ASCENSO A PIANCAVALLO (por Aviano)

Piancavallo es una estación de montaña situada en la región del Friuli Venezia Giulia, en el noreste de Italia. Este enclave, ubicado a una altitud de 1.290 metros, combina el carácter alpino con una infraestructura moderna para deportes de invierno y de montaña. Rodeado por los Alpes Cárnicos, el paso domina desde su altura la llanura del Véneto, ofreciendo vistas espectaculares y una sensación de aislamiento encantadora. El Giro de Italia ha coronado este lugar en varias ocasiones. Es recordada, la histórica victoria de Pantani en 1998 o más recientemente la de Mikel Landa en 2017.
El ascenso a Piancavallo por Aviano es uno de los retos más conocidos del noreste italiano, no solo por su dureza, sino por el protagonismo que ha tenido en el Giro de Italia. La subida comienza en la localidad de Aviano, a unos 160 metros sobre el nivel del mar, y asciende hasta alcanzar los 1290 metros en apenas 15 kms. Esta vía fue pavimentada y acondicionada en la década de los 70 para facilitar el acceso a la estación de esquí, y su trazado rectilíneo, sin apenas curvas, la convierte en un puerto psicológicamente exigente. La vegetación es densa en los primeros kilómetros y va aclarando a medida que se gana altitud, dejando ver en algunos tramos los picos cercanos.
La altimetría muestra que se trata de un puerto regular y demoledor en su primera mitad, donde se concentran los mayores desafíos. Con un desnivel total de 1131 metros y una pendiente media del 7,5%, esta subida impone respeto desde sus primeros metros.
Fuente: altimetrias.net
Desde el corazón de Aviano parte esta ascensión que no ofrece tregua desde los primeros compases del trazado, pasando con una orientación hacia el noroeste de la SP29 a la vía Monte Cavallo. El primer km marca ya un 8,1% de media, pero la subida no tarda en alcanzar cifras cercanas al 10%.
La carretera tiene un trazado moderno, con una vía ancha y en perfecto estado, donde sortearemos impresionantes curvas de herradura durante el recorrido. También tiene un trazado muy expuesto al sol o viento que, junto a la dureza, puede llegar a ser una tortura.
El km 2 ya tiene una media sostenida del 9% y una larga recta al 10% con una curva de herradura final que nos conduce al pequeño núcleo de población de Le Brusse.
Asimismo, partir del km 3, el ascenso entra en su fase más exigente, con rampas constantes por encima del 10%, y un punto máximo del 14-15%, alrededor del km 4. 
Esta fase intermedia, entre los kms 3 y 6, concentra la mayor parte del desgaste físico, ya que se mantiene una pendiente media superior al 10%, sin apenas curvas ni descansos.
Las largas rectas entre curva y curva también le dan un carácter muy psicológico, sin un ápice de descanso. En este sentido, nos recordó un trazado parecido al ascenso a Hautacam.
En torno al km 6, el perfil comienza a dar un breve respiro, aunque la pendiente apenas baja del 8%. En el sector central, la regularidad se quiebra levemente, pero la carretera mantiene su dureza psicológica.
Aunque el perfil sigue siendo duro, se vuelve más llevadero, con pendientes que oscilan entre el 7 y el 9%, y a partir del km 10, se aprecia una clara tendencia a la moderación, aunque la fatiga acumulada no permite disfrutarlo con facilidad.
A partir del km 8 desacelera progresivamente la dureza en cuanto a porcentajes. Es una segunda parte del trazado no tan exigente, pero la dureza de la primera parte se nota mucho en las piernas.
Los últimos cinco kilómetros son irregulares, alternando tramos suaves con otros cercanos al 7%, lo que obliga a mantener la concentración hasta el final. A nivel estratégico, es un puerto donde saber dosificar es fundamental: la primera mitad castiga, la segunda engaña.
Es a partir del km 10 cuando el ascenso se torna más amable, con sectores que bajan hasta el 4%. Un espejismo dejando atrás el desvío de Collalto y las antenas para poco más adelante, en zona boscosa, pasar por un túnel.

La parte final, aunque más suave y salvaje, tiene aún rampas a tener en cuenta, con porcentajes en este final entre 6-7%.

La última curva da paso a la meseta de Piancavallo, donde se ubican hoteles, remontes y el arco final del puerto.
Finalmente, coronamos a una altura de 1290 metros. Llegar a Piancavallo es vencer un gigante: una subida que exige piernas, ritmo y mucha cabeza desde el primer metro.
El paso cuenta con otra vertiente, desde el lago de Barcis, con un recorrido mucho más salvaje, angosto y con asfalto, normalmente, en bastante mal estado. Es ideal para hacer una ruta circular de regreso a Aviano pasando también por la cota de Forcela Pala Barzana.

COLLE SANTA LUCIA (por Caprile)

Colle Santa Lucia es una pequeña y encantadora aldea suspendida entre los valles del Agordino y el alto valle del Cordevole, en el corazón de los Dolomitas. Situada a unos 1450 metros de altitud, su emplazamiento es privilegiado: se alza en un balcón natural que ofrece vistas incomparables hacia el macizo del Civetta, el Pelmo y la Marmolada. Este lugar ha sido históricamente punto de paso, de vigilancia y de conexión entre valles, y hoy representa uno de los balcones panorámicos más apreciados del Véneto.
Este ascenso no solo es un excelente mirador natural, sino que también ha sido escenario del Giro de Italia en múltiples ocasiones, generalmente como tramo de enlace antes de afrontar grandes puertos como Giau o Falzarego. Aunque no tiene el renombre de los gigantes dolomíticos, su belleza, su regularidad y su ubicación estratégica lo convierten en una pieza clave del ciclismo de alta montaña en la región.
El perfil altimétrico del Colle Santa Lucia desde Caprile muestra una subida perfectamente escalonada, con un desnivel total de 474 metros distribuidos de forma muy uniforme a lo largo de sus 7,4 kms. La pendiente media es del 6,4 %, pero este número no refleja completamente su regularidad ni su capacidad para mantener la presión de pedaleo constante durante toda la ascensión.

Fuente: cyclingcols
Después de salir de Caprile, el trazado avanza por la SP563, una carretera de montaña clásica con curvas bien marcadas, vistas crecientes sobre el valle y tramos que pronto comienzan a retar las piernas del ciclista. 
Ya desde el primer km, la pendiente se estabiliza en torno al 6-7 %, con una pequeña rampa al 8 % al salir de Caprile que sirve como bienvenida a un ascenso sin sobresaltos.
A partir de Sac, el paisaje se abre y la pendiente se endurece ligeramente. Tras cruzar el cruce con la SP251, la ruta se vuelve más constante en su ascenso, manteniéndose siempre en el entorno de los 6-8%.
Conforme se gana altura, la vía serpentea por la ladera, atravesando Sac y más adelante enlazando con la SP251, donde el trazado se suaviza momentáneamente para después volver a tomar fuerza.
A partir del km 4, la pendiente vuelve a oscilar entre el 6 y el 7%, con tramos breves al 8 y hasta un punto puntual al 9% cerca del final.
Este es un puerto de carácter constante, sin descansos significativos, lo cual lo hace ideal para trabajar cadencia y ritmo. También tenemos vistas espectaculares del Monte Civetta.
A aproximadamente 3 kms para coronar, en el sector donde se encuentra la pequeña localidad de Reciavà, acemos un brusco giro de 180º. A la izquierda dejamos el desvío a Arabba (SR48) donde se une un poco más tarde el passo Falzarego y más adelante el passo Pordoi y passo Campolongo.
La parte final alcanza rampas del 7 al 9%, lo que añade un punto de dureza justo antes de coronar, obligando a un último esfuerzo sostenido.
Los últimos 2 kms atraviesan una densa zona boscosa e intensa, con porcentajes que se acentúan sensiblemente entre el 8-9%.
Coronamos este interesante paso a una altura cercana a los 1500 metros, en la zona de El Crep Belvedere, con bonitas vistas en la cima del valle y del inicio desde Caprile, como también del Monte Civetta. 
Pocos metros más allá, en su vertiente opuesta, que también parte de Caprile, llegamos a la población de Colle Santa Lucia, localidad que aparece colgada sobre el valle, siendo una de las imágenes icónicas de los Dolomitas.

ASCENSO A PIANI DI PEZZÈ (por Alleghe)

Piani di Pezzè es una amplia terraza natural situada a unos 1450 metros de altitud en el corazón de los Dolomitas, justo encima del lago de Alleghe y al pie del majestuoso Monte Civetta. Rodeado de bosques de abetos y praderas alpinas, este enclave es una de las principales puertas de entrada al dominio esquiable del Civetta, pero también un apreciado destino veraniego para senderistas, familias y cicloturistas. Su acceso mediante teleférico o carretera lo convierte en un balcón panorámico natural, con infraestructuras modernas integradas en un entorno de alta montaña. 
El ascenso desde la pintoresca localidad de Alleghe es una ruta corta, pero intensa, enclavada en el corazón de los Dolomitas italianos. Este recorrido de apenas 5,2 km se convierte rápidamente en un reto para los cicloturistas por su pendiente constante y su perfil agresivo. Desde los primeros metros, la carretera se interna en un entorno alpino entre frondosos bosques, con vistas ocasionales al lago y al Civetta, creando un ambiente ideal para los amantes de la montaña.
Desde su inicio en Alleghe, la carretera se empina de forma progresiva y no ofrece prácticamente descansos, obligando al ciclista a mantenerse en esfuerzo continuo. El desnivel total a superar es de 485 metros en solo 5,2 km, lo que da una idea de su carácter explosivo. El porcentaje medio es del 9,1%.
Fuente: cyclingcols
La carretera comienza por la vía SP203, con una orientación hacia el este, y se convierte rápidamente en una vía secundaria más estrecha, más inclinada y claramente más montañosa. Los primeros metros ofrecen una ligera transición, pero en seguida la pendiente se estabiliza en valores cercanos al 9 o 10 %, especialmente desde Cordella hasta Pradel di Sopra. 
El primer km ya tiene rampas que se aproximan al 9%, lo que marca desde el principio la dureza real de esta escalada que no da margen a especular. Al fondo dejamos la localidad de Alleghe y su bonito lago.
A la altura de Cordella el trazado se endurece de forma visible y las rampas comienzan a sostenerse por encima del 10 %, exigiendo una cadencia constante y controlada.
El trazado mantiene una clara orientación noroeste, lo que garantiza sombra en buena parte del recorrido y condiciones térmicas más favorables para el esfuerzo en verano.
En Coldemies, el asfalto se inclina de golpe y las cifras del perfil lo confirman: hasta un 12% en tramos continuados que rompen el ritmo y obligan a exprimirse.
Este sector intermedio, que ocupa el grueso de la ascensión, es también el más exigente, con picos que alcanzan el 13 y hasta el 14%
El paso por Pradel di Sopra es uno de los puntos clave del puerto, donde se encadenan rampas al 11, 12 y hasta 13%, convirtiendo este tramo en el más duro del ascenso.
Entre los kilómetros 2,5 y 3,5 se sitúa el segmento más explosivo de todo el perfil, con varios tramos consecutivos al 13 y 14 % que marcan el punto de máxima exigencia. A medida que se gana altitud, el bosque comienza a abrirse por momentos, permitiendo vistas espectaculares hacia el lago de Alleghe y las crestas del Civetta.

Ya en el tramo de Coi, el puerto ofrece un breve respiro con pendientes algo más suaves, aunque el esfuerzo acumulado hace que el tramo final siga siendo desafiante.
En los últimos 500 metros, ya llegando a Coi y al área del funicular, la pendiente desciende ligeramente hasta el 4 o 5 %, permitiendo una llegada algo más relajada.
Los últimos metros son en ligero descenso y sin asfalto, Tendremos que superar el largo aparcamiento para llegar a las instalaciones de ocio y recreo del lugar.
Sin duda, el ascenso a Piani di Pezzè es una meta breve pero exigente, con todo el sabor del ciclismo alpino, condensado en poco más de cinco kilómetros cargados de intensidad. Coronamos a 1450 m.
También puede ser el complemento de rutas por la zona, ya que muy cerca está el passo Fedaia o el ascenso a Falzarego-Valparola.

PASSO DI CAMPO CARLO MAGNO (por Pinzolo)

El Passo di Carlo Magno, a 1.681 metros de altitud, se alza como un paso estratégico y panorámico en el corazón del Trentino, uniendo el Val Rendena con el Val di Sole, y separando las cuencas del río Sarca y del río Noce. Rodeado por el Parco Naturale Adamello-Brenta, este paso de montaña no destaca por su dureza extrema, pero sí por su constancia, belleza paisajística y valor histórico. Desde su cima se abren amplias vistas hacia los Dolomitas de Brenta, especialmente en dirección sur, coronadas por bosques de coníferas, pastizales alpinos y la reconocida estación de esquí de Madonna di Campigglio.
El puerto es conocido por su papel en el ciclismo profesional, especialmente en el Giro de Italia, como parte del acceso hacia Madonna di Campiglio, que ha sido final de etapa en varias ocasiones. Aunque el paso no siempre se categoriza como puerto puntuable, forma parte esencial del tejido montañoso de algunas etapas reinas.
La vertiente más conocida y frecuentada es la que parte desde Pinzolo, al sur, siguiendo la SS239 a lo largo de 16 km y un desnivel acumulado cercano a los 900 metros. El perfil es constante, con pendientes medias del 5,7%, sin rampas extremas pero sí tramos sostenidos entre el 6 y el 7,5%, especialmente en la zona intermedia. El ascenso atraviesa poblaciones como Carisolo, Sant’Antonio di Mavignola y culmina con el paso por Madonna di Campigglio, una localidad clave tanto turística como ciclista, donde se recomienda evitar el túnel moderno y tomar la antigua carretera, más estrecha y con un carácter más auténtico. El paisaje alterna bosques espesos, aperturas panorámicas y zonas rurales bien conservadas. Por el norte, el paso se asciende desde Dimaro, en el Val di Sole, con un perfil más corto y más empinado. En apenas 9 km se ganan cerca de 600 m de desnivel, con rampas frecuentes del 7-8%, especialmente en la primera mitad.
Fuente: cyclingcols
Desde Pinzolo, la SS239 asciende de forma regular, con pendiente moderada desde el inicio, entre el 3-4%. Asimismo, la carretera es ancha, de orientación norte, bastante sombría y buen asfalto en general.
Al poco de salir, nos encontramos con el cruce hacia Val Genova, uno de los valles más salvajes del Brenta, una desviación escénica, ideal para quienes buscan rutas más tranquilas y sin tráfico.
Cruzamos Carisolo entre casas de piedra, con pendientes del 5-6% constantes y en aumento, la vegetación es espesa y el rumor del río Sarca acompaña durante varios kms.
La carretera sube firme, recta y sin cambios de ritmo bruscos y se estabiliza en un 6-7%, flanqueada por coníferas, el tráfico es ligero aunque constante, especialmente en épocas turísticas.
Al alcanzar Sant’Antonio di Mavignola a 1.122 metros, la pendiente se endurece brevemente, allí se alcanza el 7,5% en uno de los tramos más exigentes de todo el ascenso.
Entre los kilómetros 10 al 6 para coronar, el trazado es muy uniforme, sin pausas ni descansos, es la parte más sostenida, ideal para pedalear a ritmo continuo y sin sobresaltos. El trazado tiene varias curvas de herradura, todas ellas anchas.
A mitad de puerto se perciben las primeras vistas hacia las cimas del Brenta, en paralelo, pequeños desvíos conducen a praderas alpinas y rutas como Val Nambino.
Los últimos 5 kms son más suaves y sobre todo más irregulares. Las medias oscilan entre el 3-6%, con una rampa que llega al 9% al salir de Madonna.
A 4 km de la cima se entra en la zona de influencia de Madonna di Campigglio, los hoteles y estructuras turísticas anuncian la cercanía de este enclave de montaña. Es la zona más caótica del trazado, en medio del núcleo urbano.
Justo antes del túnel, una pequeña carretera a la derecha nos conduce al centro de Madonna, este tramo, algo más empinado, es obligatorio para ciclistas.
En pleno corazón de la estación, a 1.522 metros, la pendiente se mantiene constante, salvo la comentada rampa al 9% al salir de la localidad.
Tras dejar el núcleo urbano, el trazado vuelve a abrirse hacia el norte con vistas despejadas. Los últimos 2 km discurren al 5-6%, suaves pero mantenidos hasta coronar.
El Passo di Carlo Magno culmina entre pastizales, cabañas y pistas de esquí a 1682 metros, las vistas se abren hacia el sur, con perfil nítido de los Dolomitas de Brenta.

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