ASCENSO AL REFUGI DE CORTALETS/ CANIGÓ (por Villerach)

El Canigó (2.784 m) es mucho más que una montaña: es un emblema natural y cultural de Cataluña y del Pirineo Oriental. Su silueta domina la llanura del Rosellón y ha inspirado leyendas, poemas y canciones que lo han convertido en un auténtico símbolo identitario. Declarado “Site Classé” en 1983 por el Ministerio de Medio Ambiente francés, el macizo del Canigó goza de una protección especial que salvaguarda su riqueza paisajística, su biodiversidad y su valor patrimonial. En su entorno conviven bosques mediterráneos, hayedos y praderas alpinas, junto a monasterios románicos como Sant Martí del Canigó o San Miguel de Cuixà, que refuerzan su magnetismo espiritual y cultural. El conjunto forma parte de un espacio natural de gran valor ecológico y escénico, donde la montaña se convierte en un punto de unión entre naturaleza, historia y cultura catalana.
El ascenso en BTT desde Els Masos hasta el Refugi dels Cortalets (2.146 m) es una de las rutas más espectaculares del Pirineo Oriental, tanto por su desnivel (más de 1.800 metros) como por la diversidad de paisajes que atraviesa. El recorrido comienza al sur de Prades y remonta la carretera D24 en dirección a Ballanet y Villerach, donde el asfalto desaparece para dar paso a una pista forestal. A partir de aquí, el ciclista se adentra en el corazón del macizo, entre bosques de pinos y encinas, ganando altitud hasta el Coll del Forn (704 m). Más arriba, en Mas Maler, la pista se degrada y el acceso motorizado queda restringido, señal de que la montaña empieza a mostrar su carácter salvaje. 
El segundo tramo, desde el aparcamiento de Lou Grounells (1.172 m) hasta el refugio, combina largas rampas sostenidas con tramos técnicos donde la tracción y el equilibrio son esenciales. Se pasa por el Refugio de La Molina y el aparcamiento de Esquena d’Ase (1.380 m), donde el paisaje se abre hacia las cumbres, con el Canigó dominando el horizonte. El esfuerzo final hasta Cortalets es duro, pero gratificante: la llegada al refugio, enclavado a los pies de los paredones del Canigó, recompensa con vistas inigualables sobre el Conflent, el Vallespir y, en días despejados, hasta el Mediterráneo. Este itinerario es mucho más que una ascensión ciclista: es una inmersión en la montaña más simbólica del Pirineo catalán.

📊 Altimetría y características

  • Distancia total: 25,7 km

  • Desnivel positivo acumulado: 1.870 m

  • Altitud de salida: 320 m (Els Masos)

  • Altitud de llegada: 2.146 m (Refugi dels Cortalets)

  • Pendiente media: 7,3 %

  • Pendiente máxima: 14 % (tramo posterior a Mas Maler)

  • Superficie: Asfalto hasta Villerach (km 5), pista forestal hasta la cima

  • Dificultad: Muy alta (BTT obligatoria a partir del km 5,5)

  • Puntos destacados: Ballanet, Villerach, Coll del Forn, Mas Maler, Lou Grounells, Esquena d’Ase y el refugio dels Cortalets. Transitamos por la D24.


El exigente ascenso arranca al sur de Los Masos, en el cruce entre la D916 y la D24 (320 m), con el majestuoso Canigó al fondo. Los primeros metros son suaves y asfaltados, ideales para calentar antes de afrontar la larga ascensión.
Entre el km 2-4, la carretera serpentea entre campos y viñedos dirección Ballanet, con una pendiente constante en torno al 5–6 %. Las vistas sobre Prades y el valle del Têt comienzan a abrirse hacia el norte.
En este sector pasamos por la localidad de La Sacristia, pequeño núcleo rural marca el inicio del ascenso real. La pendiente se intensifica ligeramente y el paisaje se vuelve más boscoso, dominado por robles y pinos.
Llegamos a Villerach, lugar donde el asfalto finaliza y empieza una amplia pista forestal. El ambiente cambia por completo: silencio y apenas tráfico.
En este sector el firme es bastante bueno, aunque con algunos tramos de grava suelta. El desnivel ronda el 7 %, con una progresión continua que permite encontrar un ritmo constante.
Cercanos al km 8,5, llegamos al coll del Forn (704 m), pequeña meseta intermedia que ofrece un respiro visual y físico. Desde aquí, se domina todo el valle del Conflent y se intuye ya la masa forestal del Canigó superior. Es el aparcamiento natural para visitar los cañones del Llech.
Entre el km 9  al 12 la pista se adentra en espesos pinares, transitando por una vía más estrecha. La sombra y el frescor del ambiente compensan la dureza del trazado, que mantiene pendientes sostenidas del 8–9 %.
Sobre el km 12,5 llegamos al área de Mas Maler (930 m), donde la pista se deteriora sensiblemente y el acceso motorizado queda restringido. A partir de aquí, la ascensión se vuelve más técnica y exigente para la BTT. Hay breves tramos de asfalto en mal estado.
El terreno se vuelve más salvaje, pedregoso y estrecho, con secciones donde la tracción es clave. Las pendientes puntuales alcanzan el 12-14 %, y la montaña se siente cada vez más cercana.
Sobre el km 16 llegamos al aparcamiento de Lou Grounells (1.172 m), zona amplia utilizada como punto final para vehículos autorizados. Desde aquí, los pinares se mezclan con claros que dejan entrever el macizo del Canigó y las cumbres vecinas.
Cercanos al km 18, pasamos por el refugio de La Molina (1300 m), pequeña área forestal y refugio secundario. El camino sigue ascendiendo de forma constante, con curvas amplias y magníficas vistas hacia el norte del Conflent.

Aproximadamente sobre el km 20, pedaleamos por un tramo espectacular y bastante expuesto, con varias curvas de herradura en el recorrido. La pendiente se acentúa y el terreno se vuelve más rocoso. La llegada al aparcamiento marca un nuevo hito.
En el km 21 llegamos al aparcamiento de Esquena d’Ase (1.380 m), último punto accesible en vehículo 4x4. Desde aquí, el paisaje cambia radicalmente: se entra en el dominio alpino, con matorrales de rododendro y praderas de alta montaña.
El final del ascenso es muy duro (km 22–25), Las rampas son duras entre el 10 y el 12 % constantes, pero la belleza del entorno compensa el esfuerzo. El aire se vuelve más fresco y se percibe la altitud en cada pedalada.
Finalmente, llegamos al último km, una pista estrecha y en mal estado con porcentajes alrededor del 10%. Tras varias cerradas curvas de herradura llegamos al refugio.
Pasado el km 25 llegamos al Refugi dels Cortalets (2.146 m), meta del ascenso y auténtico mirador sobre el Canigó. El refugio, gestionado por el CAF, ofrece refugio, comida y un ambiente montañero excepcional. Desde aquí, muchos senderistas inician la ascensión final a la cumbre (2.784 m).

ASCENSO A ALPE DI SUISI (por Castellrotto)

El Alpe di Siusi (1.844 m), también conocido como Seiser Alm en alemán, es uno de los lugares más emblemáticos de los Dolomitas del Tirol del Sur. Con sus amplias praderas alpinas y vistas espectaculares sobre las cimas del Sassolungo (Langkofel) y el Sciliar (Schlern), esta subida no solo representa un desafío físico notable, sino también una inmersión en uno de los paisajes más fotogénicos y simbólicos de Italia.
Desde Castelrotto (Kastelruth), el ascenso serpentea de forma continua hacia el altiplano, superando casi 800 metros de desnivel en apenas 10 kilómetros. Su pendiente constante, raramente inferior al 7 %, exige mantener un ritmo sostenido sin apenas descansos. La carretera, perfectamente asfaltada y de ancho generoso, permite disfrutar de un pedaleo fluido, aunque la sensación de esfuerzo es constante. Asimismo, El ascenso es también parte de la historia reciente del Giro de Italia, donde ha sido escenario de batallas memorables. En 2009, el bielorruso Kanstantin Siutsou se impuso tras una etapa en línea, mientras que en 2016, el español Mikel Nieve conquistó la cima en una exigente jornada de montaña. Estas apariciones han consolidado al Alpe di Siusi como un puerto de referencia en el ciclismo alpino moderno, comparable en belleza y dureza a los grandes pasos dolomíticos. El ascenso desde el fondo del valle parte de Ponte Gardena.

📊 Altimetría

  • Distancia: 9,8 km

  • Desnivel: 781 m

  • Pendiente media: 7,9 %

  • Pendiente máxima: 9,5 %

  • Altitud de inicio: 1.063 m

  • Altitud de llegada: 1.844 m

  • Orientación: Sureste, con buena exposición solar y amplias vistas hacia el valle del Isarco.

  • Trazado: Carretera ancha, perfectamente asfaltada, sin curvas cerradas, pero con pendiente continua; tránsito moderado y entorno muy cuidado. Rodamos por la SP24.

Fuente: ciclismoafondo.es
Partimos de Castelrotto (1.063 m), donde el ascenso comienza directamente en el cruce principal del pueblo, sin tramo de aproximación, con rampas iniciales del 7–8 %.
La carretera gana altura rápidamente entre bosques de abetos; la pendiente se mantiene en torno al 7-8 %, con tramos de sombra y buena visibilidad.
A partir del km 2 hay una ligera reducción de la pendiente, situándose al 6,2 %, ideal para encontrar el ritmo; el firme es excelente y las curvas abiertas ofrecen amplias vistas hacia el Sciliar.
A unos 6 kms para coronar, aproximadamente, llegamos a la vía de peaje, la denominada "strada de Alpe di Suisi".
Nos adentramos en una vía ancha y en buen estado, como prácticamente todo el recorrido, pero con disminución de tráfico, dureza notable y un recorrido retorcido y angosto pedaleando por bosque alpino.
Alrededor del km 4, entramos en el inicio de una zona realmente exigente, con rampas que alcanzan al 8%, marcando el tono de la subida.
El desnivel continúa con fuerza, 9% de media, sin descanso alguno; aquí se siente el carácter constante del puerto.
Cercanos al km 6, tramo más equilibrado al 7,9 %, donde el paisaje se abre hacia el altiplano del Seiser Alm, con cumbres visibles en el horizonte.
Poco después, en el km 7, pasamos por uno de los sectores más duros, con rampas del 9–10%, sostenidas y psicológicamente exigentes al no ofrecer falsos llanos.
El paso por el albergue (1.612 m) marca el punto intermedio superior de la ascensión; desde aquí, el bosque se aclara y el aire se vuelve más frío y limpio.
Entre el km 8–9 entramos en un tramo constante al 7,8 %, con curvas amplias y vistas cada vez más abiertas; la pendiente no cede, pero el paisaje anima al esfuerzo.
Finalmente,lLos últimos 800 metros, al 6–6,3 %, son los más “amables” de la subida, ideales para aumentar el ritmo antes de coronar.
Coronamos a una altura de 1844 metros. Asimismo, más allá de su dureza, Alpe di Siusi es una ascensión mítica por su mezcla de exigencia deportiva y belleza natural, un icono ciclista del Alto Adigio.

PASSO PINEI/ PAINDERSATTEL (por Castelrotto)

El Passo Pinei (1444 m), conocido en alemán como Panidersattel, es un puerto de montaña que conecta los valles de Val Gardena (Gröden) y Val d’Isarco (Eisacktal), en pleno corazón del Tirol del Sur. Desde Castelrotto (Kastelruth), la vertiente occidental ofrece una ascensión corta, pero muy constante, típica de los Dolomitas más bajos, donde los desniveles se concentran en pocos kilómetros.
La subida se desarrolla en un entorno alpino de praderas, bosques de abetos y vistas abiertas hacia el macizo del Sciliar (Schlern), una de las montañas más icónicas del Alto Adigio. Aunque no es una ascensión larga, la pendiente mantenida y la falta de descansos la convierten en una subida exigente, especialmente para cicloturistas menos habituados al ritmo constante de las rampas del 7–9 %. En la cima, el paso ofrece un mirador natural hacia el Sella, el Sassolungo y las cumbres del Gruppo del Catinaccio, con un ambiente sereno y típicamente tirolés.

📊 Altimetría

  • Distancia: 5,2 km

  • Desnivel: 394 m

  • Pendiente media: 7,5 %

  • Rampas máximas: 10 %

  • Cota de inicio: 1.050 m

  • Cota de cima: 1.444 m

  • Orientación: Este-noreste, protegida parcialmente del viento por la vegetación.

  • Trazado: Carretera ancha, con buen firme y curvas amplias; tráfico moderado en temporada alta.

Salida en Castelrotto (1.050 m), por la SP64, con un inicio directo y sin transición, con rampas del 7–8 % que atraviesan las primeras casas del pueblo; el asfalto es excelente.
Primer kilómetro (0–1 km): tramo muy constante, con pendientes que oscilan entre el 7 y el 9 %, típico de los accesos dolomíticos; entorno boscoso y con amplias vistas a la izquierda hacia el Sciliar.
Del km 1 al 2: la carretera mantiene el ritmo, pero suaviza ligeramente (6–7 %), atravesando una zona de praderas alpinas y pastos donde el trazado se abre.

Zona de respiro (km 2–2,5): el único descanso real, con pendientes del 3 %, que permite recuperar el ritmo antes del tramo central más exigente.
Kilómetro 3: subida regular al 5 %, donde se empieza a intuir el cambio de vegetación y el paisaje se cierra de nuevo con bosque de abetos.
Tramo más duro (km 3,5–4,2): el puerto muestra su carácter con rampas del 8 al 10 %, sostenidas y sin curvas amplias; exige potencia y concentración.
Km 4,2–4,7: ligera bajada de intensidad al 7 %, la carretera serpentea suavemente y gana altura con buenas vistas sobre el valle del Isarco.
Últimos 500 metros: pendiente estable al 7 %, el entorno se despeja y aparece la amplia explanada del Passo Pinei, donde se ubica un pequeño aparcamiento y un mirador.
Cima del puerto (1.444 m): paso abierto y panorámico, con vistas majestuosas hacia el Sassolungo y el Alpe di Siusi; la sensación de altura es notable pese a su corta longitud.
Ambiente y simbolismo: el Pinei actúa como punto de transición entre dos culturas —la germánica del Val Gardena y la italiana del Isarco—, reflejando la identidad bilingüe y la armonía paisajística del Tirol del Sur.

ASCENSO AL MONT SAINT-BAUDILLE

El Mont Saint-Baudille, con 848 metros de altitud, se alza al suroeste del macizo de la Sainte-Baume, dominando el valle del Hérault y la llanura de Saint-Guilhem-le-Désert. Esta corta, pero intensa ascensión es una de las más emblemáticas del sur del Languedoc por su espectacular vista y su carácter explosivo. El monte toma su nombre de San Baudilio, mártir de Nîmes, y alberga en su cima una antigua estación de telecomunicaciones que refuerza su perfil característico visible desde gran parte del valle.
El ascenso combina una primera parte suave con una segunda mitad muy dura, típica del relieve abrupto de la región: pendientes que se doblan sobre sí mismas, curvas cerradas y un firme rugoso que exige potencia y concentración. Desde lo alto, el panorama abarca el Pic Saint-Loup, el Larzac, el Mediterráneo en días despejados y los viñedos del Terrasses du Larzac, una de las denominaciones vitícolas más prestigiosas del Languedoc.

📊 Altimetría

  • Distancia: 3,3 km

  • Desnivel: 147 m

  • Pendiente media: 4,5 %

  • Rampas máximas: 12 %

  • Orientación: Suroeste, expuesta al sol y al viento del valle del Hérault.

  • Trazado: Carretera estrecha y rugosa, sin sombra, con fuerte pendiente en el tramo final.

Fuente: cyclingcols
Salida desde el cruce D9/D9E1d (695 m): comienzo suave, con asfalto irregular y una pendiente apenas perceptible que permite calentar bien las piernas antes del esfuerzo principal.
Primer kilómetro (0–1 km): tramo de falso llano y ligera bajada, donde la pendiente apenas supera el 1–2 %; el entorno es seco, con vegetación baja y suelo calcáreo.
Kilómetro 1–1,5: ligera ondulación del terreno con algún pequeño repecho del 5 %, preludio del cambio de ritmo que caracteriza la segunda parte del ascenso.
Transición hacia la pendiente real (1,5–2 km): la carretera empieza a elevarse con firme desigual y curvas más cerradas, el paisaje se abre y el viento puede hacerse notar.
Inicio del tramo exigente (2–2,5 km): las rampas alcanzan el 8–10 %, con sensación de escalada real; el trazado se vuelve más técnico y el entorno más árido.
Kilómetro 2,5–3 km: zona de máxima dureza, con pendientes sostenidas del 10–12 %; la carretera serpentea y exige un desarrollo corto y esfuerzo continuo.
Últimos 300 metros: el perfil se mantiene duro, con una última curva a derechas que conduce a la plataforma superior y al complejo de antenas, punto culminante a 842 m.
Panorámica final: recompensa visual sobresaliente; vistas de 360º sobre el valle del Hérault, el Pic Saint-Loup y el litoral mediterráneo, especialmente al atardecer.

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