El Santuario de Notre Dame de la Salette se encuentra en la región de los Alpes franceses, específicamente en el municipio de La Salette-Fallavaux, en el departamento de Isère. Está situado a una altitud de 1800 metros sobre el nivel del mar, en un entorno montañoso y aislado que ofrece impresionantes vistas de los Alpes. Este lugar es accesible a través de una carretera serpenteante que asciende desde el valle, proporcionando un desafío tanto para peregrinos como para ciclistas.
El Santuario tiene sus orígenes en una aparición mariana ocurrida el 19 de septiembre de 1846. Según la tradición, la Virgen María se apareció a dos niños pastores, Maximin Giraud y Mélanie Calvat, en una colina en La Salette-Fallavaux. Durante esta aparición, la Virgen transmitió un mensaje de reconciliación y conversión, lamentando la indiferencia religiosa y los pecados de la humanidad. El impacto de esta aparición fue significativo y rápidamente atrajo a numerosos peregrinos. En respuesta a la creciente afluencia de visitantes, se construyó una basílica en el lugar de la aparición, cuya construcción se completó en 1851. Desde entonces, el santuario ha sido un importante centro de peregrinación, recibiendo a miles de visitantes cada año que buscan espiritualidad y consuelo.
Además de su importancia religiosa, el Santuario de Notre Dame de la Salette ha ganado, poco a poco, reconocimiento en el mundo del ciclismo como uno de los ascensos alpinos más desafiantes. La ruta que conduce al santuario es conocida por sus pendientes pronunciadas y su longitud considerable, convirtiéndola en una prueba de resistencia para los ciclistas.
Fuente: cyclingcols.com |
El ascenso comienza en el valle del Drac, junto al embalse de Sautet y se extiende a lo largo de aproximadamente 14 kilómetros, con una media cercana al 6%, con un desnivel de más de 1200 metros. La carretera estrecha y serpenteante ofrece poco respiro, con tramos que alcanzan pendientes de hasta el 11%. Estas características hacen que la subida al Santuario de La Salette sea comparable a otras ascensiones alpinas famosas, atrayendo a ciclistas que buscan medir sus habilidades y resistencia en un entorno natural impresionante.
Partimos desde la bonita localidad de Corps con una orientación hacia el norte, pasando de la Route Napoleón (N85) a la D212C.
El inicio, después de una curva abierta, tiene una media entre el 5-7% que rápidamente desaparecerá para unos siguientes kms mucho más cómodos.
La vía es ancha y se encuentra en buen estado. Suele haber bastante tráfico de vehículos que se dirigen al santuario, especialmente los fines de semana.
Pasados uns 2,5 kms suaves, sobre el 2%, tenemos un km duro, sobre el 10%. A la derecha pasamos junto al cementerio donde están enterrados los 51 muertos, 49 de ellos canadienses, que sufrieron un accidente aéreo en el cercano pico Tête de l'Obiou.Pocos metros después, con la pendiente comentada, llegamos a la población de La Salette-Fallavaux. Los porcentajes progresivamente irán disminuyendo.
La pendiente irá decreciendo progresivamente hasta poco antes de llegar a la pequeña población de Saint-Julien, donde después de una cerrada curva de herradura volverá a inclinarse la vía con una rampa agresiva sobre el 12%.
Aunque el recorrido es mayoritariamente por zona boscosa, el trazado permite observar perfectamente el recorrido, siendo una escalada muy visual y con bonitas panorámicas.
A partir de la rampa comentada, el recorrido es mucho más regular y consistente, con medias entre el 6-8% en su mayoría.
Aunque el recorrido es mayoritariamente por zona boscosa, el trazado permite observar perfectamente el recorrido, siendo una escalada muy visual y con bonitas panorámicas.
A partir de la rampa comentada, el recorrido es mucho más regular y consistente, con medias entre el 6-8% en su mayoría.
Sin embargo, ya no pasaremos por rampas por encima del 10% como en la primera parte del trayecto. En ese sentido, el trazado es mucho más homogéneo. Incluso tenemos vistas del Grand-Ferrand y el macizo de la Dévoluy.
La fase final del ascenso es espectacular. Predomina el prado alpino a las grandes masas boscosas y nos permite contemplar vistas impresionantes.
Después de la generosa curva de herradura de la imagen anterior, la vía tiene una decidida orientación hacia el este, con porcentajes algo más cómodos (entre el 4-6%).El tramo comprendido entre el Col des Prés Salés y el Col de l’Home (donde se encuentra la antena), a 1,5 kms para coronar, es el sector más cómodo de esta parte final.
Después de la generosa curva de herradura de la imagen anterior, la vía tiene una decidida orientación hacia el este, con porcentajes algo más cómodos (entre el 4-6%).El tramo comprendido entre el Col des Prés Salés y el Col de l’Home (donde se encuentra la antena), a 1,5 kms para coronar, es el sector más cómodo de esta parte final.
A partir de este momento nos quedará por superar una larga recta bastante exigente, con un 8-9% continuo y máximas cerca del 10%.
Finalmente, entre dos colinas rocosas, accedemos al impresionante santuario, con una última rampa al 10%.
Sin duda, este ascenso, poco conocido por ciclistas, es una de aquellas escaladas que recomendaría a quien fuese. Coronamos a una altura de 1758 metros.