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FORCELLA DI PALA BARZANA (por Bosplans)

La Forcella di Pala Barzana es un puerto del Friuli Venezia Giulia, enclavado en el corazón de los Prealpes Cárnicos. Su carretera estrecha, rodeada de bosques y prados, ofrece un ambiente solitario y de auténtico ciclismo de montaña, muy alejado de los grandes puertos turísticos. 
No es un ascenso de altísima altitud, pero sí destaca por su irregularidad y por la dureza de su parte final. Su inclusión en el Giro de Italia 2020, en la etapa de San Daniele del Friuli, le dio visibilidad internacional, mostrando cómo este paso puede convertirse en un punto interesante de desgaste en etapas de media montaña.

📈 Altimetría

  • Longitud: 6,7 km

  • Desnivel total: 437 m

  • Pendiente media: 6,6 %

  • Pendiente máxima: 14 %

  • Orientación: Sur – Norte

  • Características: puerto corto y explosivo, sin apenas descansos, con rampas que superan el 10% en varias ocasiones y un tramo central muy exigente. Rodamos por la SP63.

Fuente: cyclingcols
El inicio cerca del desvío de Alcheda es progresivo, con rampas de falso llano que próximamente se endurecerán. En nuestro caso veníamos del lago di Bàrcis, después de escalar Piancavallo desde Aviano.
Asimismo, el primer km y medio es suave, con porcentajes entre el 1-4 %, que permiten al ciclista coger ritmo antes de los sectores más duros. Transitamos por un recorrido estrecho, sinuoso y bastante salvaje.
Al pasar el desvío de Andreis, la carretera gana en continuidad, aunque la pendiente no baja del 6%, acumulando esfuerzo rápidamente.
Cerca del km 3 aparece uno de los tramos más duros de la vertiente, con rampas que llegan al 10,5 % y obligan a emplear desarrollos cortos.
En el pequeño núcleo de población de Bosplans, las rampas se disparan hasta el 14%, constituyendo el punto más exigente del ascenso.
Después del máximo esfuerzo, el puerto sigue con un largo kilómetro al 9-10%, sin apenas tregua y con carretera muy estrecha.
La vegetación densa del entorno da un aire cerrado y fresco, aunque la sensación de aislamiento acentúa la dureza psicológica del puerto.
Alrededor del km 5, la pendiente se estabiliza en torno al 8%, lo que mantiene la exigencia, pero permite encontrar un ritmo más constante.
El último tramo alterna rampas del 7 al 8%, que aunque no son tan duras como el sector central, obligan a mantener la tensión hasta coronar, donde enlazan diversas curvas de herradura muy cerradas.
Finalmente, en un final sinuoso donde enlazan varias cerradas curvas de herradura, coronamos a una altura de 840 metros.

ASCENSO A PIANCAVALLO (por Aviano)

Piancavallo es una estación de montaña situada en la región del Friuli Venezia Giulia, en el noreste de Italia. Este enclave, ubicado a una altitud de 1.290 metros, combina el carácter alpino con una infraestructura moderna para deportes de invierno y de montaña. Rodeado por los Alpes Cárnicos, el paso domina desde su altura la llanura del Véneto, ofreciendo vistas espectaculares y una sensación de aislamiento encantadora. El Giro de Italia ha coronado este lugar en varias ocasiones. Es recordada, la histórica victoria de Pantani en 1998 o más recientemente la de Mikel Landa en 2017.
El ascenso a Piancavallo por Aviano es uno de los retos más conocidos del noreste italiano, no solo por su dureza, sino por el protagonismo que ha tenido en el Giro de Italia. La subida comienza en la localidad de Aviano, a unos 160 metros sobre el nivel del mar, y asciende hasta alcanzar los 1290 metros en apenas 15 kms. Esta vía fue pavimentada y acondicionada en la década de los 70 para facilitar el acceso a la estación de esquí, y su trazado rectilíneo, sin apenas curvas, la convierte en un puerto psicológicamente exigente. La vegetación es densa en los primeros kilómetros y va aclarando a medida que se gana altitud, dejando ver en algunos tramos los picos cercanos.
La altimetría muestra que se trata de un puerto regular y demoledor en su primera mitad, donde se concentran los mayores desafíos. Con un desnivel total de 1131 metros y una pendiente media del 7,5%, esta subida impone respeto desde sus primeros metros.
Fuente: altimetrias.net
Desde el corazón de Aviano parte esta ascensión que no ofrece tregua desde los primeros compases del trazado, pasando con una orientación hacia el noroeste de la SP29 a la vía Monte Cavallo. El primer km marca ya un 8,1% de media, pero la subida no tarda en alcanzar cifras cercanas al 10%.
La carretera tiene un trazado moderno, con una vía ancha y en perfecto estado, donde sortearemos impresionantes curvas de herradura durante el recorrido. También tiene un trazado muy expuesto al sol o viento que, junto a la dureza, puede llegar a ser una tortura.
El km 2 ya tiene una media sostenida del 9% y una larga recta al 10% con una curva de herradura final que nos conduce al pequeño núcleo de población de Le Brusse.
Asimismo, partir del km 3, el ascenso entra en su fase más exigente, con rampas constantes por encima del 10%, y un punto máximo del 14-15%, alrededor del km 4. 
Esta fase intermedia, entre los kms 3 y 6, concentra la mayor parte del desgaste físico, ya que se mantiene una pendiente media superior al 10%, sin apenas curvas ni descansos.
Las largas rectas entre curva y curva también le dan un carácter muy psicológico, sin un ápice de descanso. En este sentido, nos recordó un trazado parecido al ascenso a Hautacam.
En torno al km 6, el perfil comienza a dar un breve respiro, aunque la pendiente apenas baja del 8%. En el sector central, la regularidad se quiebra levemente, pero la carretera mantiene su dureza psicológica.
Aunque el perfil sigue siendo duro, se vuelve más llevadero, con pendientes que oscilan entre el 7 y el 9%, y a partir del km 10, se aprecia una clara tendencia a la moderación, aunque la fatiga acumulada no permite disfrutarlo con facilidad.
A partir del km 8 desacelera progresivamente la dureza en cuanto a porcentajes. Es una segunda parte del trazado no tan exigente, pero la dureza de la primera parte se nota mucho en las piernas.
Los últimos cinco kilómetros son irregulares, alternando tramos suaves con otros cercanos al 7%, lo que obliga a mantener la concentración hasta el final. A nivel estratégico, es un puerto donde saber dosificar es fundamental: la primera mitad castiga, la segunda engaña.
Es a partir del km 10 cuando el ascenso se torna más amable, con sectores que bajan hasta el 4%. Un espejismo dejando atrás el desvío de Collalto y las antenas para poco más adelante, en zona boscosa, pasar por un túnel.

La parte final, aunque más suave y salvaje, tiene aún rampas a tener en cuenta, con porcentajes en este final entre 6-7%.

La última curva da paso a la meseta de Piancavallo, donde se ubican hoteles, remontes y el arco final del puerto.
Finalmente, coronamos a una altura de 1290 metros. Llegar a Piancavallo es vencer un gigante: una subida que exige piernas, ritmo y mucha cabeza desde el primer metro.
El paso cuenta con otra vertiente, desde el lago de Barcis, con un recorrido mucho más salvaje, angosto y con asfalto, normalmente, en bastante mal estado. Es ideal para hacer una ruta circular de regreso a Aviano pasando también por la cota de Forcela Pala Barzana.

ALTO DEL MONTE LUSSARI (por Valbruna)

La edición del 2023 del Giro de Italia puso por primera vez en el mapa el Monte Lussari, escalada destinada a dejar su huella no solo porque es un ascenso realmente duro, con pendientes de dos cifras, sino por ser, además, en una etapa contrarreloj a un día de finalizar la carrera.
A la expectación, cabe sumar la imagen de postal que su ascenso. No en vano, el Monte Lussari recibe el sobrenombre del “balcón de los Alpes Julianos”. A esta perfecta estampa se suma el santuario de la cima construido en el siglo XVI, la pequeña población de estilo carintio, el bosque de Tarvisio y el telón de fondo del Jof di Montasio.
La ascensión ha sido posible porque gracias al plan de desarrollo turístico de Tarvisio, donde se decidió colocar un conglomerado de hormigón una vez pasado el torrente Saisera hasta la cima. Para alcanzar los 1.790 metros de altitud donde se encuentra la línea de meta, tendrá que afrontar una subida de 7,3 km al 12,1%, con una pendiente máxima del 22% y un desnivel de cercano a los 900 metros. ¡Una tortura!
Fuente: giroditalia.it
El acceso a Valbruna es recomendable realizarlo a través de la espectacular vía verde Alpe Adria. Antes de llegar a la localidad, tenemos tramos de ascenso y falsos llanos, siguiendo las indicaciones de Val Sasiera.
Pasaremos por una vía ancha que nos conducirá hasta el desvío al Monte Lussari. También encontraremos una zona de aparcamiento peaje antes del desvío. Al fondo, las primeras estampas del macizo alpino.
A partir del desvío, como se observa en la imagen, pasamos de asfalto de calidad a una pista cementada, muy rugosa y un recorrido sucio y dificultoso con una bicicleta de carretera, aunque se puede escalar razonablemente con una buena adaptación de piñones.
Pasamos por una zona boscosa muy espesa, factor común de la mayoría del trazado. Una vez pasado el puente sobre el torrente Sairera, empieza el calvario.
Nos adentramos en un bosque de coníferas comentado, con las primeras rampas, que tiene un 7-8% de media por ser un inicio un poco irregular, con algún descenso.
Aproximadamente cerca de finalizar el primer medio km., nos topamos con una valla que nos indica que no está permitido el descenso, que por sus características es bastante peligroso. También hay un horario de ascenso de vehículos.
A partir del km. 1 entramos en la dura dinámica del puerto. Las primeras rampas tienen un 13-14%, que van aumentando hasta el final del km. 1 hasta llegar al 18-19%.
El cimentado es bastante irregular, cuenta mucho que la bicicleta rueda (junto a la fuerte inclinación). Asimismo, tiene constante rayas para canalizar el agua.
La agonía del trazado nos da pocas oportunidades para mirar con tranquilidad el entorno. Tendremos que esperar a cotas más altas.
En nuestra escalada vimos varios ciclistas, pero ninguno de ellos iba con bicicleta de carretera. En nuestro caso así lo hicimos, pero con una multiplicación de 34x30 faltaba cadencia por todos los lados.
Los primeros 5 kms. tienen una media del 15,3%, pero hay varios tramos con máximas que se mantienen entre el 17-18%.
En este sector comentado, destaca la rampa cercana al km. 2 (al 18% y máxima al 22%), cercanos al km. (al 17,7%) y finalmente, antes de atacar el km. 4 (al 17%).
Muchos tramos están bastante sucios por las lluvias y la agresiva pendiente. Cabe decir que conforme vamos ascendiendo, este hecho va mejorando.
El alto cuenta con 12 curvas de herradura, la mayoría muy cerradas y donde se encuentran porcentajes altos. Hay pocas protecciones y la pista muy estrecha.
Una vez pasado el km. 5, cambia algo el recorrido. En primer lugar, nos aproximamos a un tramo de falso llano y tenemos visión del santuario de la cima como de los picos colindantes.
Superadas las duras horquillas, la pista hace una gran curva abierta hasta la cima bordeando el macizo de roca caliza.
El km. 5-6 es el gran descanso de la exigente ascensión, un km. que sabe a gloria que tiene una media entre el 3 y el 4%.
A 1,5 kms. para coronar, pasamos por una segunda barrera y vuelve a aumentar agresivamente la pendiente, en este caso 10-12%.
Pasamos finalmente por una última con una pendiente máxima al 22%, punto final a este impresionante ascenso, después de casi ocho kms. de auténtica agonía.
Coronamos donde se encuentra el pequeño núcleo de población y el telesilla que parte de Tarvisio, coronando a una altura de 1760 metros.

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