Mostrando entradas con la etiqueta Rettenbachferner. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rettenbachferner. Mostrar todas las entradas

RETTENBACHFERNER/ TIEFENBACHFERNER (por Sölden)

En el valle del Ötzal, en el Tirol austríaco, se encuentra la carretera pavimentada más alta de Europa (con permiso del pico de la Veleta o el col de la Bonette), que conduce al glaciar que da nombre al valle, coronando a una altura impresionante de 2798 m.
De hecho, a poco de coronar, la carretera se divide en dos puertos diferenciados: los colosos Rettenbachferner y Tiefenbachferner. El primero, es donde se encuentra la carretera pavimentada más alta de Europa, a los pies del glaciar Ötzal, y el segundo, con una altura ligeramente inferior deberemos atravesar un largo túnel para coronar a una altura de 2790 m. en la cara norte del glaciar.
La vía de acceso, desde la localidad de Sölden, tiene peaje para los vehículos a motor. La escalada en bicicleta es gratuita. Si nos centramos en el Rettenbachferner el puerto tiene una longitud de 14,7 kms. con una media del 9,8%, superando un desnivel de 1449 m.
Fuente: cyclingcols
Asimismo, la ascensión al Tiefenbachferner, tiene una longitud de 16,6 kms. con una media del 8,6% y un desnivel algo superior de 1500 mts., puertos que los podemos catalogar como de dureza extrema.
Fuente: cyclingcols
Sin duda, a parte de los más altos, también podemos decir que son de los más duros que nos hayamos encontrado, solo hace falta mirar el color predominante en la composición de la altimetría.
Como hemos comentado anteriormente empezamos la ascensión en la concurrida localidad de Sölden. Al final del pueblo dejamos a la izquierda la carretera que conduce al passo Rombo/ Timmelsjonch (186) y seguimos por la pista asfaltada que queda a la derecha.
Después del llano en la localidad, en las afueras, como se observa en la imagen, ya empieza a endurecerse la escalada. En el momento que nos desviamos los porcentajes aumentan del 8 al 11%.
A partir del cruce los 5 kms. siguientes tienen una media alrededor del 12%. Es quizá el sector más consistente en cuanto a dureza por lo cual es conveniente tomárselo con calma.
Al contrario de lo previsto, la carretera es muy ancha y se encuentra en perfecto estado. Los porcentajes son muy estables y no hay apenas rampas imposibles que tengan más de un 15% de desnivel.
Conforme vamos cogiendo altura tenemos preciosas vistas del valle del Ötzal. Una vez superadas las dos primeras curvas de herradura dejamos a la izquierda el desvío al Mineralienmuseum (km. 3 aproximadamente).
En esta primera parte de la ascensión la vía se adentra en zona boscosa. Remonta altura para poco a poco y con porcentajes del 12% de media orientarse hacia el este, dejando atrás la localidad de Sölden.
Las indicaciones de la subida son excelentes: indicación de curvas de herradura y altura y número de estas. Alrededor del km. 4 dejamos el desvío al pequeño núcleo habitado de Hochsölden.
No suele haber demasiado tráfico pero si que hay que tener en cuenta los autobuses, que suelen ir circulando a alta velocidad. Superada la localidad tenemos uno de los ramos más exigentes, con algo menos de un km. alrededor del 13%.
El recorrido sigue las instalaciones de esquí en invierno pero de descenso en btt en épocas estivales. Cercanos al km. 5, desciende algo la pendiente. Hay que aprovechar este pequeño respiro.
Pequeño descenso donde se encuentra la zona de peaje y el desvío a Mittelstation. Superada, dura rampa al 14% con un 10% de media.
Los próximos dos kms. son una larga recta que remonta el valle. Tenemos buena referencia visual del glaciar. En este sector (a unos 8 kms. para coronar) tenemos el tramo más duro con una media del 13%.
De zona boscosa pasamos al típico paisaje de prado alpino característico de la alta montaña. En nuestro caso encontramos algo de viento pero por suerte fue favorable.
En este sector bordeamos mediante 4 bonitas curvas de herradura el pequeño núcleo de población de Rettenbachalm, en la zona más dura puerto.
La sensación cuando se rueda en esta zona es que no debe quedar demasiado para coronar, y desde el punto de vista del kilometraje así es, pero aún nos quedan algo más de 600 m. de desnivel hasta la cima.
La pendiente es muy consistente y no disminuye algo hasta que rebasamos la última curva de herradura, pasando del 11% de media a un más humano 9%.
Estamos en la fase final de la subida, la más irregular de todas. Llegamos a la segunda zona de descanso -breve- dejando a la izquierda el desvío a Tiefenbachferner, del que hablaremos más tarde.
En las inmediaciones del glaciar seguimos la pista asfaltada superando el complejo de deportes de invierno de Rettenbachkar.
Aunque la pista está perfectamente asfaltada sí que encontramos muchas piedras de las lluvias. Tan solo nos quedará por superar dos curvas de herradura con un final agonístico entre el 10-12%.
Como reflexión de la ascensión, aun teniendo en cuenta la dureza extrema, hay que remarcar la calidad del pavimento -liso y plano- la cual cosa favorece la inercia de la bicicleta comparándolo con otras subidas extremas pero cimentadas o en mal estado.
Finalmente coronamos la carretera asfaltada más alta de Europa a una altura de 2798 mts., en un marco, como vemos en las imágenes, impresionante.
Orgullosos de coronar este coloso realizamos el descenso hasta el desvío a Tiefenbachferner, a la izquierda del valle que hemos remontado.
Nos sorprende una impresionante rampa después del descenso encajonada entre grandes bloques de roca. Cuando pensábamos que todo estaba hecho nos damos cuenta de lo bonito e impresionante que es este otro final.
Superada la rampa nos encontramos con la sorpresa del túnel. Este tiene una longitud de algo más de un km. con medias en torno al 8-9%.
El túnel (denominado Rosi Mattermaier) se encuentra perfectamente iluminado pero es conveniente llevar como mínimo luz trasera. El pavimento en su interior es algo irregular, encontrando también algún pequeño riachuelo fruto de goteras. Salimos de este a una altura de 2829 m.
Finalmente coronamos la banda opuesta del glaciar, el Tiefenbachferner, a una altura también increíble de 2790 m. después de realizar un descenso de algo más de 200 m.