COL DE JOUX PLANE (por Samoëns)

El col de Joux-Plane es un duro puerto de montaña situado en la Alta Saboya, Francia, uniendo las localidades de Samoëns con Morzine a través de un trazado que rodea la cresta formada por la Tête du Vuargne (1826 m.) y pasa por el Col du Ranfolly (1656 m.) antes de descender hacia Morzine.
El puerto es un paso destacado en el Tour de Francia y del Dauphiné Libéré desde 1978. Asimismo, la etapa no termina nunca en la cima del puerto sino en Morzine, que se encuentra a menos de quince kilómetros, de donde parte su vertiente norte.
Es un puerto de dureza hors catégorie que culmina a 1700 metros de altitudTiene una longitud de 11,7 km y una pendiente media del 8,5% siendo un puerto realmente espectacular por su dureza.
Fuente: cols-cyclisme.com
El Tour de Francia ha pasado en numerosas ocasiones por este puerto, siendo una de las más recordadas aquella edición del 2006 con un extraterrestre llamado Floyd Landis.
Partimos dirección a Morzine por una vía estrecha que rápidamente se empina a una primera rampa (800 mts.) al 8-9% seguido de 300 mts. muy duros entre el 11-12%. El cartel nos avisa que nos quedan 10,5 kms. de sufrimiento.
Pequeño descanso al 5% para continuar hasta el km. 3 por encima del 8% por las pequeñas comunas de Plan Praz y Vigny.
El puerto es muy sinuoso en toda su ascensión. Esta primera parte transcurre por zonas agrícolas pobladas, pero conforme ascendemos la carretera se tupe de un bonito bosque alpino. Los siguientes kms. (3-6) disminuye un poco el porcentaje entre el 6-7%.
Se estrecha la carretera y nos topamos con una dura rampa de casi un km. por encima del 10%. Esta segunda parte del puesto se hace mucho más dura que la primera.
Llegamos a Combe Emeru donde empieza a aflojar la rampa situándose cerca del 7%.
Auténtico espejismo porque los últimos 4 kms. y medio hasta coronar no bajan del 9-10%.
El asfalto pierde calidad y la carretera se hace mucho más rugosa. En esta altura tenemos bonitas vistas del valle de Samoëns y Gets.
Divisamos el lago del Joux Plane y coronamos este duro y enrevesado puerto, mucho más duro por esta cara que por Morzine, paso auténtico de escaladores. 
Una vez coronado y después de bajar a Morzine (D338) podemos ascender el alto que nos conduce hasta la localidad alpina de Avoriaz.

COL DE JOUX PLANE (por Morzine)

El Col de Joux Plane (1700 m.), situado en los Alpes franceses, es uno de los puertos de montaña más emblemáticos del ciclismo en Francia. Este paso, ubicado en la región de Alta Saboya, conecta las localidades de Morzine y Samoëns. Su dureza lo que lo ha convertido en una prueba icónica en competiciones como el Tour de Francia y muy popular entre los ciclistas.
El Col de Joux Plane es considerado uno de los ascensos más exigentes del Tour de Francia, conocido por su dureza y la capacidad de romper el pelotón. Fue incluido por primera vez en la edición de 1978 y ha aparecido en varias ocasiones desde entonces. Uno de los momentos más destacados tuvo lugar en el Tour de 2000, cuando Lance Armstrong, a pesar de dominar la competición, sufrió una crisis en este puerto que permitió a Marco Pantani y otros corredores recuperar tiempo. La exigencia física radica no solo en su inclinación constante, sino también en la ausencia de descansos significativos durante el ascenso. Esto lo convierte en un desafío técnico y mental para los ciclistas. Además, el descenso hacia Morzine es rápido y técnico, añadiendo un elemento extra de dificultad, especialmente en condiciones meteorológicas adversas.
El Col de Joux Plane se encuentra a una altitud de 1.691 metros. Desde Morzine, el recorrido hasta la cima tiene una longitud aproximada de 11,6 kilómetros, con un desnivel acumulado de 1.020 metros. La pendiente media del ascenso es del 8,5%, aunque en algunos tramos alcanza pendientes superiores al 10%. El puerto ofrece vistas panorámicas espectaculares, incluyendo el Mont Blanc, visible en días despejados. Además, su ubicación lo convierte en un destino popular tanto para ciclistas como para amantes del senderismo y la naturaleza alpina.
Fuente: climbbybike.com
Aparte de ser más corto por esta vertiente los últimos kms. suaves penalizan el porcentaje medio de este conocido puerto. De Morzine también parte la ascensión a las instalaciones de esquí de Morzine-Avoriaz.
Por una pista estrecha (D354) pero pavimentado en perfecto estado, empezamos esta escalada con una orientación hacia el sur.
Nada más empezar la carretera se empina con porcentajes al 10% en un tramo de casi 2 kms. que se hace muy largo.
Dejamos atrás Morzine y nos adentramos en una zona boscosa donde se cruzan telesillas e instalaciones de la estación de esquí.
Después de un anecdótico descanso en el km. 3 la pendiente vuelve a endurecerse al 9%.
Enlace
Hasta el km. 6,5 de ascensión nos mantenemos entre el 7-10% hasta llegar a la zona de los Chalets del Joux Plane.
Rampa dura entre el 10 y el 11% (km. 6,5-8) que nos conduce a coronar el coll de Ranfolly como puedes ver en la imagen superior. La parte más dura del puerto ya ha acabado.
Descansamos en un placentero km. de bajada en la otra vertiente de la montaña, en sin duda la parte más bonita de este puerto.
Enlace
El último km. y medio suave al 3% nos conduce al lago de Joux Plane que da nombre al puerto justo antes de la imagen inferior que nos indica la altitud de 1700 mts.
En un día soleado vemos en el infinito los glaciares del Macizo del Montblanc con cimas cercanas a los 3000 mts. de altura.

COLLE DEL SESTRIERE (por Cesana Torinese)

El Colle del Sestriere, con sus 2035 metros de altitud, es uno de los pasos alpinos más conocidos del Piamonte, en la provincia de Turín. Se encuentra en plena cadena de los Alpes Cocios y sirve de enlace entre el Valle de Susa y el Val Chisone. En su punto más alto se levanta la moderna localidad de Sestriere, un núcleo turístico nacido en los años 30 que hoy es un referente internacional para el esquí y otros deportes de montaña.
La historia ciclista del Colle del Sestriere comenzó en 1911, cuando se convirtió en el primer puerto de más de 2 000 metros que afrontaron los corredores del Giro de Italia. Desde entonces, ha sido escenario de etapas decisivas en varias ediciones, con llegadas o pasos destacados en 1991, 1993, 1994, 2000, 2005 y 2011. En 2020, en una edición marcada por la pandemia, el pelotón tuvo que ascender tres veces al Sestriere en la misma jornada, una etapa decisiva que dejó la maglia rosa en un puñado de segundos de diferencia antes de la crono final.
Pero no solo el Giro ha pasado por aquí. El Tour de Francia también ha incluido el Sestriere en su recorrido, siendo uno de los pocos puertos italianos que han formado parte de la gran ronda francesa. La edición más recordada probablemente sea la de 1999, cuando Lance Armstrong ganó en la cima (victoria posteriormente anulada), y la de 1992, con una etapa alpina legendaria que partió de Francia, cruzó los Alpes y acabó coronando este puerto.
Partiendo de Cesana, La vertiente de Cesana Torinese (pasado el col de Montgenèvre) cuenta con 11,2 km de longitud, un desnivel de 693 m y una pendiente media del 6,2%. Es una subida constante, con apenas un par de kilómetros más suaves en la parte central, pero salpicada de rampas exigentes que alcanzan el 10% y un muro puntual del 12% en Champlas du Col. Alterna tramos boscosos con zonas abiertas en la parte final, lo que permite disfrutar de vistas alpinas antes de coronar a más de 2030 m de altitud.
Desde los 1343 m de Cesana Torinese, la carretera ya marca carácter con un primer kilómetro al 6,2 %. Las piernas sienten pronto el esfuerzo mientras la vía se adentra en un entorno alpino que anticipa lo que viene.
La pendiente aumenta al 7,4 % y obliga a fijar un ritmo sólido. El paisaje combina praderas y zonas de bosque, mientras el trazado empieza a serpentear ligeramente.
Tras superar el 7,9 % de media, aparece el núcleo de San Sicario con un breve, pero intenso repecho que roza el 10 %, un punto donde es fácil gastar más fuerzas de la cuenta.
Dos kilómetros más suaves (5,1 % y 4,8 %) permiten recuperar aire y cadencia. El bosque se cierra y la carretera gana altura de forma más amable, aunque la cima sigue lejos.
La subida retoma su constancia: primero al 5 %, luego al 4,9% y al 6,4 %, con largas rectas que invitan a un esfuerzo continuo antes de afrontar el tramo más duro.
En este sector llega el golpe definitivo: una rampa del 12% rompe el ritmo y exige máxima concentración. A continuación, la pendiente se estabiliza en torno al 6,8 %, castigando a quienes llegaron aquí con poca reserva.
Los últimos kilómetros, casi siempre al 6,8-7 %, conducen ya en terreno abierto, con vistas a Sestriere. El tramo final, al 3,5%, es un alivio que permite alzar la vista y disfrutar del recibimiento alpino a 2033 m.
Se mantiene el 6,8% con el pueblo de Sestriere ya visible a lo lejos. El viento puede aparecer en esta zona expuesta, añadiendo dificultad en un momento clave.
Ya por encima de los 2000 mts. nos adentramos en el pueblo con sus típicas construcciones cilíndricas en un último km. más suave al 5%.

COL DE MONTGENÈVRE/ PASSO DI MONGINEVRO (por Briançon/ Cesana Torinese)

El paso de Montgenèvre/ Montgenevro, situado en la frontera entre Italia y Francia, es uno de los pasos más accesibles y estratégicos de los Alpes, tanto por su ubicación como por sus características ciclísticas. Es un puerto habitual de enlace en grandes etapas alpinas, conectando el valle de Susa con Briançon y sirviendo como nexo hacia colosos como el Izoard, Galibier o Sestriere. Su protagonismo en el ciclismo profesional ha sido constante: en el Giro de Italia ha aparecido como puerto de paso en jornadas transfronterizas, mientras que en el Tour de Francia ha servido para abrir el menú alpino antes de ascensos más exigentes, permitiendo ataques lejanos o selección de grupos.
Su protagonismo en el ciclismo profesional ha sido constante: en el Giro de Italia ha aparecido como puerto de paso en jornadas transfronterizas, mientras que en el Tour de Francia ha servido para abrir el menú alpino antes de ascensos más exigentes, permitiendo ataques lejanos o selección de grupos.

Fuente: myCols.app
La vertiente francesa del Col de Montgenèvre desde Briançon presenta una subida de 7,2 kilómetros, orientada al sureste, con una pendiente media del 5,6% y un desnivel acumulado de 440 metros. Su perfil es muy regular, sin grandes rampas ni cambios bruscos de pendiente, lo que la convierte en un ascenso de ritmo constante, ideal para mantener una cadencia sostenida y gestionar el esfuerzo.
El ascenso arranca en las afueras de Briançon, con un asfalto en perfecto estado y rampas iniciales del 6% que sirven para entrar en calor y marcar el tono uniforme de la subida.
En el primer kilómetro aparece un breve descanso al 4%, apenas perceptible, que rompe ligeramente el esfuerzo y permite ajustar desarrollo y cadencia antes de volver a la pendiente constante.
Del km 1,5 al 3,5, la carretera mantiene un 6-7% muy regular, sin picos exigentes, lo que facilita una escalada de ritmo, perfecta para equipos que quieran controlar la carrera o para mantener pulsaciones estables.
El trazado en esta zona combina largas rectas con curvas abiertas, permitiendo una visión lejana de la carretera y de la montaña, lo que psicológicamente ayuda a medir el esfuerzo.
Entre el km 4 y 5 se encuentra el tramo más constante, al 6%, ideal para relevos en competición o para disfrutar del pedaleo sin cambios de ritmo, con el valle quedando cada vez más abajo a la izquierda.
A partir del km 5, la pendiente sube levemente y se intercalan tramos al 7% que aportan un punto extra de exigencia, aunque sin llegar a romper la regularidad del puerto.
El penúltimo kilómetro presenta un trazado más abierto, con el paisaje alpino ganando protagonismo y los primeros edificios de Montgenèvre asomando en el horizonte.
La cima se corona tras una amplia curva que desemboca en el núcleo urbano de Montgenèvre, a escasos metros de la frontera franco-italiana, ofreciendo unas vistas abiertas y sensación de final tranquilo para una subida constante.
La ascensión desde Cesana Torinese presenta 8,4 km de longitud, orientación predominantemente noroeste, pendiente media del 5,8% y un desnivel a remontar de unos 490 metros. Tiene un inicio duro con rampas del 9%, seguido de un tramo central sostenido en torno al 7% y un final más suave antes de coronar.
Salida en Cesana Torinese (1.359 m), atravesando un núcleo urbano animado antes de tomar la carretera principal hacia la frontera, ya con un 6% que marca el tono.
El primer kilómetro mezcla rampas del 6-7% con alguna curva cerrada, ideal para colocarse en el grupo y coger un ritmo estable.
Entre el km 1 y 2 llega el tramo más duro de la vertiente: el asfalto se empina hasta el 9%, con rectas largas que castigan sin descanso visual.
Del km 2 al 3,5 la pendiente se mantiene en torno al 7-8%, con curvas amplias que permiten ver el trazado por delante, psicológicamente exigente.
Entre el km 3,5 y el 5 se conserva una dureza constante al 7%, perfecto para mantener un pulso alto en carrera o imponer control.
Del km 5 al 6,5 la carretera ofrece un ligero respiro con tramos al 4-5%, donde se puede recuperar cadencia y oxigenar.
El penúltimo kilómetro vuelve al 5% de media, con amplias panorámicas del valle y la estación de Montgenèvre a la vista.
La llegada al paso (1860 m) es en un falso llano suave que permite esprintar o reagruparse antes del siguiente desafío alpino.

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