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PUERTO DE PEÑA HINCADA (por Villanueva de Cameros)

El puerto de Peña Hincada es una de esas ascensiones que condensan toda la esencia de la sierra riojana. Desde Villanueva de Cameros, la carretera se eleva en un continuo y sereno diálogo con el paisaje del Alto Najerilla, entre hayedos, pinos y los reflejos azules del embalse González-Lacasa. No es un puerto extremo ni especialmente duro, pero sí constante, bello y de una armonía natural que invita a disfrutar cada kilómetro. La subida avanza entre pequeños pueblos serranos, donde el silencio se mezcla con el rumor de los riachuelos y el aire fresco del valle. A medida que se gana altura, el ambiente se vuelve más alpino, con praderas que anuncian la cercanía de la divisoria con Soria. En otoño, el ascenso se tiñe de tonos dorados y rojizos que convierten cada curva en una postal viva. 
Aunque menos conocida que su vecina Moncalvillo, Peña Hincada ha sido escenario habitual de marchas cicloturistas y entrenamientos de corredores locales. Su vertiente de Villanueva de Cameros es la más completa: combina tramos suaves con repechos exigentes y un perfil progresivo que recompensa la constancia. En los últimos años, su encanto natural y su posición estratégica entre Cameros y el valle del Najerilla la han consolidado como una ascensión de referencia para quienes buscan rutas largas, enlazando con Montenegro o Santa Inés. No es extraño encontrar ciclistas ascendiendo en silencio, disfrutando de la soledad de la montaña y del eco de los pueblos de piedra que jalonan la ruta. Asimismo, cabe destacar su dura vertiente opuesta, por Brieva de Cameros.

📊 Altimetría y características

  • Altitud máxima: 1.408 m

  • Distancia total: 12,5 km

  • Desnivel positivo: 521 m

  • Pendiente media: 4,2%

  • Pendiente máxima: 9% (tramo corto en Ortigosa de Cameros)

  • Superficie: asfalto en estado irregular y bacheado a partir de Ortigosa de Cameros

  • Tráfico: escaso, prácticamente nulo en la parte alta. Rodamos por la LR-232.

  • Sombras: abundantes entre Villanueva y Ortigosa

  • Puntos de agua: Villanueva, El Rasillo, Ortigosa

Fuente: altimetrias.net
El ascenso comienza en el corazón de Villanueva de Cameros, un pueblo de aire serrano y piedra caliza, donde la carretera, la LR-232, se abre paso junto al río Iregua entre casas centenarias y aromas de leña.
Los primeros kilómetros presentan una pendiente suave, entre el 3% y el 5%, ideal para entrar en ritmo. La carretera avanza entre praderas y pinares, dejando atrás el rumor del río y ofreciendo las primeras vistas del valle.
A medida que se deja el núcleo urbano, el trazado gana algo de altura y permite contemplar los montes de Cameros Viejo, mientras la pendiente se estabiliza en torno al 4%.
En el kilómetro 3 se pasa junto al desvío hacia el embalse González-Lacasa, que brilla entre los árboles. Es un tramo donde el azul del agua contrasta con los verdes del bosque.
La carretera bordea el embalse, prácticamente llana, ofreciendo uno de los paisajes más apacibles del recorrido. En días de calma, el espejo del lago refleja las montañas circundantes.
Dejando a la derecha el desvío a El Rasillo, las rampas vuelven a ganar fuerza, alcanzando el 5%. Es una zona animada en verano, pero tranquila y silenciosa el resto del año.
El paso por Ortigosa de Cameros marca el ecuador del puerto. El pueblo, conocido por sus cuevas y su puente colgante, da un toque pintoresco al recorrido. La mala calidad del asfalto y su estrechez marcarán el recorrido hasta coronar.
A partir de Ortigosa, la subida mantiene una pendiente media del 5%, constante y regular. La carretera discurre entre prados y bosques, con tramos rectos que permiten ver la montaña al frente.
Cerca del kilómetro nueve, las vistas se abren de nuevo hacia el valle. Los tonos dorados de los robles y los pinos tiñen el paisaje otoñal con una paleta cálida.
El esfuerzo se mantiene estable, con pequeños descansos. Es un tramo ideal para mantener un ritmo constante y disfrutar del silencio del entorno.
A la altura del kilómetro once, el trazado se empina levemente, alcanzando el 6%. Las últimas curvas anuncian la cercanía del puerto, ya por encima de los 1.300 metros.
En el penúltimo kilómetro, la pendiente baja ligeramente y el bosque comienza a clarear. El aire se vuelve más frío y las vistas se abren hacia el sur, donde asoman las montañas sorianas.
Finalmente, tras 12,5 kilómetros de ascenso tranquilo y constante, se alcanza el alto de Peña Hincada, a 1.408 metros. El paisaje, abierto y solitario, invita a detenerse: el horizonte de Cameros, el azul del embalse al fondo y el viento limpio de la sierra recompensan cada pedalada.

ALTO DE MONCALVILLO (por Daroca de Rioja)

El ascenso a Moncalvillo es una de las grandes joyas escondidas de La Rioja. Desde los alrededores de Entrena, la carretera se adentra suavemente entre viñedos y campos de cereal, ascendiendo con amabilidad hasta Sojuela. A partir de ahí, el puerto se vuelve más serio y gana en belleza. La carretera se estrecha, el asfalto se oscurece bajo la sombra del bosque, y el aire adquiere ese frescor inconfundible de la sierra.
Desde Daroca de Rioja, la subida se transforma en un desafío puro: largas rampas de dos dígitos, curvas cerradas y un entorno natural que en otoño alcanza su máximo esplendor. Los hayedos y robledales cubren el paisaje con tonos dorados, rojizos y ocres, mientras las hojas secas tapizan el asfalto. Es un ascenso que combina fuerza, concentración y emoción visual, un puerto donde el ciclista siente que se adentra en el corazón de la montaña riojana.
Asimismo, el ascenso a Moncalvillo alcanzó fama internacional gracias a la Vuelta a España de 2020, cuando Primož Roglič se impuso en un final de etapa histórico. Aquella jornada mostró al mundo una subida inédita, desconocida para muchos, pero que reúne todos los ingredientes de un puerto de leyenda: rampas imposibles, un entorno espectacular y una cima con vistas inabarcables. Desde entonces, Moncalvillo forma parte del selecto grupo de cimas que definen el nuevo ciclismo español, con un carácter tan agreste como bello.

📊 Altimetría y características

  • Altitud máxima: 1.491 m

  • Distancia total: 14,4 km

  • Desnivel positivo: 969 m

  • Pendiente media: 6,7%

  • Pendiente máxima: 15%

  • Coeficiente APM: 252

  • Carretera: asfalto en buen estado, estrecho a partir de Daroca

  • Sombras: abundantes en la parte alta

  • Tráfico: muy escaso. Inicio en la LR-444 para pasar a la LR-341.

  • Puntos de agua: Sojuela y Daroca

Fuente: altimetrias.net
El ascenso comienza en Entrena, una localidad rodeada de viñedos donde la pendiente inicial apenas alcanza el 3%. Es un tramo amable que permite calentar las piernas entre el aroma a uva madura y tierra húmeda.
Poco después la carretera toma dirección hacia Sojuela, con pendientes que rondan el 5%. A la izquierda, las vistas del valle del Iregua acompañan la subida, mientras los primeros tonos dorados del otoño tiñen los campos.
A la entrada de Sojuela, el trazado mantiene su suavidad y atraviesa el pequeño núcleo urbano con un ambiente tranquilo. Es el último respiro antes de que el puerto muestre su verdadera cara.
Tras dejar atrás el pueblo, la carretera se estrecha y empieza a ganar altura entre pinares. La pendiente ronda el 6%, constante, y el paisaje se vuelve más montañoso y cerrado.
A mitad de camino hacia Daroca de Rioja llega un breve descanso, con pendientes más suaves y un horizonte que anuncia el muro que espera al fondo. El puerto permite rodar con ligereza durante unos minutos.
Daroca de Rioja marca el punto de inflexión. El paso por este encantador pueblo, con olor a chimenea y piedra húmeda, da comienzo al tramo más exigente del ascenso.
Las primeras rampas serias aparecen justo a la salida de Daroca, con pendientes del 8 al 9%, justo después del cruce. La carretera se sumerge en un bosque cada vez más denso, donde el silencio solo lo rompe el crujir de las hojas bajo las ruedas.
En el kilómetro siete, las rampas superan el 10% y la carretera se retuerce en curvas cerradas. El hayedo, con su suelo cubierto de hojas, crea un ambiente mágico pero también desafiante, sobre todo en otoño.
A medida que se asciende, el trazado alterna tramos de 7% con picos del 12%, en una secuencia de curvas enlazadas. La humedad, la sombra y el aire fresco obligan a mantener la concentración al máximo.
Superado el noveno kilómetro, las rampas se disparan de nuevo. Aparecen tramos del 11 al 13% que ponen a prueba la resistencia. Es el momento de dosificar y dejarse llevar por la belleza del entorno.
Cerca del kilómetro diez hay una pequeña fuente junto al camino, casi escondida entre la vegetación. Es el último punto de respiro antes del desenlace, ideal para recuperar fuerzas.
Los kilómetros once y doce son los más duros del puerto, con rampas que alcanzan el 15%. El asfalto rugoso y las hojas húmedas multiplican la sensación de dureza. Cada curva es una pequeña victoria.
En el tramo final, las curvas se abren ligeramente y comienzan a verse las torres de comunicación que anuncian la cima. El aire se enfría y la vegetación se aclara, dejando paso a vistas amplias sobre el valle del Ebro.
Finalmente, tras 14,4 kilómetros de esfuerzo, se alcanza la cima de Moncalvillo a 1.491 metros. El mirador ofrece una panorámica inolvidable: La Rioja a tus pies, el Ebro serpenteando a lo lejos y, en días despejados -no como el día de este ascenso-, la silueta de los Pirineos en el horizonte.

ALTO DE PRADILLA (por Valgañón)

El alto de Pradilla es un paso de montaña que une el extremo occidental riojano con la provincia de Burgos, uniendo Ezcaray con la población de Padroluengo, pasando del valle del Ciloria al valle burgalés de Tirón.
Su vertiente riojana parte de la localidad de Valgañón, cerca de la comentada Ezcaray, en el valle de la Sierra de la Demanda y donde se encuentran dos escaladas interesantes como son la estación de esquí de Valdezcaray y el exigente ascenso a la Cruz de la Demanda. Asimismo, su vertiente este destaca por una abrupta zona de montes, entre hayedos, robledales y pinares, así como el mayor acebal de La Rioja y uno de los más importantes de Europa. El paso ha formado parte, desde 1980, en el recorrido de varias etapas de la Vuelta a España.
El puerto tiene un continuo ascenso desde Ezcaray, pero es a partir de Valgañón cuando la pendiente empieza a ser destacable. Desde la localidad comentada el paso tiene una longitud de 5,6 kms. con una media del 5,5% y un desnivel total a remontar algo superior a los 300 metros.
Partimos por la LR-111 paralelos al río Ciloria, por una vía, de momento, ancha y en buen estado, con una orientación de este a oeste.
El inicio es básicamente una larga recta con unos porcentajes iniciales alrededor del 4%, en una vía muy poco transitada al dejar atrás la población.
En el primer km. dejamos a la derecha la bonita iglesia románica de las Tres Fuentes (siglo XIII), en una de las pocas curvas de este inicio. Al fondo observamos los montes más septentrionales de la sierra de la Demanda.
Poco después de la iglesia, con medias en el km. 1-2. aumenta la pendiente al 5% y en breve llegamos a la primera curva de herradura de un total de 5.
La longitud del puerto es corta, pero la unión entre el trazado sinuoso y un paisaje destacable nos proporcionan un recorrido atractivo.
El enlace entre la primera y la segunda horquilla, entre los kms. 2-3, vuelve a ser un falso llano con una media muy asequible del 3,7%.
La ladera por la que transita la vía está tiene muy poca masa forestal y nos permite grandes panorámicas del valle. La vía pierde progresivamente calidad, es más rugosa, estrecha y está en peor estado de conservación.
El km. 3-4 es una anomalía en el trazado general del paso. Es un km. con una media del 9%, dividido en un inicio al 7-8% para acabar los últimos 500 metros muy cerca del 11%.
El enlazado de las últimas curvas de herradura es espectacular. Una vez realizada la dura rampa tenemos un tramo entre el 0-1%.
El último km. tiene una media del 8%, con un final que tiene una pendiente máxima al 9%. Finalmente, coronamos en la divisoria entre las dos comunidades a una altura de 1245 metros.

ALTO DE LA CRUZ DE LA DEMANDA (por Posadas)

El Alto de la Cruz de la Demanda es un pico de alta montaña que se encuentra a una altura de 1.855 metros sobre el nivel del mar, ubicado en la frontera de las regiones de Castilla y León y La Rioja, en el noroeste de España. Está situado en la sierra homónima, perteneciente al Sistema Ibérico, muy cerca del pico San Lorenzo (2132 metros).
Su escalada por carretera asfaltada es posible remontando el valle del río Oja, por la localidad riojana de Ezcaray. La subida, junto al ascenso a la estación de esquí de Valdezcaray, tuvieron su apogeo en los años 80 y 90 en la Vuelta a España, con victorias de ciclistas míticos como Fabio Parra, Tony Rominger, Alex Zulle o el tristemente fallecido Jose María Jiménez (edición del 2001).
Partiendo de la localidad de Posadas, el alto tiene dos partes bien diferenciadas, como se puede observar en la altimetría. Una primera, suave, boscosa y paralela al río Oja, y una segunda, a partir de un puente, en un cambio de ladera en el km. 8, más sinuosa, expuesta, con varias generosas curvas de herradura y, especialmente, con porcentajes mucho más exigentes. En total, el ascenso tiene una longitud de 15,8 kms. con una media del 5,6% y un desnivel total a remontar muy cerca de los 900 metros.
Fuente: altimetrias.net
En Posadas seguimos por la carretera autonómica (LR-415), que se transforma en una pista asfaltada mucho más estrecha y en bastante peor estado, en una orientación hacia el suroeste.
Los porcentajes iniciales son muy suaves y tienen una media cómoda entre el 2-3%. Transitamos por una zona boscosa paralelos al río Oja.
El recorrido es sinuoso y estrecho. Se agradece el poco tránsito que hay, solo perturbado por el merendero que vemos en la imagen. El resto es bastante inhóspito, solo encontraremos algún que otro curioso por la pista.
Es a partir de la zona recreativa comentada, pasado el km. 2, donde tenemos un km. al 6,6% y una rampa corta después de una curva de vaguada alrededor del 10%.
La dureza no tiene continuidad y los porcentajes comprendidos hasta el km. 8 son un continuo descenso de la dificultad.
Por otro lado, el bosque tupido, dominante y umbrío, da paso a áreas mucho más expuestas, que será la tónica conforme no acercamos a la cima.
Del km. 3,5 al km. 8, aproximadamente, como podemos observar en la altimetría, podemos observar este decrecimiento, pasando de rampas al 4-5% hasta incluso un tramo de descenso pasado el km. 7.
Pero a partir de una nueva área recreativa alrededor del km. 8, donde se sitúa el refugio Llano de la Casa, entramos en la autodenominada segunda parte del alto, aumentando de forma taxativa la inclinación.
Pasado el puente -sobre el arroyo de la Polvorosa- de la imagen anterior (en el km. 8-9), tenemos una media que se estabiliza en el 10%, con rampas máximas muy duras que llegan al 16-17%.
Este segundo sector tiene un total de nueve curvas de herradura. El paisaje, como hemos comentado, es en su mayoría expuesto, salvo en algún pequeño sector atravesando bosques de alta montaña donde domina el pino y abetos.
El km. 9-10 sigue la estela al 10% del km. anterior, pero las rampas máximas no son tan desorbitadas. En este km. las rampas máximas tienen un 13%.
La pista asfaltada es estrecha. Sin embargo, está en buen estado, aunque podemos encontrar algún tramo sucio o con gravilla por la lluvia. También tendremos que tener precaución con el ganado.
De la segunda parte de la escalada el km. más sencillo es el km. 10-11, con medias sensiblemente por debajo del 7%.
Esta anomalía queda reformada un poco más tarde, donde la media se sitúa entre el 8-9%. 
La segunda zona más comprometida en cuanto a dureza es la comprendida entre el km. 13-15, su fase final. Esta tiene una media superior al 9% y máximas entre el 10 y 11%.
Por este sector pasaremos por las horquillas más generosas, en un final muy bonito y con vistas espectaculares de la sierra de la Demanda.
Tan solo nos quedará por completar la última larga recta con una media que desciende al 7% hasta que desaparece el asfalto.
Finalmente, coronamos en la divisoria entre las comunidades de La Rioja y Castilla-León a una altura aproximada de 1960 metros.

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