El Colle del Sestriere, con sus 2035 metros de altitud, es uno de los pasos alpinos más conocidos del Piamonte, en la provincia de Turín. Se encuentra en plena cadena de los Alpes Cocios y sirve de enlace entre el Valle de Susa y el Val Chisone. En su punto más alto se levanta la moderna localidad de Sestriere, un núcleo turístico nacido en los años 30 que hoy es un referente internacional para el esquí y otros deportes de montaña.
La historia ciclista del Colle del Sestriere comenzó en 1911, cuando se convirtió en el primer puerto de más de 2 000 metros que afrontaron los corredores del Giro de Italia. Desde entonces, ha sido escenario de etapas decisivas en varias ediciones, con llegadas o pasos destacados en 1991, 1993, 1994, 2000, 2005 y 2011. En 2020, en una edición marcada por la pandemia, el pelotón tuvo que ascender tres veces al Sestriere en la misma jornada, una etapa decisiva que dejó la maglia rosa en un puñado de segundos de diferencia antes de la crono final.
Pero no solo el Giro ha pasado por aquí. El Tour de Francia también ha incluido el Sestriere en su recorrido, siendo uno de los pocos puertos italianos que han formado parte de la gran ronda francesa. La edición más recordada probablemente sea la de 1999, cuando Lance Armstrong ganó en la cima (victoria posteriormente anulada), y la de 1992, con una etapa alpina legendaria que partió de Francia, cruzó los Alpes y acabó coronando este puerto.
Fuente: altimetrias.net |
Partiendo de Cesana, La vertiente de Cesana Torinese (pasado el col de Montgenèvre) cuenta con 11,2 km de longitud, un desnivel de 693 m y una pendiente media del 6,2%. Es una subida constante, con apenas un par de kilómetros más suaves en la parte central, pero salpicada de rampas exigentes que alcanzan el 10% y un muro puntual del 12% en Champlas du Col. Alterna tramos boscosos con zonas abiertas en la parte final, lo que permite disfrutar de vistas alpinas antes de coronar a más de 2030 m de altitud.
La pendiente aumenta al 7,4 % y obliga a fijar un ritmo sólido. El paisaje combina praderas y zonas de bosque, mientras el trazado empieza a serpentear ligeramente.
Tras superar el 7,9 % de media, aparece el núcleo de San Sicario con un breve, pero intenso repecho que roza el 10 %, un punto donde es fácil gastar más fuerzas de la cuenta.
Dos kilómetros más suaves (5,1 % y 4,8 %) permiten recuperar aire y cadencia. El bosque se cierra y la carretera gana altura de forma más amable, aunque la cima sigue lejos.
La subida retoma su constancia: primero al 5 %, luego al 4,9% y al 6,4 %, con largas rectas que invitan a un esfuerzo continuo antes de afrontar el tramo más duro.
En este sector llega el golpe definitivo: una rampa del 12% rompe el ritmo y exige máxima concentración. A continuación, la pendiente se estabiliza en torno al 6,8 %, castigando a quienes llegaron aquí con poca reserva.
Los últimos kilómetros, casi siempre al 6,8-7 %, conducen ya en terreno abierto, con vistas a Sestriere. El tramo final, al 3,5%, es un alivio que permite alzar la vista y disfrutar del recibimiento alpino a 2033 m.
Se mantiene el 6,8% con el pueblo de Sestriere ya visible a lo lejos. El viento puede aparecer en esta zona expuesta, añadiendo dificultad en un momento clave.