandon, situado en el corazón de los Alpes franceses, es uno de los grandes puertos históricos del ciclismo alpino. A 1924 metros de altitud, conecta la Maurienne con el valle del Romanche, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes. Se trata de un paso imponente, salvaje y montañoso que ha forjado su leyenda tanto por su dureza como por su belleza, y que ha sido protagonista en múltiples ediciones del Tour de Francia, normalmente asociado al vecino Col de la Croix de Fer, con el que comparte gran parte del trazado.
El Glandon ha servido a menudo como punto de inflexión en las etapas alpinas más épicas de la Grande Boucle. Su encadenamiento natural con puertos como la Croix de Fer, el Galibier o el Alpe d’Huez lo convierte en un coloso estratégico, donde no es raro ver movimientos tácticos importantes entre los favoritos. No tiene las cifras más extremas del Tour, pero la combinación de longitud, desnivel y ambiente alpino lo convierte en una ascensión muy respetada por los profesionales y muy deseada por los cicloturistas. Existen varias formas de llegar a su cima, pero una de las vertientes menos conocidas —aunque espectacular y de gran interés paisajístico— es la que se inicia cerca del Lago de Verney, en la zona del embalse de Grand'Maison, en las cercanías de Allemont. Este lado del Glandon suele ser recorrido tras haber ascendido buena parte del Col de la Croix de Fer, ya que la carretera se bifurca en los últimos kms: hacia la derecha se corona la Croix de Fer y, hacia la izquierda, tras una corta, pero exigente bajada, se encara la subida final al Col du Glandon.
Este último tramo desde el desvío del lago Verney hacia el Glandon es breve pero demoledor. Se trata de una rampa final de unos 3 kms con pendientes muy sostenidas que llegan al 11% y, en tramos, lo superan. Es una parte dura, de puro esfuerzo, donde se siente el castigo acumulado si se viene desde Allemont o Bourg-d’Oisans. El asfalto se estrecha, el viento puede ser un factor decisivo, y el entorno natural, ya plenamente de alta montaña, ofrece una belleza severa, de roca, hierba alpina y crestas afiladas.
Fuente: cols-cyclisme.com |
Sus números no engañan: partiendo del pantano de Verney, el recorrido del paso es de 25 kms. Sobre esta distancia se ascienden 1152 metros de altura y el grado medio de inclinación es de un 4,5%.
La orientación de la escalada es hacia el noreste, uniendo Bourg d'Osians con el valle de la Mairenne. De esta localidad se encuentran dos ascensiones interesantes como la mítica Alpe d'Huez o la menos conocida, pero realmente exigente, al col de la Serenne. Del lago de Verney también parte el alto a la estación de esquí de Oz y el durísimo col du Sabot, paso asfaltado por una sola vertiente y que es el puerto más alto del Isère.
Asimismo, se trata de un puerto irregular pareciendo un puerto tendido, pero la verdad es que enlaza pequeños descensos con rampas por encima de los dos dígitos.
Partiendo de Le Bourg d'Oisans hasta que llegamos a pie de puerto tiene unos cuantos kilómetros duros. Llegando al bonito pantano de Verney llegan las primeras rampas duras, sobre el km. 3 de la ascensión.
El paisaje cambia y nos adentramos en una zona boscosa y bastante sinuosa. La zona de Articol sigue siendo dura hasta el km. 10 que enlazamos con una bajada de 2 kms. (km. 12).
Finalizamos la bajada y al fondo vemos una agresiva rampa con porcentajes por encima del 10%. La media del próximo km. y medio se sitúa en el 11%.
Del km. 14 al 18 la pendiente se estabiliza en torno al 6-8% hasta llegar al pantano de la Grand Maison.
Entramos en una zona más suave en este punto, pero de aquí hasta coronar volvemos a tener fuertes rampas hasta la cima de forma irregular.
Del km. 21 al 22 y medio volvemos a descansar con una nueva bajada. En este caso más corta que la anterior.
Afrontamos los últimos 3 kms. nuevamente duros sobre el 7-8%. El paisaje a más de 1700 mts. ya es de alta montaña. Al fondo de la imagen, la última parte del puerto.
Antes de coronar divisamos el cruce del col de la Croix de Fer. Nosotros giramos a la izquierda para realizar sus últimas curvas.
Después de superar los más de 1100 mts. de desnivel acumulado coronamos a 1924 mts. sobre el nivel del mar en un marco realmente incomparable. Un coloso en toda regla.
Antes de coronar divisamos el cruce del col de la Croix de Fer. Nosotros giramos a la izquierda para realizar sus últimas curvas.
Después de superar los más de 1100 mts. de desnivel acumulado coronamos a 1924 mts. sobre el nivel del mar en un marco realmente incomparable. Un coloso en toda regla.
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